domingo, 23 de marzo de 2025

Andar en el Espíritu refleja su gloria

 


Andar en el Espíritu refleja su gloria

“Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.”, Gálatas 5:25

“de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”, Efesios 4:16

Andar en el Espíritu, para explicarlo de manera ilustrativa, es como cuando un padre toma de la mano a su niña pequeña, y si van andando por un camino pedregoso la toma mas fuerte, pendiente de cada paso para que, si tropieza, no dejarla caer. Si hay algún peligro inminente ese padre cuidadoso la carga en sus brazos y la levanta.

Andar en el Espíritu, se trata de confianza, pero también de intimidad profunda, siguiendo los pasos del Maestro. Se trata de caminar con Él y en cada paso, cada pensamiento, cada cosa que hacemos andando como Cristo anduvo cuando estuvo en la tierra, porque él ahora está en nosotros y esto nos motiva a reflejar los atributos de Dios, es decir, su gloria.

Pero este andar no es de vez en cuando, es diario y constante; caminar permaneciendo en él: “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” (1 Juan 2:6).

Cada paso que damos con él, nos lleva a ganar experiencia espiritual y por lo tanto madurez. Siguiendo nuestra ilustración del padre con su hija, mientras salen a caminar él le habla, le cuenta historias, le muestra cosas que la sorprendan y cada vez más se van conociendo; la hija va aprendiendo de su padre, tomando seguridad, de esto se trata la intimidad. (Hebreos 5:14)

Cuánto más nosotros, que Cristo vive en nuestro corazón, podemos escucharlo por medio de su Palabra, tenemos su mente, tenemos su amor en nosotros y además él nos llena de su Espíritu para percibir las cosas celestiales. Insertados en su iglesia, aprendemos de él, también, a través de nuestros hermanos, pues él habla también por medio de siervos que son usados como instrumento para edificación de cada uno de nosotros, que somos miembros de su cuerpo. (1 Corintios 2:16, Efesios 4:16 )

Aprendemos tanto de él, que somos impregnados de su olor, de su fragancia, muchos la perciben para vida, pero los que lo rechazan no les parece un olor agradable. (2 Corintios 2:15-16). Paso a paso, con cada pensamiento, cada palabra y cada acto vamos expresando a Cristo, reflejando a aquel que es nuestra esperanza de gloria, en comunión con nuestros hermanos.   Oración.

«Padre, Cristo es mi esperanza de volver a casa, gracias porque me diste vida nueva en él, y tu Santo Espíritu lo colocaste en mi corazón para darme esperanza y poder caminar contigo. Anhelo mi Señor otro nivel de intimidad contigo para reflejar a Cristo en todo lo que hago, para gloria de tu nombre, amén