miércoles, 25 de agosto de 2021

¿De qué nos ufanamos?

 


¿De qué nos ufanamos?

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”. Filipenses 2:3-4

“Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; más la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada”. 1 Pedro 1:24-25

Vivimos en un mundo que nos dice que nada es suficiente, por eso siempre estamos descontentos. Esta sociedad promueve la insatisfacción del ser humano. Cada día queremos más y más y competimos unos con otros a todo nivel. La humildad ha ido desapareciendo porque medimos nuestra valía por lo que tenemos o alcanzamos, y dejamos de reconocer que somos débiles y que tenemos fallas, nos hemos vuelto vacíos y egoístas porque no nos importan los demás, sólo nos preocupamos por nosotros mismos.

La Biblia aquí nos enseña qué es la humildad; y esta comienza con la intención de nuestro corazón. ¿Hacemos las cosas para nuestra vanagloria, para compararnos con los demás y sentirnos superiores?; o ¿lo hacemos para la gloria de nuestro amado Dios, valorando las oportunidades que nos da y el deseo de servir a otros con lo que tenemos o hagamos?

La soberbia siempre producirá contienda. Miremos lo que dice Proverbios 13:10 “Ciertamente la soberbia concebirá contienda; mas con los avisados está la sabiduría”. Y la vanagloria proviene del mundo como dice 1 Juan 2:16 “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”. Entonces: ¿de qué nos ufanamos? Cualquier cosa que logremos es vana, trivial y se va a quedar aquí en este mundo donde pertenece. Lo único que trasciende es lo espiritual cuando le permitimos a Dios ser transformados por Él. La humildad promoverá valía, honra, respeto y hará que nos interesemos en los demás para servirles, ayudarles y encontrar el verdadero propósito de estar todavía en esta tierra.

Dice Colosenses 2:10 “y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”. Sólo Jesús trae verdadera satisfacción a nuestro ser y en Él estamos completos y lo tenemos todo. Cuando entendamos esto, todo lo que hagamos y todo lo que tengamos es solo para su gloria y honra.   Oración.

«Señor Jesús, gracias por todo lo que me has permitido hacer y tener. No dejes que me llene de vanagloria personal, sino que te glorifique a ti a través de mi vida, sirviendo y ayudando a los que me rodean. La vida es corta y nada perecedero llevaré para la eternidad, sólo el fruto de vivir una vida espiritual, por eso, has que no pierda mi enfoque y coloque mi mirada en lo que me tienes reservado en el cielo. En Cristo Jesús, Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.