jueves, 24 de mayo de 2018

ATENCIÓN
!... AHORA ES EL TIEMPO

En cualquier momento, cuando nadie lo espere, Dios destruirá las obras que se edificaron sobre el fundamento de la soberbia, la rebeldía, el robo y la corrupción.

Ay de aquellos gobernantes que se han adueñado de los pueblos y los han llevado a la peor de las miserias, en el momento menos pensado, sus “fortalezas” serán derribadas. Dios ya decretó su sentencia...

“He aquí, yo traigo mis palabras sobre esta ciudad para mal y no para bien”
Jeremías 3:16


“¡Ay de la ciudad rebelde y contaminada y opresora! No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en el Dios Eterno, no se acercó a su Dios. Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana. Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley. Dios en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la vergüenza”
Sofonías 3:1-5




¡AHORA ES EL TIEMPO!

Para poner atención a las advertencias de Dios.

Para arrepentirse de los pecados.

Para acogerse bajo la amnistía que Dios ofrece por medio de Jesucristo.

Para abstenerse de toda maldad.

Para sembrar la semilla del evangelio de Jesucristo.




¡MUCHA ATENCION!

“Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!

Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia”

2 Pedro 3:7-13