miércoles, 19 de julio de 2017

La Dureza


La Dureza





Debemos tener en cuenta que cuando una persona ha nacido de nuevo debe mantener una comunión íntima con el Señor, y mantener un nivel de sensibilidad, de tal manera que pueda percibir la voz de Dios, y ser guiado por el Espíritu Santo. Sin embargo, cuando alguien vive dentro de la nueva vida, puede vivir una vida religiosa, rutinaria, vacía, desordenada, sin comunión íntima con Dios, solamente social, etc. y así dar lugar al endurecimiento de su ser, esto es peligroso porque por la dureza, el hombre puede perder bendiciones preciosas que solo con un corazón sensible puede alcanzar. Estudiemos en este momento las diferentes formas de dureza que la Biblia a través de sus páginas nos narra.



LA DUREZA DE CERVIZ

Jer. 17:23 23Pero ellos no oyeron, ni inclinaron su oído, sino endurecieron su cerviz para no oír, ni recibir corrección.



Tener la cerviz endurecida nos habla de mantener una postura rígida en nuestras decisiones, opiniones, pensamiento, y resoluciones. No se posee capacidad de ver otras opciones más que las propias, es decir habla de la obstinación de los hombres.



Cuando vemos la historia de Caín, nos sorprende ver a Dios, que a pesar de desaprobar a Caín y su ofrenda se acerca para explicarle la razón de tal desaprobación. Esto nos habla de la misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres procedamos al arrepentimiento y conversión. Y a pesar de andar en la carne siempre habla a tiempo para reargüirnos.



Sin embargo, la reacción de Caín es más sorprendente, cualquiera pensaría que, ante tal explicación del mismo Dios, Caín iba a abandonar el error de su camino. Pero vemos que endurece en el altar la cerviz, ya que ni el consejo de Dios, ni su explicación lo hizo cambiar de actitud, sino en la dureza de su nuca no vio más que la alternativa que en su mente llevaba, y salió de la presencia de Dios para matar a su hermano.



Que obstinado, sale de un culto para matar, sale de oír la voz de Dios para pecar, así hoy hay mucha gente que su dureza de cerviz es tan grande que salen de los cultos, y de oír la voz de Dios por dones, o por la predicación de la Palabra; pero no cambia su situación espiritual, porque no pueden voltear a ver la opción que Dios les ofrece, y no pueden perdonar, ya que sus argumentos son más fuertes que los de Dios, y no pueden cambiar los paradigmas religiosos, pues su tradición es más grande que la Palabra de Dios.



Así muchos hombres en su obstinación como el pródigo se revelan a la mesa del Padre, a la presencia del Padre, a los siervos del Padre, a la casa del Padre y se van a aventurar tras su criterio cegado por la rebelión, ya nadie puede cambiar sus decisiones, ni el consejo de Dios mucho menos el pastoral, ni el de un familiar, o hermano en la fe; etc. Pues han endurecido la cerviz. Y note son hijos de Dios.



Lo mismo acaeció a Israel pidiendo un rey, pese a que Dios les advirtió por boca profética, que lo que pedían era contrario a la voluntad de Dios y por ende les iba a ocasionar problemas terribles, a tal grado que Israel al final sufrió una humillante derrota ante el ejército de los filisteos, donde murió Saúl y toda su casa, con miles de judíos muertos a causa de haber pedido rey sobre Israel. Pero la advertencia de Samuel ya no fue escuchada por haber dado lugar a la dureza de CERVIZ.



Que el Señor nos guarde de querer andar en nuestros propios caminos, decisiones, doctrina, pensamientos, consejo, parecer, argumentos, querer. Y que tengamos la capacidad de oír la voz de Dios, y atenderla. Sabiendo que todo lo que Él dice es verdad y bendición para nuestras vidas.



Prov. 29:1 1 El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.