jueves, 1 de julio de 2021

Seamos cristianos radiantes

 


Seamos cristianos radiantes

«Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán. Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre. Busqué a Jehová, y Él me oyó, y me libró de todos mis temores. Los que miraron a Él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados». Salmo 34:1-5

«Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios». Éxodo 34:29

Las bendiciones que describe este salmo son para nosotros pero requieren de nuestra participación activa; podemos apropiarnos de ellas cuando le buscamos de corazón, cuando clamamos a Él, cuando confiamos fielmente en su Palabra, cuando le tememos con reverencia y genuino amor, cuando cuidamos nuestra lengua y quitamos el engaño de nuestra boca, cuando nos apartamos del mal, hacemos lo bueno y decidimos de manera consciente y responsable obedecer en todo, cuando buscamos la paz con los demás, cuando servimos con humildad. Que nuestro deseo más grande sea estar siempre en la presencia de Dios, reconociéndolo y reverenciándolo, como Moisés, quien después de estar con Él por largo tiempo, su rostro resplandecía.

Este salmo expresa un espíritu de confianza y fe en Dios, y todos aquellos que miran a Él con la confianza que el Señor está obrando en sus corazones reflejan su luz, de tal manera que se vuelven radiantes, como dice el Verso 5 «Los que miraron a Él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados». Esto es rebosar de gozo interno, un gozo que se refleja en los ojos y en el rostro. Ojalá todos quisiéramos ser cristianos radiantes. Mirémonos en un espejo y preguntémonos si nuestro rostro irradia un buen testimonio de Jesucristo. Recordemos que el rostro es el espejo del corazón ¿Ve la gente en nosotros a Jesús?   Oración.

«Señor, cuando damos el primer paso de obediencia para seguirte descubrimos cuán bueno y bondadoso eres con nosotros. Señor Tú eres fuente de toda bendición, nos librarás del temor, de todas las angustias, nos defenderás y suplirás todo lo que nos falta, escucharás nuestro clamor y serás nuestro socorro, ayúdanos a apropiarnos de todas estas bendiciones al confiar, obedecer y buscar tu rostro cada día. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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