Libres de ataduras
“Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no
puede permanecer. Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no
puede permanecer. Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no
puede permanecer, sino que ha llegado su fin. Ninguno puede entrar en la casa
de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá
saquear su casa.” Marcos 3:24-27
Jesús nos revela en el evangelio de Marcos el actuar del
enemigo, la división, pues el enemigo sabe que si logra dividir: un país, una
nación, un hogar (que no está fuerte) será más fácil lograr su objetivo: Robar,
matar y destruir (Juan 10:10).
Adicionalmente el Señor nos enseña dos cosas importantes: La
primera, si no estamos preparados y fortalecidos seremos presa fácil para el
devorador; y la segunda, si creemos que somos como aquél hombre fuerte que
describe el pasaje de hoy (que para ser hurtado necesita ser atado), Satanás
está buscando la manera de lograrlo, pues su objetivo es atarnos para luego
saquearnos, robarnos, por eso Jesús nos indica la importancia de estar siempre
preparados.
Cuando leí este pasaje quedé impactado pues pensé: ¿qué es lo
que el enemigo quiere atar en la vida del creyente, para así luego poder
saquearnos? La respuesta que el Espíritu Santo me reveló fue: Nuestros
pensamientos, pues bien hemos oído que un pensamiento se convierte en un
sentir, y un sentir termina reflejándose en un actuar. Por eso vemos desde el
inicio de la creación a Satanás tratando de “atar nuestra mente” con
pensamientos totalmente contrarios a los de Dios: “Entonces la serpiente dijo a
la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán
abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” Génesis
3:4-5. El resultado de dejar “atar nuestra mente” con mentiras disfrazadas de
verdades, fue permitirle a Satanás que saqueara nuestras vidas, pues al Eva
dejarse seducir por esta mentira y dejarla anidar en su mente como una verdad,
terminó siendo instrumento en las manos del enemigo para conducir a Adán a que
también desobedeciera a Dios, lo que dió como resultado que entrara el pecado a
saquear la vida del hombre. Hoy en día vemos que el modus operandi del enemigo
sigue siendo el mismo, dividir y levantar nación contra nación, reino contra
reino, familia contra familia, hermano contra hermano (Mateo 24:7a), pues bien
dice un dicho popular: “divide y reinarás”.
Hermanos el Señor nos está revelando las estrategias y
artimañas que usa el enemigo para acabar y derribar nuestras vidas en general:
atar nuestros pensamientos, pero también nos está revelando la clave en el
versículo 27 para que ninguno de nosotros perezca y caiga: “NINGUNO PUEDE
ENTRAR EN LA CASA DE UN HOMBRE FUERTE”. El Señor nos está alertando sobre las
mentiras usadas por el enemigo para destruir nuestras vidas y depende ahora de
nosotros tomar las precauciones necesarias para no caer en ellas, pues si
ignoramos esta realidad seremos como aquél hombre simple que sigue adelante,
como quien está a ciegas, y sufre después las consecuencias (Proverbios 27:12)
¿Queremos aprender a ser como aquél hombre fuerte que no se
deja saquear? Espera el devocional de mañana.
Oración.
«Señor, ¡Cuánta verdad nos revelas a diario en Tu Palabra!
Gracias por alertarnos y mostrarnos las estrategias que el enemigo utiliza a
diario para destruir nuestras vidas, pero sobre todo gracias, porque en Tu
Palabra descubrimos que Tú has vencido y que has venido a nosotros para que
tengamos vida en abundancia. Amén.