jueves, 24 de marzo de 2022

¿Jesús te conoce?

 

¿Jesús te conoce?

“Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Je


sús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.” Juan 1:48.

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” Mateo 7:21-23.

La palabra “conocer” en la Biblia significa o alude a una relación íntima, personal y sincera con el Señor. Cuando Cristo se refiere a los que conoce, está hablando de aquellos que tienen una relación íntima con Él; es decir, cuando Jesús habla de que nos conoce, se está refiriendo a los que lo hemos recibido como Señor y Salvador, a quienes hemos recibido su palabra y hemos creído para vida eterna. Dios lo sabe todo y conoce a todo ser, pero llama de forma especial a quien ha creído en Cristo.

Esto se evidencia en el hecho de que llama “Nunca os conocí” a quienes no hacen la voluntad del Padre, y ¿cuál es esta?: “Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.” (Juan 6:40).

Lastimosamente muchos no quieren ser conocidos por Dios, porque no quieren escuchar o atender su llamado o creen que lo conocen porque un intermediario humano le ha presentado su propia versión de Dios, pero no conocen ni son conocidos por el Dios de la Biblia (Gálatas 4:9).

Cristo nos vio desde antes que naciéramos, en el vientre mismo de nuestra madre; y a través del evangelio quiere que tengamos una relación especial con Él, la cual inicia cuando nos arrepentimos y creemos en su nombre, el nombre que es sobre todo nombre y ante el cual toda rodilla se doblará; esto se refiere a rendirse ante el Dios soberano, a dejar todo orgullo y altivez e ir juntamente con Cristo a la cruz, por medio de la fe, para morir al pecado, pero también resucitar juntamente con Él para vida eterna. Entonces, ¿Jesús te conoce? (Romanos 6:8-11).    Oración.

«Padre, hoy quiero hacer tu voluntad recibiendo a Cristo como mi Señor y Salvador, envía tu Espíritu a morar en mí; desde ahora quiero agradarte dejando de practicar el pecado y viviendo para agradarte a ti, conociendo tu palabra y colocándola en acción por medio del amor que me diste en la cruz. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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