sábado, 21 de octubre de 2023

Jesús es mi estandarte

 

Jesús es mi estandarte


“Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi” Éxodo 17:15

“Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa”. Isaías 11:10

Jehová- nisi en el hebreo es traducido como bandera, estandarte, pendón, señal, símbolo. En el diccionario de la lengua española es una insignia distintiva de los regimientos, batallones o agrupaciones militares; una bandera colgada de una hasta que representa a una institución, grupo o nación; y si esta se alza significa un triunfo.

Recordemos en la batalla contra Amalec que cuando Moisés alzaba sus brazos, Israel prevalecía; cuando los bajaba, Amalec avanzaba. Cuando Aarón y Hur se dieron cuenta de esto, le sostuvieron las manos a Moisés hasta acabar la batalla. Ese día Dios les dio la victoria y en agradecimiento, Moisés edificó un altar y lo llamó Jehová-nisi diciendo con esto que Jehová era su bandera, su estandarte mostrando que el Señor le había dado la victoria frente a su enemigo.

En lo espiritual Jesús es nuestro pendón, nuestro estandarte y su señal es de victoria, fue alzado en la cruz, venciendo al enemigo de nuestras almas. Dios mismo lo elevó como estandarte ante toda la humanidad, cumpliéndose así, las palabras que Jesús dijo en Juan 12:32-33 “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir”. Una señal visible para muchos. La muerte de Cristo en la cruz sería un atractivo al mundo, y lo sigue siendo porque muchos hemos sido atraídos a Él por su sacrificio redentor.

La cruz llegaría a ser como un imán que tiene un poder atrayente, un poder magnético, que atrae a algunos, pero no tiene efecto en otros. En la cruz Jesús atraería a todos, indicando la iniciativa de Dios para llevar la salvación a todo el mundo, llegando hasta los gentiles. Aún dos milenios después de ser levantado de la tierra, el Cristo crucificado sigue atrayendo millares a la fe en Él como el Salvador del mundo. El poder atrayente de la cruz se debe al hecho de que Dios reveló su amor a través de su Hijo Jesucristo, dándolo en propiciación por nuestros pecados, Romanos 5:8.

Jesús es el estandarte de salvación para el mundo entero. Debemos aferrarnos a Él, puesto que también enfrentamos batallas diariamente, luchando contra el sistema de este mundo, que nos quiere apartar de la presencia de Dios, contra los malos deseos de nuestra vieja naturaleza y contra Satanás, nuestro enemigo, que quiere hacernos sentir esclavos del pecado. Hoy necesitamos ampararnos bajo la bandera de Cristo quién ha vencido en la cruz, al mundo, a la carne y a los poderes demoníacos y nosotros hemos recibido los beneficios de su victoria, Colosenses 2:13-15: “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”. Toda la gloria y honra a nuestro amado Salvador.  Oración.

«Gracias Jesús por ser mi estandarte, mi bandera, porque tu muerte en la cruz me dio la victoria sobre la carne, el mundo y Satanás; ahora puedo ampararme bajo tu presencia y entender que contigo soy más que vencedor, que nada me podrá hacer frente, porque tú ya triunfaste en la cruz y me has dado vida eterna y bendición. En el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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