jueves, 1 de noviembre de 2018

Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,

Hechos 2:14-17. Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños.  Pedro fue impulsivo, cometió varios errores descritos en la escritura, pero al ser llamado por Jesús inicia un proceso de transformación, de ser un discípulo que en mayor grado era dirigido por sus emociones, a ser un apóstol sabio y entendido de la voluntad de Dios.
Pero ¿Cuál es el secreto de la transformación de Pedro?, ¿Cuál fue el suceso esencial que realizó este cambio radical en Pedro, de ser un rústico pescador a un hombre lleno de verdad y sabiduría? Si observamos atentamente en Hechos 2, Pedro explica detalladamente lo que ha sucedido en ese momento a los que estaban reunidos; esto es, la llegada del Espíritu Santo sobre cada creyente en Cristo. Pedro, por el Espíritu Santo, revela que se ha cumplido una profecía de Joel 2:28-30, donde el Espíritu de Verdad estaría “en” nosotros, tal como lo había dicho el Señor Jesús en Juan 16.
Sólo mediante un nuevo nacimiento espiritual, cuando nuestro espíritu muerto por el pecado es unido a su Espíritu, somos transformados en nuevas creaciones e iniciamos a entender su Palabra y nos es revelado claramente lo que antes era oscuridad en nuestro entendimiento.
Por esto, la fe en Jesucristo es el inicio de esta trasformación que requerimos para no vivir como muertos en vida.
No importa lo que eres ahora o el estado en el que estés, si aceptas hoy el llamado de Cristo, inicias un proceso liberador, que así como cambió la vida de Pedro, puede trasformar tu vida para bien y bendición.  Oración. Señor, transforma hoy mi vida, hazme una persona nueva, para andar conforme a tus propósitos y vivir plenamente en Cristo. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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