domingo, 11 de diciembre de 2022

Levantémonos por Amor

 


Levantémonos por Amor

“Mi amado metió su mano por la ventanilla, y mi corazón se conmovió dentro de mí. Yo me levanté para abrir a mi amado, y mis manos gotearon mirra, y mis dedos mirra, que corría sobre la manecilla del cerrojo.” Cantares 5:4-5

“Por lo cual dice: despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.” Efesios 5:14

Cuando la esposa mencionada en el libro de Cantares se levanta conmovida en su corazón para abrir a su esposo, después de poner excusas insignificantes, tristemente él ya se ha ido, (Cantares 5:6), ese instante descrito debe hacernos reflexionar, pues es necesario estar atentos a la voz del Señor, y al ser despertados por su amor, siempre debemos estar dispuestos a levantarnos inmediatamente en respuesta a ese amor.

Efesios 5:14 nos exhorta no sólo a despertarnos, sino también a levantarnos, pues como vemos es necesario que, en respuesta al amor, tomemos acción y nos levantemos, si así lo hacemos, algo extraordinario ocurrirá, la Luz del Amor de Cristo nos alumbrará.

El amor del amado y su amada, fue tan grande que, aunque ella no le abrió inmediatamente, la fuerza del amor permitió que pudieran volver a estar juntos, como es detallado en Cantares 8:5-7 “¿Quién es esta que sube del desierto, recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté; allí tuvo tu madre dolores, allí tuvo dolores la que te dio a luz. Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor; duros como el Seol los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían.”

El amor de Cristo por nosotros es tan grande que las muchas aguas no podrán apagarlo, ni lo ahogarán los ríos, así que, si en algún momento nos hemos quedado adormecidos, y no nos hemos levantado ante el llamado de Dios, decidamos hoy levantarnos y obedecer, pues estemos seguros que ni aun todos los bienes del mundo podrían compararse con ese maravilloso amor que sigue luchando por ti y por mí.  Oración

«Señor Jesús, gracias por tu gran amor, porque aunque a veces no atiendo a tu llamado inmediatamente, sigues buscándome, ayúdame, quiero levantarme por amor a ti. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.