martes, 30 de agosto de 2022

Servir en la Iglesia produce avivamiento

 

Servir en la Iglesia produce avivamiento


“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría” Romanos 12:4-8.

El servicio en la iglesia nos ayuda a desarrollar un estilo de vida, pues sin lugar a dudas en la iglesia aprendemos a servir al Señor, pero también aprendemos el servicio al prójimo y cómo este servicio es para Cristo mismo.

Dios nos enseña que cada creyente es como un miembro del cuerpo humano, con una función específica, si cada uno de nosotros pone al servicio de los demás ese don, talento o capacidad que Dios nos ha dado, el cuerpo, que es la Iglesia, dirigido por la cabeza que es Cristo, será edificado. Esto produce crecimiento y avivamiento tal como lo expresa Efesios 4:15-16 “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”.

Cuando cada creyente comprende este valioso principio del servicio, en donde cumplimos, dentro del cuerpo de Cristo, la función que Él nos delega, y seguimos esta verdad en amor, entonces podremos experimentar un crecimiento para edificación personal, y esta edificación en amor, traerá vida y avivamiento a la Iglesia, pues al igual que el cuerpo humano, cuando cada miembro está en óptimas condiciones puede realizar las actividades diarias sin ningún problema. Así que busquemos de manera intencional servir en la iglesia, esto desarrollará nuestro carácter, nos permitirá conocer los dones, talentos y capacidades que Dios nos ha dado, lo cual a su vez repercutirá en el bienestar de la iglesia en general, pero sobre todo, nos ayudara a crecer y a ser edificados en amor, produciendo en la Iglesia avivamiento y en cada uno de los creyentes formará un estilo de vida 9a semejanza de Cristo.  Oración.

«Padre Santo, gracias por hacerme parte del cuerpo de Cristo, por haberme dado dones, talentos y capacidades, hoy quiero ponerlos a tu servicio, ayúdame por el poder de tu Santo Espíritu a seguir el ejemplo de tu hijo para servir en amor, y así ser edificado y ayudar al crecimiento y avivamiento de tu amada Iglesia, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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