martes, 12 de mayo de 2015

Salmos 4:2-3

Salmos 4:2-3

Y ustedes, señores ¿hasta cuándo cambiarán mi vergüenza?  ¿Hasta cuándo amarán ídolos vanos e irán en pos de lo ilusorio?  Sepan que el Señor honra al que le es fiel; el Señor me escucha cuando le llamo.



La madurez espiritual no llega con los años sino con la entrega de tu vida a Jehová.  Te lo repito: no importa el número de años que tengas de conocer de Dios y Cristo, esto no te da madurez espiritual.  Solamente puedes crecer y madurar cuando has decidido obedecer y servir a Dios en cada área de tu vida.  No lo digo para desanimarte sino para abrirnos los ojos mutuamente y dejar de pensar que por el pasar de los años nos convertimos en “adultos” espirituales.  Pablo, en su carta a los corintios nos explica en el capítulo 3 la diferencia entre ser carnales o espirituales y cómo es nuestro deber buscar el crecimiento espiritual.  Al leer este pasaje, me doy cuenta que David y Pablo están en la misma línea con Dios al entender la necesidad de dejar atrás la carne y perseguir al espíritu.  ¿Cuándo van a dejar los ídolos y lo ilusorio?  Sepan que el Señor honra al que es fiel.  Lo ilusorio es todo lo que tu carne busca.  Todo aquello que va en contra del espíritu.  ¿Cómo lo reconoces en la vida diaria?  Simple.  Lo que satisface de manera momentánea es carnal.  Lo que satisface de manera completa y permanente es del espíritu.  Por ejemplo, enojarte con alguien y dejar que tu ira tome el control, gritarle o simplemente guardar el enojo con rencor y coraje, da mucho placer a la carne.  Es lo que tu cuerpo grita que hagas ¿cierto?  Le dijiste lo que “merecía” te dirá la gente y te sentirás orgulloso de ti mismo.  Por el contrario, cuando buscas al espíritu, recuerdas Proverbios 15:1 que dice: la blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.  ¿Te das cuenta?  ¿Pero cómo lograr esto?  Honestamente va en contra de nuestra naturaleza y por ello, solamente Dios puede, a través de su Espíritu que mora en nosotros, hacer un verdadero milagro y transformar nuestras actitudes.  Piénsalo.  Poner la otra mejilla nunca ha sonado como un buen plan.  ¡Al contrario!  Sin embargo, lo ilusorio a lo que David hace referencia es justamente eso.  Pensar que la manera de actuar del mundo es mejor que la de Dios.  No confíes en tu carne.  No confíes en tus instintos.  Confía obedeciendo a Jehová y Él promete que te honrará y escuchará por serle fiel.  Medita en esto.  No es fácil pero definitivamente es un parte aguas para definir si realmente eres o no un seguidor de Cristo.

Oración

Padre: yo no puedo cambiar pero hoy aprendí que tu puedes hacer milagros en mi vida y cambiar lo imposible.  Pon en mi corazón y en mi boca la blanda respuesta en lugar de la ira.  Pon en mi corazón tu voluntad por encima de la de mi carne.  Pon sabiduría en mi para poder darme cuenta cuando estoy cometiendo errores y persiguiendo lo ilusorio.  Padre, yo quiero ser diferente.  Yo quiero ser honrado y escuchado por Ti.  Yo no quiero estar amando a los ídolos y caminando hacia el destino equivocado.  Alumbra mi camino y guía mis pasos mi Dios.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén