domingo, 12 de julio de 2009

No Te Ahogues


No Te Ahogues
________________________________________
Jeremías 4:31 Porque oí un grito como de mujer de parto, angustia como de primeriza; era el grito de la hija de Sión que se ahogaba, y extendía sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí, porque desfallezco ante los asesinos!

INTRODUCCIÓN
En este texto, se puede percibir la angustia de esta mujer, de su grito como un ahogo que era por la presión de los asesinos. Su angustia es como de una primeriza, es como de alguien que nunca ha pasado por esta responsabilidad, este dolor, este temor por su futuro. Y este ahogo no se refiere a la de ahogarse en el agua, sino al ahogo que pueden causar las persecuciones y los asesinos de nuestras vidas. Al enfrentar esta realidad, nos damos cuenta que el pueblo cristiano va a ser atacado para que su vida termine, para ahogarnos, pero nosotros no estamos diseñados para ahogarnos.

Génesis 1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra 2 Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. En el original la palabra tiniebla significaMiseria, persecución, desgracia, maldad, calamidad Estas tinieblas habían dado una cobertura a todo el planeta, La palabra movíasignifica revoloteaba, incubaba, tremolaba una bandera de victoria pero el Espíritu de Dios estaba sobre la superficie de las aguas, mostrándonos que por el Espíritu de Dios que tenemos adentro, las aguas no nos van a ahogar porque vamos a estar sobre las aguas, no debajo de ellas. Las aguas de las tinieblas no nos van a ahogar. Nada nos va a ahogar.

Las cosas que quieren ahogar al cristiano son las siguientes:

I. PERSECUCIÓN
Cuando recordamos al pueblo de Dios liberado por Moisés, cuyo nombre significa “Salvado por las Aguas” nos damos cuenta que él siempre fue atacado con el propósito de ahogarlo, de matarlo. Desde antes que él naciese, hubo un decreto para matar a todos los niños. Pero el pudo sobrevivir, entonces podemos decir que Moisés fue librado de morir ahogado. R60 Hebreos 11:23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey. Cuando tenía tres meses de edad y continuaba la persecución de muerte, los padres calafatearon una pequeña arca de junco y lo pusieron en el río Nilo, que tipifica la corriente del mundo; y ni aún esta corriente pudo ahogarlo, sino que sobrevivió. Y cuando continuamos estudiando la vida de Moisés, vemos que se encontró en muchas situaciones en que los asesinos trataron de ahogarlo.

Cuando Moisés salió de Egipto (el mundo) con el pueblo y el faraón los perseguía para volverlos a esclavizar o matarlos se encontraron atrapados de frente con el Mar Rojo que los iba a ahogar si trataban de cruzarlo, pero el Señor lo abrió y pudieron cruzar en seco y ahogó a los que los perseguían. Los asesinos que trataron de ahogarlos terminaron ahogados. Nuevamente fue salvado de morir ahogado. Hebreos 11:29 Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados.

Cuando Moisés estaba en las aguas de Meriba, el pueblo empezó a desfallecer, a murmurar y a querer ahogar la fe de Moisés, por haber salido de Egipto, del mundo y quisieron regresar a Egipto. Hebreos 11:27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible Cuanta gente quiere ahogar nuestra fe, y no es gente del mundo, sino gente del pueblo de Dios, que cuando están en el desierto quieren ahogar la fe y hasta regresar al mundo porque piensan que morirán en el desierto. Las aguas de Meriba tampoco pudieron ahogarlo.

Puede haber persecución, pueden haber ataques contra nuestra vida, podemos estar en angustias, sentirnos atrapados, sentirnos ahogados por el desierto o las pruebas pero Dios nos dice hoy: NO SE VAN A AHOGAR. Vamos a seguir adelante. El enemigo y asesino de nuestras vidas quiso destruir la vida de Moisés, ahogarlo con persecución, para impedir el propósito tan grande que Dios tenía para su vida, pero Dios lo hizo prevalecer y así mismo hará con nosotros porque tenemos propósitos en EL.

II. VIOLENCIA
SRV Génesis 6:5 Y vió Jehová que la maldad (malicia) de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 11 La tierra estaba corrompida delante de Dios; estaba llena de violencia. 13 Entonces Dios dijo a Noé: "He decidido el final de toda carne, porque la tierra está llena de violencia por culpa de ellos. He aquí que los destruiré junto con la tierra.

En los tiempos de Noé, como ahora, la tierra estaba llena de violencia. Cuando se habla de violencia se refiere a la fuerza física y a la perversión sexual. Y esa fue la razón por la que Dios envió el diluvio en el tiempo de Noé, para destruir la humanidad. Toda la humanidad fue ahogada por la violencia que había; familias enteras, niños, ancianos, animales, todos se ahogaron, con excepción de la familia de Noé y el haber construido el arca para salvar su familia lo convirtió en héroe de la fe. R60 Hebreos 11:7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.

Nada nos va a ahogar, porque Dios nos hace estar con nuestra familia, dentro del arca sobre la superficie de las aguas. RVA Génesis 7:18 Las aguas crecieron y se incrementaron tanto sobre la tierra que el arca flotaba sobre la superficie de las aguas. Así que no temamos a las corrientes de las aguas del mundo que quieran ahogarnos, porque como dice la Biblia: RVA Hechos 16:31 Ellos dijeron: --Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa.
Entonces confiemos en su promesa, descansemos en que las palabras de Dios son vida y son verdad, no nos ahogaremos ni nosotros ni nuestra familia. Gen 7:7 Entonces entró Noé en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, a causa de las aguas del diluvio. Dios va a actuar con cada uno de nosotros y por familias. Las aguas de la Violencia no nos van a ahogar.

III. MIEDO
RVA Mateo 14:28 Entonces le respondió Pedro y dijo: --Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 Y él dijo: --Ven. Pedro descendió de la barca y caminó sobre las aguas, y fue hacia Jesús. 30 Pero al ver el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó diciendo: --¡Señor, sálvame! 31 De inmediato Jesús extendió la mano, le sostuvo y le dijo: --¡OH hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

Nosotros no estamos para vivir bajo el agua, sino para estar sobre ella, sobre todo aquello que nos agobia, sobre los problemas, sobre las presiones, como Pedro, uno de los discípulos de Jesús. El orden de los acontecimientos con Pedro no fue que no caminó, se hundió y tuvo miedo, sino que caminó, tuvo miedo y se hundió. El pudo caminar sobre las aguas, pero el miedo al viento fuerte y la duda lo hicieron que se hundiera. El miedo nos quiere ahogar. Pedro era un pescador, acostumbrado a estar en el agua pero vino la tormenta, el viento fuerte y cuando eso pasa hay que ir a buscar a Jesús. Mientras Pedro iba a Jesús él caminó sobre las aguas pero tuvo miedo y comenzó a hundirse. Nos puede dar miedo ir a Jesucristo porque sabemos que tenemos que renunciar a muchos deleites terrenales y carnales y además nos da miedo el fallarle a Dios porque sabemos que somos débiles, Pedro gritó con angustia, como la mujer del principio, porque se ahogaba pero Dios nos dice que caminemos sobre las aguas hacia él, con nuestra mirada puesta sobre él, porque el nos sostendrá, no nos dejará ni nos desamparará, no importa lo que diga la gente, ni aún lo usted piense, porque él calmará toda angustia. Cuando sintamos que todo se está acabando y nuestra barca hundiendo, no miremos los vientos, no miremos las olas, sino que proclamemos a Cristo y su palabra y digamos: “No me voy a ahogar”. La barca puede ser su casa, su familia, su ministerio, pero es terrible tener todo y que Jesús no esté en allí, porque cuando Jesús entra en el arca, toda tormenta se calma, así que no dejemos que Jesús se salga de nuestra barca.

IV. ESPÍRITUS INMUNDOS
RVA Marcos 5:1 Fueron a la otra orilla del mar a la región de los gadarenos. 2 Apenas salido él de la barca, de repente le salió al encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo. 12 Y le rogaron diciendo: --Envíanos a los cerdos, para que entremos en ellos. 13 Jesús les dio permiso. Y los espíritus inmundos salieron y entraron en los cerdos, y el hato se lanzó al mar por un despeñadero, como dos mil cerdos, y se ahogaron en el mar.

Esta es una historia de la misericordia de Jesús sobre la vida de un endemoniado gadareno. Jesús lo liberó de una legión de espíritus inmundos que lo atormentaban y permitió que entraran en unos cerdos que fueron ahogados en el mar, en lugar de él. Van a haber espíritus inmundos que pueden atormentarnos, vicios que puedan hacernos gritar y herirnos, pero Dios no permitirá que seamosahogados por esos Espíritus Inmundos, sino que nos va a liberar de angustias, tormentos, espíritus inmundos y demonios. No estamos hechos para ahogarnos en esta tierra.

V. DEUDA Y ESCASEZ
RVA Mateo 18:28 Pero al salir, aquel siervo halló a uno de sus consiervos que le debía cien denarios, y asiéndose de él, le ahogaba diciendo: "Paga lo que debes." 29 Entonces su consiervo, cayendo, le rogaba diciendo: "¡Ten paciencia conmigo, y yo te pagaré!” Las deudas y la escasez quieren ahogarnos, y pueden hacer que tomemos decisiones que pueden destruir a nuestra familia, porque cuando esto nos acontece lo que pensamos es irnos a otro país, a otro lugar a trabajar y separar la familia. Las deudas no nos van a ahogar. Tomemos como ejemplo a Noemí, que estaba en Belén, la casa del pan, había hambre en ese momento en el país, y en vez de buscar a Jehovah Jireh el Proveedor, se fue con su esposo y sus dos hijos a otra ciudad. Esto en vez de ser un bien para ella y su familia, la destruyó, por lo que regresó sola y amargada a la casa del pan.

La forma de salir de los momentos de escasez y de las deudas es sembrando en Dios, porque hay una ley universal de la siembra y la cosecha; que el que siembra, cosecha, y de usted depende si quiere cosechar mucho o poco. Dios es legal y fiel a su palabra, y si él lo ha dicho, él lo hará. RVA Eclesiastés 11:1 Echa tu pan sobre las aguas, porque después de muchos días lo volverás a encontrar. 6 En la mañana siembra tu semilla, y por la tarde no dejes reposar tu mano; porque tú no sabes cuál será mejor, si esto o lo otro, o si ambas cosas son igualmente buenas.

Debemos entender que las cosas espirituales no son iguales a las terrenales, y que a nuestros propios ojos es difícil sembrar cuando no tenemos, o tenemos poco, pero Dios quiere ver fe en nuestras obras; y además sembrar en Dios (en la obra y en los hermanos necesitados) es un terreno fértil que dará buenos frutos. RVA Proverbios 11:24 Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen indebidamente, sólo para acabar en escasez. 25 El alma generosa será prosperada, y el que sacia a otros también será saciado. Demos en tiempo de escasez y deuda y Dios nos recompensará. No demos con la esperanza de recibir algo a cambio, sino que hagamos de dar un hábito, tomemos como ejemplo a nuestro Dios que no retiene en su mano toda cosa buena para sus hijos y que aún lo más precioso y valioso que él tenía lo dio por nosotros, a su hijo Jesucristo.

CONCLUSIÓN
Hay muchas cosas que van a querer ahogarnos, pero sabemos que aunque lo intenten, vamos a caminar sobre las aguas con nuestra vista fija en nuestro Señor Jesucristo, porque él nos sostiene y nos dice que no temamos.

Las cosas que pueden ahogarnos son:

1. PERSECUCIÓN
2. VIOLENCIA
3. MIEDO
4. ESPÍRITUS INMUNDOS
5. DEUDAS Y ESCASEZ

Dios nos hizo para estar sobre las aguas, no debajo de ellas, de modo que no hay forma de que nos puedan ahogar, no fuimos hechos para ser ahogados, sino para prevalecer sobre todo. En la única agua que busquemos ahogarnos y hundirnos es en el agua de su palabra, y no dejemos que las preocupaciones, engaños de las riquezas, placeres de la vida ahoguen su palabra, sino que Dios la convierta en vino y vivamos sumergidos en el gozo por la vida que solo nos da Dios. ¡Aleluya!