miércoles, 21 de septiembre de 2022

Quiero, pero no puedo

 

Quiero, pero no puedo


“Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí” Romanos 7:19-21.

“Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” Romanos 8:10-11.

Si quieres hacer el bien, pero no puedes, necesitas saber que en Cristo sí puedes, pues “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

¿Quién me librará de esta tendencia a no hacer el bien que quiero sino el mal que no quiero? La respuesta es Cristo mismo viviendo en mí por medio de su Espíritu, ya que por el Espíritu podemos hacer morir las obras de la carne: “porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis” (Romanos 8:13).

Debemos saber que Cristo ya nos dio su justicia por medio de la fe para que andemos vestidos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad, andando en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante (Efesios 4:24, Efesios 5:2).

Si Cristo está en nosotros, el pecado no tiene poder sobre nosotros para llevarnos esclavos a repetir los mismos terribles errores que practicábamos antes. Somos ahora vivificados por el mismo Espíritu que levantó a Jesús de entre los muertos para hacer la voluntad de Dios y vivir una vida abundante, entonces ¿qué harás al respecto ahora que la palabra de Dios te recuerda que Cristo mora en ti?   Oración inicial

«Padre tú me has dado la victoria sobre el pecado gracias a la obra de Cristo en la cruz, quiero vivir ahora en la justicia y santidad que esta verdad me revela, sabiendo que ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.