domingo, 4 de septiembre de 2022

Acuérdate del día de reposo para santificarlo

 

Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Parte 1


«Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; más el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó» Éxodo 20:8-11.

El cuarto mandamiento, nos revela varios principios profundos que Dios quiere que obedezcamos para nuestro bien.

Lo primero que debemos entender es que “santo” significa apartado, el mandamiento claramente dice que debemos apartar un día en la semana para nuestro descanso, pero dice que Dios hizo todo en 6 días y en el séptimo descansó, ¿necesita Dios acaso descansar? Lo veremos en un momento, pero primero debemos entender el propósito del día de reposo y nuestro Señor Jesús lo explicó claramente: “También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo” (Marcos 2:27). ¡Fue un regalo de Dios para el hombre!

El día de reposo nos recuerda que nuestro descanso es Dios mismo, y cuando dice que Él descansó de sus obras en el séptimo día, está revelando en este mandamiento lo que nos haría descansar de nuestras obras: “Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas” (Hebreos 4:10). La obra de Cristo en la cruz, su muerte y resurrección, nos hizo descansar del pecado que nos esclavizaba y agobiaba, de nuestro propio esfuerzo infructuoso por hallar paz y fue un regalo inmerecido, que por medio de la fe hemos recibido para entrar en la tierra prometida espiritual que es Cristo mismo, esto es reafirmado con su declaración: “porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo” (Mateo 12:8)

Así que, por medio de la fe en Jesús, procuremos entrar en el reposo de Dios, pues así como a Israel, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, pero debe ir acompañada por fe para que no sigamos el ejemplo de aquellos a los que se les anuncia el evangelio pero no quieren entrar en el reposo de Cristo y por tanto no disfrutan de su paz. (hebreos 4:6,11)

Veremos en el devocional de mañana otro principio de este cuarto mandamiento que estamos llamados a obedecer.  Oración.

«Padre, descanso en ti gracias a la obra de Cristo, me ha comprado con su sangre preciosa para pagar por mis pecados, por esto hallo descanso de mis obras, de mi propio esfuerzo en tus verdes pastos de amor. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.