miércoles, 2 de septiembre de 2015

Salmos.25.v16-17

Salmos.25.v16-17 ¿Parecen siempre ir de mal en peor los problemas de la vida? Dios es el único que puede revertir esa espiral descendente. El puede tomar nuestros problemas y convertirlos en victorias gloriosas. Hay un sólo requisito necesario: nosotros, al igual que el salmista, debemos clamar: "Mírame y ten misericordia de mí". Cuando estamos dispuestos a hacerlo, lo peor puede convertirse en algo maravilloso. Pero el siguiente paso es suyo. Dios ya ha hecho su ofrecimiento.

25.21 Si dos fuerzas poderosas necesitamos a lo largo de la vida, estas son la integridad y la rectitud. El salmista pide que estas fuerzas lo protejan en cada paso. La rectitud nos lleva a aprender lo que Dios requiere y esforzarnos por cumplirlo. La integridad (ser lo que decimos ser) nos impide declarar que somos rectos mientras vivimos como si no conociéramos a Dios. La rectitud dice: "Este es el camino del pastor". La integridad dice: "Caminaré constantemente en él".