lunes, 25 de noviembre de 2019

Como a vaso frágil


Como a vaso frágil
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”, 1 Pedro 3:7
Nos han enseñado a los hombres que somos la cabeza del hogar y a tener autoridad, pero no debemos ser autoritarios, no debemos ser duros con las mujeres ni con nuestra familia, ni impositivos, sino tratar a todos con amor y ternura.
Nuestro compromiso es santificar a nuestra esposa, hermanos y/o a quienes tengamos a cargo, con la Palabra de Dios; porque la responsabilidad Bíblica de todo varón es ser el pastor de su familia, enseñando con diligencia la Palabra de Dios a sus hijos y a su cónyuge, con amor. Si hemos de corregir que sea “suavecito y al oído”, esto es, con ternura, con paciencia y amabilidad, porque como nos enseña la Palabra de Dios, el amor no se irrita fácilmente, no guarda rencor. (1 Corintios 13).
Pidamos a Dios que nos llene de todo su amor, tratemos a quienes tenemos bajo autoridad con cariño y suavidad, con todo respeto y a las mujeres como a vaso más frágil, porque participan por igual del regalo de la nueva vida que Dios nos ha dado por la fe en Cristo, así nuestras oraciones no tendrán estorbo. Entonces seremos verdaderos protectores y proveedores de nuestro hogar. Oración.
Señor, ayúdame a ejercer con sabiduría y amor el rol que has dispuesto para mí, sabiendo que de todo tendré que dar cuenta, ayúdame a ser administrador fiel del amor que estoy llamado a compartir. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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