miércoles, 21 de octubre de 2009

Con Manos Vacias

queremos darte lo mejor

Pida con fe

Pida con fe

Pero pida con fe, no dudando nada.

Santiago 1:6

Un creyente debe pedir sabiduría con plena confianza en Dios. Si le falta sabiduría, la culpa no es de Dios. Si no comprende su prueba, por qué murió su cónyuge, el deterioro de su salud, sus problemas económicos, por qué tiene problemas con su automóvil, con su trabajo o con sus hijos, entonces es probable que no le haya pedido a Dios con fe constante que le dé sabiduría.

Tal vez haya orado con falta de sinceridad y con motivos incorrectos como aquellos a quienes Santiago censuró al pedir solo para sus deleites (4:3). Quizá no esté orando de acuerdo con 1 Timoteo 2:8, que dice que oremos "sin ira ni contienda", y duda que Dios pueda ayudarlo o esté dispuesto a hacerlo.

La fe constante sencillamente cree que Dios es un Dios soberano y amoroso que suplirá todo lo necesario para comprender la prueba y poder resistirla. Cualquiera que sea la prueba, puede creer que Dios la permitió para su propósito divino y para la madurez espiritual de usted. No dudemos

El que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.

Santiago 1:6--7

La persona que duda y que no cree que Dios puede dar sabiduría es como el mar ondulante e intranquilo, que se mueve de un lado a otro con sus interminables olas, que nunca puede calmarse. No tiene sentido alguno que tal persona suponga que recibirá algo del Señor.

Cuando se enfrenta a una prueba, un incrédulo que dice conocer a Cristo dudará de Dios y se enojará con Él y finalmente se apartará de la iglesia. Un cristiano verdadero que es espiritualmente inmaduro pudiera reaccionar de igual manera porque reacciona emocionalmente ante sus circunstancias difíciles y no entiende plenamente a Dios. En medio de una prueba, no tendrá una actitud gozosa, una mente comprensiva, una voluntad dócil ni un corazón creyente. Parecerá incapaz de buscar la sabiduría de Dios y no estará dispuesto a aprovecharse de los recursos que Él ha provisto, sin conocer la solución de que puede disponer mediante la fiel y constante oración al Señor.