miércoles, 3 de diciembre de 2014

1ª Samuel 12:14

1ª Samuel 12:14
Si temiereis a Jehová y le sirviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a la palabra de Jehová, y si tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros servís a Jehová vuestro Dios, haréis bien.



Amor. Gracia. Misericordia.
Recuerdo algunos comentarios de personas diciendo que el Dios del antiguo testamento es un dios iracundo y de destrucción. ¡Qué alejados de la realidad! Si bien, encontramos guerras y destrucciones, siempre están acompañadas de una increíble capa de amor, gracia y misericordia. En este pasaje volvemos a ver estas características de Dios. Recuerda que los israelitas habían pedido un rey haciendo a un lado a Jehová. A pesar de ello, Dios no se llena de coraje hacia ellos ni busca vengarse porque pidieron un rey humano. Él deja instrucciones para que nosotros, a pesar de nuestra rebeldía, podamos encontrar el camino hacia Él.
Este es el Dios de la biblia. El que nos busca. El que nos ama. El que quiere que nos reconciliemos con Él. El que tiene planes increíbles para nosotros. El que quiere llevar nuestras cargas. El que quiere darnos paz. ¿No se te hace chiquito el corazón al comprender lo que es Dios y cómo se preocupa por ti y por mí?
Por otro lado, es importante entender que es Él y solo Él quien trazó la línea y los parámetros a seguir para tener comunión. No se trata de inventar buenas acciones ni de tomar unos cuantos versículos sino de estudiar su palabra fielmente para acercarnos como Él lo pide. Y ¿qué nos pide? Que le temamos, le sirvamos, oigamos su voz y la obedezcamos. Entonces haremos bien.
¿Temer a Dios? Sí. Ahora queremos tener la idea de Dios como un compañero, como un confidente o como nuestro asesor. No lo es. Es el Señor. Es el Creador. Es el Rey de reyes. Si a una persona que no conoces le hablas de usted. Si a una persona destacada se le dirige con cierto respeto. ¿Cuánto más le debemos mostrar a Jehová? Antes de Cristo los sacerdotes morían al instante por no haber sido purificados correctamente y entrar a la presencia de Dios en el lugar santísimo. Dios no es un juego. Dios no se toma a la ligera.
Servicio. Entregar nuestra vida a los demás. Entregar nuestro tiempo y esfuerzo a la obra de Dios. Escuchar. Podemos atender a varias predicaciones. Nos podrán dar muchos consejos, pero si no escuchamos, realmente nada está entrando a nuestra cabeza y nada cambiará en nuestra vida. Debemos escuchar para saber qué dirección muestra Dios para nuestras vidas. Rebeldía. ¿Te tengo que explicar? Cada vez que haces lo que tú quieres por encima de lo que Dios te dice que hagas…
Dios no quiere que pasemos un mal rato. No quiere verte sufrir ni estar agobiado. Él te ama y por ello te dice qué hacer para que tu vida sea diferente, para que sea plena. Él quiere mostrarte su amor, gracia y misericordia. A ti te corresponde temer, servir y no ser rebelde.

Oración
Señor: gracias por tu amor y misericordia. Perdona mis pecados y ayúdame a entender cómo vivir en temor, servicio y obediencia a Ti. En Cristo Jesús
Amén