sábado, 20 de marzo de 2021

Jesús llevará su iglesia (Parte 1)

 

Jesús llevará su iglesia (Parte 1)


«Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo» Hechos 1:6-11

Después de la Resurrección Jesús permaneció con sus discípulos cuarenta días dándoles instrucciones y hablándoles acerca del Reino de Dios, para luego ascender al cielo frente a la mirada de sus discípulos. Estos, atónitos y con sus ojos puestos en el cielo, reciben la más alentadora promesa, que Jesús vendrá, así como le habían visto subir al cielo, pues Jesús mismo lo había dicho: «Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis» Juan 14:3.

En la agenda de Dios hay un día y una hora programada para llevar a su iglesia con Él, viene por aquellos que conforman el cuerpo de Cristo, su iglesia, aquellos que han lavado sus pecados en la sangre del Cordero, aquellos que han nacido de nuevo reconociendo y aceptando a Jesús como su único y suficiente Salvador.

La pregunta es: ¿Estás listo para irte con el Señor? ¿Has recibido a Jesucristo en tu vida? Dice la biblia en Juan 1:11 «A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron». Es sorprendente cuando Jesús entró a Jerusalén montado en un borriquito en medio de voces de júbilo, en tanto en la sinagoga, los ancianos y maestros de la ley, predicaban que vendría el Mesías prometido en las Escrituras, a redimir a su pueblo, sin entender que ese mesías ya caminaba por las calles de Jerusalén.

Así están muchos hoy, embebidos en la rutina, afanados por la vida, saturados con la codicia, hundidos en el pecado, sin darse cuenta que Jesucristo está llamando a la puerta de su vida, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad; Dios quiere salvar a toda la humanidad, por tanto, confiesa con tu boca que Jesús es el Señor y cree en tu corazón que Dios le levantó de los muertos y serás salvo.

Hermano, Jesucristo viene por su iglesia para estar con Él por toda la eternidad.   Oración.

«Amado Padre, doblego mi corazón ante ti, arrepentido de todo pecado y maravillado de tu grandeza y de cuán perfecto eres. Sé que llegará el tiempo final y la puerta se cerrará, te ruego por los míos que aún no te han recibido, toca su corazón para que te busquen y sean librados del terrible día. Por mi parte, quiero mantenerme puro en tu presencia, creyendo que me iré contigo, seré transformado y vestido con vestidos resplandecientes. Señor Jesús, espero tu regreso. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.