domingo, 3 de noviembre de 2019

Necesitamos morir a aquello que no nos deja dar fruto


Necesitamos morir a aquello que no nos deja dar fruto
“De cierto, de cierto os digo, que, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.”, Juan 12:24
“Dijo además Jehová a Moisés: Toma especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual peso, y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo. Y molerás parte de él en polvo fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será cosa santísima.”, Éxodo 30:34-36
 “Y molerás parte de él en polvo fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti“. Pensemos en las instrucciones que Dios mandó para la adoración en su tabernáculo en el Antiguo Testamento. Algunos de los ingredientes del aceite de la unción tenían que molerse totalmente para poderse usar y para que liberaran su fragancia. Esa pulverización del aceite también es una representación de la obra de Cristo en la cruz. De esa misma manera que el incienso tenía que ser molido, Cristo tuvo que también ser molido para ser el Salvador del mundo. El Señor Jesús se llamó a sí mismo grano de trigo. Siendo grano de harina, podía ser el Pan de la Vida, para salvación de muchos.
Dios también desea sacar lo bueno de nosotros, pero a veces es necesario que el Señor pulverice nuestra vida para podernos hacer de nuevo. Dios puede producir en medio del quebrantamiento una fragancia que lo glorifique. Puede hacer de nosotros mejores personas, pero necesitamos de su cincel para que pulverice los que nos daña y su pincel de amor para que pinte lo que es mejor en nosotros. Oración.
Señor, gracias por colocar tus ojos en nosotros, tú conoces nuestro interior y sabes que necesitamos cambiar, si es necesario pulveriza todo aquello que impida que tú fluyas a través de nuestras vidas, queremos ser grato olor de Cristo para todos aquellos que nos rodean, para que nuestra vida sea un canal por donde se manifieste tu bondad y tu amor. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.