domingo, 11 de abril de 2021

El tesoro escondido

 

El tesoro escondido


“Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.” Mateo 13:44

¿Cuántos sabemos de la existencia del reino de los cielos? ¿Cuántos ya vendimos todo para adquirir ese tesoro?

Hay un reino en los cielos mucho mayor que cualquier otro acá en la tierra, pero lo mejor de todo es que tú y yo podemos ser parte e hijos de ese reino, ¿cómo es esto? Jesús nos lo explica así: El sembrador salió a sembrar su semilla, y mientras sembraba, parte de esa semilla cayó junto al camino, en pedregales y entre espinos, por lo tanto, se perdió, pero otra sí cayó en buena tierra y dio fruto. Pues bien, aquí la semilla sembrada es la Palabra de Dios en cada persona que la escucha, la parte que cae junto al camino, en pedregales y entre espinos es aquella la cual oyen las personas, pero por diferentes motivos (el enemigo, las persecuciones y las riquezas) se pierde y no da fruto, pero la que cae en buena tierra es aquella que quienes la escuchan, la obedecen y por eso da fruto; (Mateo 13:3-9, 18-23).

Esa semilla que dio fruto se convierte en buena semilla y esa buena semilla es finalmente, los hijos del reino (Mateo 13:24, 37-38). Así es como podemos hacer parte del reino de los cielos.

Felicidades, descubriste el tesoro escondido; así que, es hora de que renuncies a todo aquello que en tu vida no permite que la Palabra de Dios produzca su fruto. Hermano, Jesús (el Sembrador) está a la puerta y llama, si tu escucha su voz y abres, Él entrará en tu corazón y sembrará esa buena semilla.  Oración.

«Tu Palabra, Señor, es la lámpara a mis pies y lumbrera a mi camino, te doy gracias por el privilegio de tenerla en mis manos y poder acceder a ella cada día como mi alimento espiritual, te pido Señor, que hagas de mi corazón esa buena tierra donde la semilla de tu Palabra germine y produzca mucho fruto para tu gloria, en el nombre de Jesús. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.