jueves, 5 de septiembre de 2013

La seguridad no tiene límites

La seguridad no tiene límites

Puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios.

Hebreos 7:25

El alcance de su seguridad como creyente es tan ilimitado como su certeza es absoluta. En realidad, la expresión "perpetuamente" en el versículo de hoy literalmente significa "por completo" o "para siempre". La seguridad de la salvación es absolutamente amplia, sin salvedades ni límites.

El infalible decreto del Padre de seguridad para los cristianos se cumplió misericordiosa y completamente mediante la obra de su Hijo en el Calvario (vea 1 Jn. 2:1). Y esa seguridad es lo bastante firme como para que dure toda su vida en la tierra, hasta que usted llegue a la presencia del Señor. El apóstol Judas presenta esta alentadora bendición, en la que siempre usted puede confiar: "Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría" (Jud. 24).                     La providencia de Dios

A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.

Romanos 8:28

Muchas veces Dios toma todo lo que Él permite que les ocurra a los cristianos, aun lo que les parece lo peor, y convierte esos acontecimientos finalmente en bendiciones. Esa es la divina providencia obrando.

Sin que importe cuál sea su situación, de felicidad, prosperidad y comodidad; o de tristeza, dolor y dificultades, a través de ella Dios obra para hacer lo que finalmente es mejor y de más bendición para usted.

En su providencia, el Señor usa "todas las cosas", circunstancias desagradables y perjudiciales así como las que son buenas y agradables, para ir haciendo de usted la persona que Él quiere que sea. Cuando se enfrente a las luchas de la vida, recuerde lo que Dios le prometió al apóstol Pabl "Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad" (2 Co. 12:9). Esa promesa es también para usted.