viernes, 6 de julio de 2012

¡ABRID EL DEPÓSITO!


¡ABRID EL DEPÓSITO!
 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo.
 En la Palabra de Dios hay ricas minas de verdad que si las exploráramos toda nuestra vida, encontraríamos que tan solo hemos comenzado a ver sus preciosos tesoros... Se necesitará de toda la eternidad para comprender las riquezas de la gloria de Dios y de Jesucristo...
Cristo ha dicho: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba"  ¿Habéis extinguido ya la fuente? No, porque es inextinguible.  Podéis beber tan pronto como sintáis necesidad, y beber de nuevo.  La fuente siempre está llena. Y una vez que hayáis bebido de esa fuente, no procuraréis apagar vuestra sed en las cisternas rotas de este mundo... No, porque habéis bebido de la corriente que alegra la ciudad de Dios.  Entonces vuestro gozo será pleno, pues Cristo será en vosotros la esperanza de gloria
Jehová Emanuel, "en el cual están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento" y en el cual "habita toda la plenitud de la Divinidad corporalmente", conocerle, poseerle, mientras el corazón se abre más y más para recibir sus atributos, saber lo que es su amor y su poder, poseer las riquezas inescrutables de Cristo, comprender mejor "cuál sea la anchura y la longura y profundidad y la altura, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de da plenitud de Dios", "ésta es la herencia de los siervos del Señor, ésta es la justicia que deben esperar de mí, dice el Señor" (El Discurso Maestro de Jesucristo,
No hay necesidad de que pasemos hambre ni sed, al paso que el depósito del cielo está abierto para nosotros y la llave nos es entregada.  ¿Cuál es la llave?  La fe, que es el  don de Dios. Abrid el depósito, tomad de sus ricos tesoros