jueves, 24 de noviembre de 2022

Tu rostro buscaré

 

Tu rostro buscaré


«Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová» Salmos 27:8.

Qué precioso es ver todo lo que el Señor ha inspirado, los mejores poemas, cánticos, entre otros; y en este pasaje en especial, podemos ver a David siendo inspirado por Dios, para recitar uno de los Salmos más bellos que hablan de la necesidad, en el corazón del creyente, de buscar al Señor; necesidad que surge en nosotros debido a la restauración que hizo Jesucristo en nuestra relación con el Padre.

Recordemos que en Génesis se nos revela cómo el hombre al desobedecer a Dios y darle acceso al pecado tuvo grandes consecuencias, entre ellas, que el espíritu de todo ser humano muriera; espíritu que es tan necesario en nuestras vidas, ya que es el que nos permite relacionarnos con Dios; al suceder esto vemos cómo la relación entre Dios y el ser humano se rompe, y cómo afecta aun hasta nuestro anhelo de buscarle (Romanos 3:11b, Salmos 14:2-3). Pero hoy, podemos decir a Dios ¡Gracias!, porque Él mismo fue quien tomó la iniciativa y nos dijo: “Heme aquí” (Isaías 65:1), y envió a su Hijo Jesucristo para que por su obra redentora, en la cual hemos creído, Dios nos diera un espíritu nuevo para volver a relacionarnos con Él, ser sensibles a Su voz y entender el anhelo que tanto, nuestra alma y nuestra carne, tienen de buscarle (Ezequiel 36:26, Salmos 63:1b).

Hermanos, busquemos a Dios de todo corazón, siendo conscientes de que cuando lo hacemos lo hallamos, pues Él lo prometió. En oración, digámosle hoy: ¡Señor, todo mi ser te anhela! por eso en todo momento tu rostro buscaré.  Oración.

«Padre, que nunca se aparte de mi corazón el anhelo de buscarte. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.