martes, 31 de mayo de 2022

Corre a Jesús

 

Corre a Jesús


“Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él”. Marcos 5:6.

“Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó”. Lucas 15:20.

Estos dos versículos muestran un notable paralelismo, el gadareno vio a Jesús estando lejos y corrió hacia Él; el padre del hijo pródigo ve a su hijo desde lejos y sale corriendo a su encuentro, es como si dijéramos el pecador encuentra a Jesús y el Padre celestial encuentra al pecador.

El pecador está lejos de Jesús y del Padre, por las ataduras humanas y su carácter, dice Marcos 5:4 “Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, más las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar”. Está lejos por su forma de expresarse, por su morada y por la auto destrucción de su cuerpo. Dice Marcos 5:5 “Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras”.

Estaba lejos por su independencia, Lucas 15:12 “y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes”. Estaba lejos por sus acciones de perdición y desperdicio, Lucas 15:13 “No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente”. No importa cual fuera la condición, ambos hombres eran pecadores, separados de la gloria de Dios y su estado era lamentable. Romanos 3:23 nos dice: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”.

Eso nos ha sucedido a todos antes de conocer de Cristo, vivíamos en nuestros delitos y pecados, sin experimentar su amor (Efesios 2:1), sólo bastó un cambio de actitud, un mover nuestra voluntad hacia Él, por eso correr a Jesús es darle la oportunidad para que nos libere, es aceptarlo como el Hijo del Dios Altísimo, saber que tiene algo con nosotros y aceptar el poder que hay en su Nombre como dice Marcos 5:7a “Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?”

El Padre sale al encuentro de nosotros, movido a misericordia, dando el primer paso para acercarse, se echa en nuestro cuello y nos besa a pesar de nuestra suciedad, de nuestros harapos y vida de miseria. Él quiere que volvamos, que nos arrepintamos de nuestras iniquidades y salgamos de la vergüenza y desgracia de una vida de esclavitud. Anhela ponernos ropas nuevas, quitarnos la inmundicia y darnos su inagotable amor, otorgando liberación y sanidad a nuestra vida.

Corramos a Cristo, si estamos esclavos del pecado y rumbo a la perdición de nuestra alma, y experimentemos la vida abundante y de bendición que nos ofrece, porque claramente Jesús lo dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.

Solo en Dios encontraremos el verdadero sentido de nuestra existencia, corramos a Él y volvamos a su presencia, recordemos Job 22:21 “Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien” Oración.

«Amado Jesús, gracias por encontrarme en el camino de la vida, por atraerme a ti con lazos de amor, perdonar mis pecados y sanar mis heridas. Me liberaste de la esclavitud del mundo, la carne y Satanás. Me has dado vida eterna y una nueva esperanza, disfrutando de tu amor inagotable. En el nombre de Jesús. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 30 de mayo de 2022

La eternidad de Dios y la fragilidad humana

 

La eternidad de Dios y la fragilidad humana


“Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño, como la hierba que crece en la mañana. En la mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca”. Salmo 90:5-6.

“Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años como un pensamiento. Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos. ¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu indignación según que debes ser temido? Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”. Salmo 90:9-12.

En esta porción de este salmo se muestra la infinitud de Dios comparada con la brevedad de la vida humana, la verdad es que nuestra vida es quebrantada hasta que vuelve al polvo, como dice Génesis 3:19 “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”. La naturaleza pecadora del hombre es lo que explica la finitud de la vida. Si la vida de alguien se prolonga significa más molestia y trabajo, por eso deberíamos responder a Dios por todos nuestros actos y ser más sabios para vivir, sin malgastar nuestros días con frivolidades en lugar de cultivar lo eterno.

Deuteronomio 33: 27a, nos recuerda que Dios es eterno, dice: “El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos”, haciendo un énfasis en la eternidad de Dios y como la mente humana no alcanza esa trascendencia ilimitada tanto en el tiempo, poder y espacio. Ese es nuestro Dios que ha sido fiel a nosotros y nuestro refugio.

En contraste con el poder de Dios el hombre es como un granito de arena y asimismo en cuanto a su durabilidad, pero está tan ensimismado con los afanes del mundo que no se da cuenta lo pasajero que es; si fuera así, tendría una perspectiva más amplia de la vida y cambiaría sus valores, su forma de pensar y actuar. Dios es soberano y nuestros tiempos están en su mano, por eso, la comparación del hombre con la hierba que se corta y se seca es una ilustración de lo transitorio de la vida, esto debería hacer que la humanidad se dirigiera al temor de Dios.

Pero, realmente muy pocos hemos aprendido a “contar nuestros días” y darnos cuenta de lo efímera que es la vida. La ciencia ha podido medir la distancia del sol, con la luna y las estrellas, y la cantidad exacta de tiempo para que su luz llegue a ellas, pero muchos no han aprendido a contar sus propios días. Sólo Dios nos da la sabiduría para contar, evaluar y juzgar nuestra vida y hacernos entender lo que dice Efesios 5:16 “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.

El mejor tiempo invertido es conocer, amar y servir a Dios, porque estamos haciendo tesoros para lo eterno, por eso el consejo es andar sabiamente. Nuestro refugio eterno está en Dios, cuando somos partícipes de su naturaleza divina al creer en Él y andar en su temor. Jesús lo expresó de esta manera en Juan 17:3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.   Oración.

«Gracias Señor Jesucristo por haberte encarnado para vivir en esta tierra y darme vida eterna a través de tu obra redentora, me liberaste del pecado y de la muerte, me has dado vida eterna y salvación. Ayúdame a vivir con sabiduría el tiempo que tienes destinado para mí en esta tierra, amándote, sirviéndote y compartiendo que hay una eternidad junto a ti, llevando esperanza a los que no la tienen. En Cristo Jesús. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 29 de mayo de 2022

Montes que obstaculizan la fe

 


Montes que obstaculizan la fe

“Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”. Marcos 11: 22-23

Reconozcamos que hay montes en nuestra vida, que no nos dejan avanzar y crecer espiritualmente, nos estancamos cuando estamos ante problemas que son difíciles de resolver o cuando tenemos montañas de culpa e inseguridad que nos impiden vivir victoriosamente y desarrollar nuestro potencial y sólo pueden ser allanadas con la gracia de Dios, cuando entendamos quién es Él y que no hay nada que no pueda hacer. Jeremías 32:27 dice: “He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?”

Mover montañas debería ser una norma de vida de los creyentes, por eso el Señor nos anima a tener fe y a dar pasos para remover todo obstáculo que se interponga. Primero debemos confiar en Él, estando seguros de que no nos va a fallar, quitando todo temor de nuestros pensamientos y afirmando sus promesas en nuestro corazón, como dice Salmos 56: 3-4 “En el día que temo, yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré”.

Cuando nos entregamos sin reservas, estamos convencidos de que Dios proveerá lo que falta y dará solución a nuestro problema porque se interesa por nosotros, por eso deleitémonos en Él, gocémonos en su presencia, su bendición está disponible, pues nos impulsa a una dimensión de dominio sobre las adversidades. Salmo 37:4 dice: “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón”.

Dejemos todo en las manos de Dios y descansemos en Él, “encomendar” es la máxima expresión de confianza porque es desprendimiento total de nuestra carga, de nuestra necesidad, para dejarle la solución a Dios. Salmo 37:5 “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”.

No pensemos más en el problema dice Proverbios 23: 7a “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él”, nos volvemos miedosos y ansiosos cuando nos enfocamos en el problema, no dejemos que el ruido de nuestras dificultades nos impida oír la voz de Dios. Dice hebreos 3:15 “entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación”.

Dios quiere que venzamos la incredulidad, que es el obstáculo más grande de la fe. Santiago 1:6-7 nos recuerda: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.  Oración.

«Señor Jesucristo quiero colocar mis ojos en ti porque eres el autor y consumador de la fe, con tu poder y gracia puedo allanar todo monte que se levante en contra mía y que no me deje ver tu grandeza y potestad, quiero rendirme totalmente en tu presencia en deleite y confianza seguro de que obrarás por encima de cualquier circunstancia. En Cristo Jesús. Amén.      Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 28 de mayo de 2022

La paternidad de Dios

 


La paternidad de Dios

“Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá”. Salmo 27:10

“No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros”. Juan 14:18-20.

Hay faltantes en la vida de muchas personas ocasionados por la ausencia de sus padres, que no estuvieron durante su crianza, o nunca ocuparon el roll que les correspondía, por ser una familia disfuncional. Desafortunadamente hoy hay más hijos separados de sus padres que en tiempos anteriores; son pocas las familias que permanecen unidas, donde ambos padres siempre están presentes. Esto, sumado a la falta de conocimiento de Dios y de los principios establecidos en su palabra para la familia, ha generado hijos inseguros, carentes de afecto y con un concepto errado de lo que es la familia, a tal punto que muchos de nuestros jóvenes no quieren casarse, por temor a repetir la historia.

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo son una familia unida e indivisible; y fuimos diseñados a su imagen y semejanza para nacer y crecer en un entorno familiar sano y amoroso. Es grato y alentador saber que Dios Padre estuvo presente en nuestra concepción y en nuestro desarrollo como dice el Salmo 139:15-16 “No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vio tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. Siempre ha estado con cada uno de nosotros, por eso si hemos tenido sentimientos de abandono y soledad es hora de que entendamos que, aunque padre y madre nos dejen, Dios nos recogerá.

Su corazón paternal nos ama tanto que entregó a su Hijo amado para que estuviéramos unidos a Él eternamente. Dice Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. Cuando recibimos a Jesús no solo se cierra el abismo que causamos con nuestro pecado y que nos alejó de nuestro Padre celestial, sino que entramos a ser parte de su familia, adoptados por el puro afecto de su voluntad (Efesios 5:1), nos acepta en Cristo, tal como somos (Efesios 1:6) y nos hace herederos de todas las promesas dadas en su Palabra (Romanos 8:17).

Cuando Jesús murió, resucitó y ascendió al cielo al lado del Padre, no nos abandonó, envió la presencia del Espíritu Santo para que esté siempre con nosotros. Él no quiere huérfanos, sino gente que viva en plena comunión con el Padre, Hijo y Espíritu Santo en una armoniosa unidad. Un Padre que nos ama, cuida, nos provee y nos corrige porque desea lo mejor para cada uno de sus hijos.

No hay más excusas para la auto conmiseración, tenemos el mejor Padre, que siempre ha estado presente, sólo concédele el primer lugar y usará el derecho de cuidar tu vida con amor y sabiduría.  Oración.

«Padre celestial, gracias porque siempre has estado presente en mi vida, fijaste tus ojos en mí desde que fui concebido y el anhelo más grande de tu corazón es que no me aleje de ti, eres bueno y amoroso y estás dispuesto a bendecirme, me aceptas tal como soy y me has provisto de la presencia consoladora y amorosa de tu Santo Espíritu para que nunca me sienta sólo y desamparado. En el nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 27 de mayo de 2022

Agradando a Dios nuestro Salvador

 


Agradando a Dios nuestro Salvador

«Exhorto, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo» 1 Timoteo 2:1-6

Que extraordinaria exhortación hace Pablo en su carta a Timoteo y que palabra tan actual para aplicarla nosotros en este tiempo difícil, cuando nuestros gobernantes necesitan de un vallado de oración para que vivan y procedan con compasión, virtud y honestidad, así como también orando unos por otros. Aportar a las soluciones es implorar a Dios cada día, levantar altar para Dios en cada casa, no es colocar imágenes con veladoras, sino disponer nuestros corazones para estar en comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones, unánimes alabando y adorando a Dios, pues de esto se agrada Él.

Dios quiere que todos los hombres vengan al conocimiento de la verdad, pero la verdad solo la encontramos en la Biblia. 2 Timoteo 3:16-17 dice: «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra» No hay otro camino para conocer la Verdad de Dios, sino las Escrituras.

También Dios quiere que todos los hombres sean salvos, Jesús dijo: «He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo» (Apocalipsis 3:20). Jesucristo toca a tu vida, solo si lo aceptas en tu corazón y crees en Él serás salvo, pues recibes salvación como regalo de Dios. Debes confesar con tu boca que lo aceptas como el único mediador entre Dios y los hombres. Jesús también dijo: «Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios» (Juan 1:12).

Hermano, si Cristo está en tu corazón eres hijo del Gran Rey y lo más importante es que tu nombre estará escrito en el libro de la vida, así un día será abierto aquel libro y te darán la bienvenida al cielo, porque los nombres que allí no estén inscritos serán lanzados al lago de fuego.    Oración.

«Amado Dios, elevo a ti mi oración, mi súplica y mi acción de gracias, por los que están en altos cargos directivos o de gobierno, para que la sabiduría y la inteligencia que provienen de tu boca sea sobre ellos, para que actúen en toda piedad y honestidad en estos difíciles momentos y ante todo te conozcan a ti a través de tu Palabra. Gracias Señor. Amen. .  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 26 de mayo de 2022

Conforme a vuestra fe os sea hecho

 

Conforme a vuestra fe os sea hecho


“Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho”. Mateo 9:27-29

El Señor nos ha dado una medida de fe a cada uno de nosotros (Romanos 12:3), lo importante no es si nuestra fe es grande o pequeña como un grano de mostaza, sino que tenga el poder suficiente para que el Señor obre en nuestra vida conforme a ella, tan solo necesita que creamos como dice Lucas 17:6 “Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería”.

Para Dios poco es mucho, si tenemos fe. Bastó cinco panes y dos peces para que Jesús diera comida a una multitud. ¿Realmente confiamos que el Señor es suficiente para hacer lo que Él quiere en nosotros?

El énfasis en este pasaje se concentra en la fe de los ciegos. Jesús responde a su clamor, cuestionándolos con esta pregunta: ¿Creéis que puedo hacer esto?, una manera de probar si tenían confianza en su poder para sanarlos. Esa misma pregunta hoy nos la hace el Señor a nosotros frente a la situación que estamos pasando, ¿qué podemos responder? Cuando los ciegos respondieron que sí, Él hizo el milagro.

«Hijo de David» era una expresión común por medio de la cual se identificaba a Jesús como el Mesías, porque se sabía que el Mesías sería descendiente del rey David (Isaías 9:7), siendo el Mesías, se profetizaba que podía dar vista a los ciegos, como dice Isaías 42:7 “para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas”

El Señor realizó muchos milagros sin tener en cuenta la expresión de fe de los que los recibieron, porque es un Dios misericordioso y bueno, que obra en nosotros a pesar de nuestra fe, pero anhela oír de nuestra boca que creemos en Él.

Charles Spurgeon decía: “El mayor de todos los milagros es la salvación de un alma” y es cierto, pero debemos confesar nuestra fe como dice Romanos 10:9-10 “que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.

Después del milagro Jesús les pide a los ciegos, que no compartan su buena noticia de sanidad, para no excitar a las multitudes, pero ellos no se pudieron contener, claramente lo desobedecieron; hoy, el Señor nos pide lo contrario, porque nos manda a publicar las buenas nuevas y muchos nos resistimos a su orden.

Jesús quiere ofrecer sanidad espiritual a un mundo pecador, ciego y enfermo. Contemos lo que ha hecho en nosotros sin temor, y glorifiquemos a Cristo y cumplamos así con el llamado a extender el evangelio hasta lo último de la tierra.   Oración.

«Señor Jesucristo, gracias por haber obrado en mi vida el mayor de los milagros, la conversión de mi alma, que ha traído tantas bendiciones y sanidades en mi caminar contigo, hoy como esos ciegos te doy gracias por abrir mis ojos a la luz de tu evangelio, por darme fe para que obres conforme a ella. Gracias por los que aún están ciegos espiritualmente, permite que yo predique la buena noticia para que reciban salvación, En Cristo Jesús. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 25 de mayo de 2022

Jesús, que seas lo primero en mi vida

 


Jesús, que seas lo primero en mi vida

“Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré” Génesis 22:1-2.

“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal” Mateo 6:33-34.

A veces Dios nos pone a prueba con las prioridades; cuando pasamos por dificultades o estamos muy ocupados con nuestras actividades diarias, tendemos a afanarnos y buscar respuestas en diferentes partes o apoyarnos en las personas en las que confiamos, pero nos olvidamos que el Señor está allí, a nuestro lado, para ayudarnos en el día a día. Nuestra relación con Dios debe ser nuestra prioridad, aun en medio de los problemas, y nuestro amor por Él debe estar por encima de los demás amores, por encima de la visión que haya dado para nuestra vida y aun por delante de las relaciones humanas más estrechas que nos ha permitido tener.

Abraham fue un ejemplo de esto, cuando estuvo dispuesto a obedecer a Dios sin importar el costo. Su gran fuerza era que amaba al Señor más que a cualquier cosa o persona. ¿Es así nuestro amor por Él?

La gracia de Dios nos alcanza siempre en medio de las circunstancias; el Nuevo Testamento nos recuerda que la prueba de Abraham llegó después de que Dios le hiciera las promesas y, por lo tanto, se constituyó como una prueba de fe y de sus prioridades. Veamos hebreos 11: 17-19 “Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir”.

Es normal sentir pánico ante situaciones de la vida que nos superan y llegar a pensar que Jesús está dormido como en Mateo 8:24 “Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía”; consideramos que no está haciendo nada con nuestro problema porque nuestra respuesta natural, ante las dificultades de la vida, es dudar y temer, pero el Señor nos dice en Juan 16:33 que la respuesta debe ser la confianza: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”.

Jesús es capaz de calmar cualquier tormenta y traer paz al alma. Si el Señor ya nos ha mostrado el propósito de nuestra vida, no importa cuántos obstáculos se atraviesen que nos hagan dudar; si es lo que Él realmente quiere, nos ayudará a pasar por en medio de ellos y volverá a encauzar nuestro destino. Nada que nos ocurra está separado del plan que tiene para nosotros.

Aunque a veces tenemos que aguardar por largo tiempo, las promesas de Dios se cumplen oportunamente; durante el periodo de espera, el desafío es seguir confiando en Dios.  Oración

«Señor, aunque a veces las situaciones difíciles son las que yo mismo provoco, quiero aferrarme a ti; deseo con todo mi corazón que tú seas el primero en mi vida, antes que mi familia, trabajo, estudio y amigos, y que entienda que aun en la dificultad, cuando tenga que atravesar el más temeroso mar de pruebas y obstáculos, tú permaneces fiel para ayudarme a cruzarlo. Gracias por estar siempre a mi lado. En Cristo Jesús, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 24 de mayo de 2022

El perfecto juicio de Dios

 

El perfecto juicio de Dios


“Jehová Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame… Jehová juzgará a los pueblos; Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia y conforme a mi integridad” Salmo 7:1; 8.

Muchos problemas se resolverían en este mundo si creyéramos que hay un Dios que juzga con justicia, confiando en que Él finalmente pondrá todas las cosas en orden; pero, mientras no comprendamos esto, seguiremos tomando la justicia con nuestras propias manos para vengar los agravios que las personas nos hacen.

Si creemos que Él podrá juzgar con perfecta justicia, es tiempo de dejar todo asunto en sus manos y empezar a amar a los que tildamos de enemigos, como dice Mateo 5:43-44 “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”.

 

En este mundo enfrentaremos a diario desafíos, malentendidos, decepciones, dudas, pruebas, tentaciones, contratiempos y hasta ataques enviados por el enemigo, y debemos aprender a enfrentarlos en confianza y oración, como lo hizo David, de tal forma que se atrevió a decirle a Dios que lo juzgara conforme a su justicia e integridad. Si somos capaces de esto, es porque sabemos que estamos obrando bien y que aun en medio de las dificultades estamos obedeciendo las enseñanzas de Jesús. Recordemos Lucas 6:36-37 “Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados”.

Podemos tener absoluta confianza en el juicio de Jesús porque el Padre le ha dado la autoridad para ser el juez perfecto, quien no es ajeno a nuestro sufrimiento humano porque ya lo padeció en esta tierra; sufrió injusticia, tortura y crucifixión y murió en la cruz por todos nuestros pecados, enfermedades y desamparo, cargando todo el juicio por cada uno de nosotros, para que ahora seamos libres y vivamos sin temor.

Demos gracias porque podemos estar confiados en que al final, el Juez de toda la tierra, hará lo que es justo.   Oración.

«Señor Jesús, tú eres mi refugio seguro. Gracias porque puedo confiar siempre en tu perfecto juicio y nunca tomaré la justicia ni la venganza en mis manos; enséñame a amar a mis enemigos como tú lo hiciste con tu amor incondicional, para que pueda ser testimonio de tu amor y perdón, quizá así sean llevados a arrepentimiento y te puedan conocer para ser salvos. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 23 de mayo de 2022

El Rey sobre toda la tierra

 

El Rey sobre toda la tierra


“Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos” Zacarías 14:4-5.

“Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre” Zacarías 14:9.

Esta profecía, citada en este libro, nos dice que Dios reinará sobre toda la tierra, ¿cuánto anhelamos esto? Cada vez que enfrentamos elecciones pedimos al Señor que nos de sabiduría para elegir y rogamos por gobernantes justos y sabios que cambien el destino de nuestra tierra, pero lastimosamente en este ámbito político solo reina la corrupción y el poder para hacer la voluntad humana y no la divina; cada vez el mundo se hunde en la inmoralidad, corrupción y violencia a causa de que la mayoría de los dirigentes están apartados de Dios y sin su dirección.

El Señor Jesús, al enseñarnos el Padre nuestro, nos dijo en Mateo 6:10 “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”, hablando de ese gobierno que en un próximo futuro va a ser establecido por Él en esta tierra; por eso, debemos prepararnos para reinar juntamente con Él, mostrándole al mundo entero que sí puede haber un gobierno justo, de paz y prosperidad bajo los principios de Dios.

El prepararnos implica convertirnos en ciudadanos del reino de los cielos desde ahora; para ello, lo primero es pedirle al Señor que reine sobre nuestras vidas, que tome el control y autoridad sobre nuestro corazón con el poder de su Santo Espíritu que mora en nosotros, para desarrollar el carácter santo que Él quiere que tengamos a su regreso. Recordemos 1 Tesalonicenses 5:23 que dice “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

El imperio de Cristo será un reinado que perdurará hasta la eternidad, cuando sus pies se afirmen y se establezcan sobre el monte de Los Olivos para ejercer dominio sobre todos los pueblos. La figura que presenta el profeta Zacarías es la de un valle protegido, en donde estará asentada la ciudad del gran Rey, quien vendrá con sus santos a gobernar (Zacarías 14:4-5).

Se destaca el monte de Los Olivos porque fue allí donde el Señor Jesús, en su ministerio terrenal, dictó sus enseñanzas sobre las señales finales y de su segunda venida. Marcos 13:3-4 dice “Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse?”

Comparando la profecía gloriosa de Jehová, descrita por Zacarías, con la segunda venida de Cristo, anunciada por Él, hay una gran similitud; será algo poderoso, donde los habitantes de la tierra notarán la grandeza del Rey que ha de venir y que Pablo reconfirma claramente en 1 Tesalonicenses 3:13 cuando dice “para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos”.

Debemos entonces afirmar nuestra fe y andar en santidad, con la esperanza de reencontrarnos nuevamente con Jesús en su regreso, para estar siempre con Él.   Oración.

«Gracias Dios por tu palabra; desde el Antiguo Testamento, has prometido la restauración de todas las cosas en el día de Jehová, en la manifestación gloriosa de la venida del gran Rey Jesucristo, quien viene a reinar eternamente, no solo en mi corazón, sino en la tierra, para mostrarle al mundo que tu voluntad se cumple tanto en el cielo como en la tierra. Ayúdame a caminar en fe y santidad, esperando tu regreso. En Cristo Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 22 de mayo de 2022

Aprender a escuchar

 

Aprender a escuchar


“Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre; porque adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello. Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas. Si dijeren: Ven con nosotros… Hijo mío, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas” Proverbios 1:8-11a, 15

Esta porción del libro de Proverbios dice “oye, hijo mío”; escuchar es el primer llamado de este libro, recordándonos Deuteronomio 6:4-5 que dice “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”. “Escucha Israel” es el Shema judío; shema significa escuchar y es tan importante, que Jesús dijo “el que tiene oídos, oiga”, lo que implica prestar atención a lo que Dios nos quiere decir a través de su palabra y a las instrucciones de nuestros padres, maestros, pastores y líderes.

Escuchar es el primer paso para un buen diálogo entre dos personas; a veces, nuestras relaciones se ven afectadas por no aprender a escuchar. Igualmente pasa con nuestra relación con Dios cuando nuestra comunión diaria se vuelve solo un monólogo y no damos espacio para que el Señor nos hable a través de su palabra, y no meditamos en ella para que el Espíritu Santo ilumine nuestro espíritu con su verdad.

Recordar las instrucciones de nuestro Padre celestial, hará que no nos desviemos del camino y tomemos decisiones correctas. Cuando seguimos los pasos de los inicuos que no obedecen los principios de Dios, sino que actúan en su insensatez, podemos caer en desobediencia y ser arrastrados por el pecado, como dice en Proverbios: “Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas. Si dijeren: Ven con nosotros… Hijo mío, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas”.

Igualmente sucede con las enseñanzas de nuestros padres, que en el temor del Señor nos han conducido por caminos de justicia y rectitud, haciendo lo bueno y lo justo; muchas veces hemos reconocido que fue su enseñanza la que nos guardó del mal y decimos “esto decía mi padre o mi madre”. Aprendimos muchas cosas que fueron el fundamento sobre el cual construimos nuestra vida y aún más cuando nos enseñaron a confiar en Dios. Por eso, este es un llamado a escuchar y a no abandonar las instrucciones de nuestros padres y las enseñanzas de nuestras madres; sobre todo si ellos han sido edificados en la verdad de Dios.

Nos colocamos la diadema de gracia cuando aprendemos a escuchar y seguir las enseñanzas de nuestro amado Padre en su palabra; es como un adorno de entendimiento, sabiduría, prudencia, que muestra el carácter de Dios en nuestra vida y hace que otros sean influenciados por lo justo y lo correcto; y evita que seamos influenciados por lo malo e insensato de este mundo y que sigamos las sendas de los impíos, las cuales solo nos llevarán al pecado y a la destrucción de nuestra alma.

Recordemos estas palabras de Jesús en Lucas 9:25 “Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo. Oración.

«Amado Dios, gracias por tu amor inagotable, por darme tu Palabra como guía e instrucción para mi vida, por colocar personas importantes como mis padres, maestros, líderes y pastores, quienes me han ayudado a orientarme en el camino de la vida. Ayúdame a escuchar, a no pasar por alto las valiosas enseñanzas que tienes para mí en tu palabra, para ser sabio y entendido, para actuar en justicia y rectitud, en tu temor. En el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 21 de mayo de 2022

El Rey Saul se escondía

 


El Rey Saul se escondía para que no lo hicieran rey de Israel, pero cuando lo hicieron rey pronto se enalteció y desobedeció a Dios.   La actives te lleva a desobedecer a Dios.                                                                                                                1 Samuel 17. 34 David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada,

35 salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. 36 fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente. 37 añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo. El reinado, a Saul lo enalteció de tal manera que empezó a desobedecer a Dios. Y Dios ya no estaba con él. 39 y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas. Las vestiduras de un guerrero no necesitaba David para derrotar al Gigante, David savia quien estaba con el que era el Espíritu de Dios.   44 dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo. 45 entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.

46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. 47 y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos. David ya avía sido ungido por el Profeta Samuel como el sucesor de Saul como Rey de Israel y el Espíritu Santo estaba sobre él. El orgullo y la altivez está en desobediencia con Dios. Y Dios los mira de lejos. Oración. Padre santo ayúdame a que yo me esfuerce a ser guiado por el Espíritu Santo y poder vencer las obras de la carne y ser sencillo como paloma, quita toda actives de mi te lo pido en el nombre de Jesucristo tu Hijo. Amen. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 20 de mayo de 2022

El Dios que me ve

 


El Dios que me ve

“Además, le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción. Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará. Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?” Génesis 16:11-13.

Después del pacto que Dios hizo con Abraham, esta toma una determinación que ha tenido consecuencias hasta el día de hoy. Esta acción de Abraham indica la lucha humana en la vida de espera en Dios y en sus promesas. Cuando no sabemos esperar, cometemos errores que traen resultados que no son los mejores, como en el caso de Agar la sierva de Sara; en vez de haber sido una bendición, se volvió un problema que hasta la fecha no se ha resuelto.

Al ver que no tenía descendencia, habiendo escuchado con anterioridad la promesa de Dios de que le daría un hijo, y el largo tiempo de espera para su cumplimiento, Abraham desesperó, debilitó su fe y no consultó a Dios; por lo que, junto con Sara, tomaron la decisión de que Agar fuera la madre biológica de su hijo y ella la madre legal. Las leyes que se practicaban en ese tiempo no contradecían la moral y la religión y se podía tener prole si la esposa era estéril a través de sus siervas. La solución fue humana y no divina para dar cumplimiento a la promesa dada por Dios, lo cual fue una equivocación que trajo rencilla entre las dos mujeres, al punto de que Agar tuvo que huir a Egipto.

Ningún proyecto humano puede sustituir el plan establecido por Dios en su palabra. Este plan que fue totalmente humano, causaría tanto conflicto desde el principio hasta hoy día. La estabilidad mundial depende en gran parte de la precaria y hostil relación política entre el estado de Israel y las naciones árabes, descendientes de Ismael.

Finalmente, Agar regresa a someterse a la autoridad de Sara y Abraham y nace Ismael, cuyo nombre significa “Dios escucha”; a pesar que este hijo no fue parte del plan de Dios, el Señor escucha a Agar y su aflicción.

En este pasaje es la primera vez que Dios es llamado “El-Roi”, que significa “el Dios que me ve”. No existe ninguna circunstancia de nuestra vida que escape de su conocimiento y cuidados paternales; Dios nos conoce y a nuestros problemas también. Como Agar, es fácil sentir que Dios nos ha olvidado cuando pasamos por momentos difíciles e injustos, pero saber que es “Dios el que nos ve” debe ayudarnos a vivir por fe. Él nos encuentra en medio del desierto para tendernos su mano; es el Dios de misericordia que nos trata mejor de lo que merecemos.

A pesar de los errores que cometemos o que otros hacen con nosotros, cuando hemos sido víctimas de abuso, opresión y desprecio, Dios interviene con misericordia en nuestras vidas y no solo somos perdonados, sino que obtenemos justicia a través de la fe en su Hijo Jesús, para que nos levantemos y sigamos adelante hacia el propósito que Dios tiene para cada uno de nosotros.   Oración.

«Amado Señor, cuando siento que mi fe se debilita a pesar de que conozco tus promesas, porque no veo todavía la respuesta a mi situación y me lleno de angustia e incertidumbre, eres el Dios que me ve, que te haces presente en los momentos difíciles de mi vida, a través de la presencia consoladora de tu Espíritu. Ayúdame a ir a ti y no buscar soluciones por medios humanos, porque puedo estar apartándome de tu voluntad, de tu protección y cuidado. He orado en el precioso nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 19 de mayo de 2022

Una habitación permanente

 

Una habitación permanente


“Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”. Efesios 3:17-19

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y

Este es uno de los misterios más grandes de la vida espiritual: que Cristo haga su morada permanente en los corazones de los creyentes. Que tome posesión de nuestra vida y se entronice en ella, solo es posible por la fe en Él. Por la fe en Jesucristo somos salvos y recibimos al Espíritu Santo; por la fe debemos pedirle a Cristo que tome autoridad sobre nuestra vida y al Santo Espíritu que gobierne nuestro ser.

Cuando la sede de nuestras emociones, mente y voluntad es ocupada por Cristo, el amor de Dios es arraigado y fundamentado en nosotros para que crezcan raíces profundas y una buena base espiritual, de tal manera que nuestra vida sea ese templo santo para el Señor, como dice Efesios 2:20-21 “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”.

Como las raíces de una planta y la base de un edificio están normalmente escondidas de la vista y dan firmeza a lo que soportan, el amor en los cristianos es el elemento esencial para la estabilidad de su vida y del establecimiento de la iglesia. De ese modo, no serán movidos porque no es un amor superficial, es un amor que proviene del corazón propio de Dios y está transmitido al creyente por fe en Jesús, quien es la expresión máxima de este amor divino.

Jesús hace hogar en nuestro corazón; “morar”, en griego, es la palabra “katoikein” y se usa para una residencia permanente, por lo cual, para nosotros es un gran gozo entender que donde habita su Espíritu allí habita Él y de manera continua. El fortalecimiento del ser interior viene cuando Cristo fija su residencia en nosotros; el secreto de esa fortaleza es la presencia de Cristo en lo más íntimo de nuestra vida.

Él no es tan solo un visitante, su residencia es posible ya que nos hizo morada suya y nos permitió participar de su naturaleza divina para fundirse orgánicamente a nosotros como cabeza. Sabemos la realidad de la obra terminada de Dios, que a través de su muerte y resurrección creó una habitación eterna, el templo de Dios, donde su plan fue completado; ha establecido un nuevo hombre y nos hemos convertido en el lugar de habitación eterno de Dios.

Cristo quiere venir a morar en la vida de una persona, pero no contra su voluntad, Él toca la puerta de nuestro corazón y llama, ¿estás dispuesto a dejarlo entrar?   Oración.

«Amado Señor, gracias porque a través de tu obra redentora, con tu muerte y resurrección, me has hecho una nueva criatura; has empezado, por medio de tu Espíritu, a obrar poderosamente en mi ser interior. Tu obra en la cruz fue completa, no solo me perdonaste, sino que me redimiste con una vida nueva. Me he convertido en el lugar de habitación eterno de tu Espíritu; por eso, transforma e influencia mi alma para ser ese templo santo para ti. En Cristo Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 18 de mayo de 2022

La soberanía de Dios

 

La soberanía de Dios


“Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño. Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel. Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea, y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno”. Mateo 2:19 -23

“Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos” Salmos 135:6.

La soberanía de Dios se ve en este relato, los magos de oriente fueron guiados divinamente a la casa donde estaba el niño Jesús, su propósito era honrarlo y adorarlo, era el Rey que había nacido. Dios intervino sobrenaturalmente para asegurar la protección de su Hijo de todos aquellos que procuraban su mal, por eso a través de sueños un ángel le advierte a José que huya a Egipto porque Herodes tenía la intención de matar al niño, estaba lleno de celos de este pequeño inocente, que era el verdadero Rey del cielo. El Padre maneja los hilos de la historia, nada ni nadie puede interponerse a su plan soberano de salvación, por eso cada profecía sobre Jesús se ha cumplido al pie de la letra.

Pasado el peligro José nuevamente escucha instrucciones de parte de Dios y regresa nuevamente a la tierra de Israel y se establece en Nazaret cumpliéndose otra vez lo dicho en las Escrituras. El inicio de la vida de Jesús en esta tierra no fue nada fácil, no hubo para Él un lugar en el mesón, Herodes quiso matarlo, toda Judea lo rechazó y aún en Nazaret no creyeron en Él e intentaron asesinarlo como dice Lucas 4:29 “y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle”, sin embargo, Jesús nunca dudo de su llamado y misión delegada por el Padre, por eso, no descansará hasta culminar todo propósito hasta el final de los tiempos.

Dios es soberano y nada lo hará desistir, lo que Él ya ha establecido, lo hará. Por eso como hijos de Dios tenemos que confiar en la voluntad divina, sus designios son perfectos. Jesús enseñó sobre la soberanía de Dios cuando al orar dijo: “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”. Mat 6:10. Cuando decimos que Dios es soberano queremos decir que Él tiene el control de todo, incluso de aquello que pensamos que no está bajo su control.

Muchos se preguntan ¿por qué permite la maldad? En realidad, la maldad proviene de la desobediencia a los principios de Dios, la oscuridad de este mundo es ausencia de la luz de Dios en la vida de las personas.

Enfrentarnos a dificultades, mirar lo que sucede conforme a lo que pedimos en oración y ver como Dios se glorifica aun en medio del sufrimiento, debe enseñarnos a confiar en su soberanía. Necesitamos aprender a ser obedientes a su voluntad divina, si Jesús se sometió a ella, no debemos nosotros dudar en hacerlo. Cuando independientemente de lo que sucede confiamos y nos deleitamos en Él, entonces Él concederá los deseos de nuestro corazón. Salmo 37:4

Seguros de que nuestra vida está en sus manos digamos en oración lo que dice el Salmo 138:8 “Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos.   Oración.

«Gracias amado Dios, porque tu propósito para mi vida siempre será el mejor, y aunque a veces no comprenda plenamente tu voluntad, sé que eres soberano, nunca te equivocas. Hoy quiero abrazar tu soberanía, amor, bendición y gracia que me son suficientes para cumplir tu voluntad, ayúdame a confiar en medio de la dificultad que tienes el control de todo. En el nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 17 de mayo de 2022

Me seréis testigos

 

Me seréis testigos


 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:8

«No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuando veis que aquel día se acerca.» Hebreos 10:25

Cuando el Señor nos pide que atesoremos su Palabra no solo se trata de comenzar el estudio de la Biblia cada día en oración, de leerla, de meditarla, de mirar otros comentarios de otras personas que han escrito sobre ella y de obedecerla, sino también de transmitirla a otros. Lo que el Señor anhela es que cumplamos su plan soberano, alcanzando las naciones de la tierra.

Jesús les pidió a sus discípulos antes de su ascensión que fueran sus testigos. Literalmente lo dijo así: «Seréis testigos». No les pidió que fueran eruditos, especialistas, enciclopedias ambulantes, simplemente que proclamaran lo que habían visto y oído de Él, eso es lo que siempre hacen los testigos.

Si nosotros hoy queremos obedecer el mandato de la Gran Comisión, no debemos solo memorizar versículos y llenarnos solo de conocimiento, ni ocultar la verdad de Dios en un cuaderno, sino que debemos salir a comunicarla a otros.

En la Iglesia primitiva el cristianismo marchó de Jerusalén, Judea y Samaria; y de ahí hasta lo último de la tierra. Desde esa época, ser misionero no era una tarea fácil, alcanzar este mundo para el reino de Dios implicaba romper barreras raciales, sociales y hasta religiosas, por eso era evidente que la iglesia desde sus inicios necesitó el poder del Espíritu Santo para ser testigos de Jesús.

Pablo en el libro de Efesios da testimonio de los primeros 30 años de la historia de la iglesia del primer siglo y cómo en su soberanía Dios uso a sus siervos para extender el evangelio hasta alcanzar a los gentiles, lo cual desde un inicio fue su propósito. Pablo dice: “que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio”. Efesios 3:3,5-6

El movimiento cristiano ha logrado el pacto que Dios hizo con Abraham y Moisés, los fundadores del pueblo de Dios. Génesis 12:3; Éxodo 19:6-8. Por eso como iglesia tenemos que seguir comunicando su mensaje hasta que Jesús regrese y toda la tierra sea llena del conocimiento de Jesús.  Oración.

«Amado Jesús, gracias por no dejarme sólo para cumplir la tarea de compartir tu mensaje, derramaste tu Santo Espíritu en mí, para darme el poder de ser tu testigo en esta tierra. Que al pensar en tu segunda venida me estimule y despierte, siendo diligente en el cumplimiento de la Gran Comisión, enseñando y predicando cada día tu Palabra. En el nombre precioso de Jesús he orado. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 16 de mayo de 2022

La obediencia el tema esencial del evangelio

 


La obediencia el tema esencial del evangelio

“Y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre” Romanos 1:5.

“Pero que ha sido manifestado ahora, y que, por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe” Romanos 16:26.

“Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón” 2 Corintios 3:2-3.

Abraham se encontraba en la tierra a la que Dios le había enviado, que sería el lugar de bendición prometida para él. Pero empezó a asolar el hambre en esa región, y en ese momento sintió miedo de la situación, se olvidó de la promesa de Dios y tomó la decisión de trasladarse a Egipto. Dios nunca le dijo que abandonara la tierra porque era allí donde lo iba a bendecir. Génesis 12:10.

Al tomar esa decisión apresurada Abraham se tuvo que enfrentar a graves problemas a causa de la belleza de su mujer. La falta de fe y desobediencia nunca nos conducirán a cosas buenas.

Nosotros deberíamos evaluarnos y mirar si a veces hacemos lo mismo, ya que en tiempos de abundancia y prosperidad es fácil pensar en Dios, pero ante la adversidad, cuando pasamos momentos difíciles, tendemos a olvidarnos de sus promesas y empezamos a desconfiar, esto hace que tomemos decisiones equivocadas sin la dirección del Espíritu Santo.

Hoy ante las situaciones que vivimos en nuestro país y en el mundo entero, es oportuno recordar las palabras del apóstol Pablo cuando dijo: “por fe andamos no por vista” 2 Corintios 5:7. El señor no quiere que las circunstancias, por adversas que sean, nos quiten la confianza en Él y tomemos caminos alternos que nos lleven a momentos problemáticos. Tenemos su Palabra, la guía del Espíritu Santo y la oración, como recursos espirituales para salir del camino equivocado y volver a la voluntad de Dios para nosotros. Pero en obediencia, pues es esencial para que nos revele sus propósitos.

El evangelio tiene el objetivo, no sólo de salvar nuestras almas, sino de ser obedecido, nada sacamos con conocerlo si no hacemos lo que Jesús nos pide que hagamos. Para Pablo no tenía sentido la vida cristiana sin la obediencia a la fe. Como vemos el tema inicial y final, desde Génesis hasta Apocalipsis, es la obediencia.

Todos los problemas del ser humano con Dios se originaron con la desobediencia a su Palabra en el Edén; además muchas personas evalúan el cristianismo por lo que ven en nosotros, es decir, por nuestro testimonio que es la mejor manera de defender el evangelio, por eso la mejor traducción de la Biblia es la que hacemos con nuestra vida misma, es la más convincente. ¿Qué tan importante es nuestra obediencia a la Palabra de Dios?   Oración.

«Señor, recordando lo que el apóstol Pablo dijo: “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres”, hazme entender lo importante de obedecer tu palabra, porque como carta de Cristo, escrita no con tinta sino con el Espíritu del Dios vivo, permite que mi vida con todas mis acciones y expresiones, esté en concordancia con lo que tú dices. Quiero que mi conducta no sea una piedra de tropiezo para otros. En el nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 15 de mayo de 2022

Perder el brillo

 

Perder el brillo


“¡Cómo se ha ennegrecido el oro! ¡Cómo el buen oro ha perdido su brillo! Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles”. Lamentaciones 4:1

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo 5: 14-16

“¡Cómo se ha ennegrecido el oro! ¡Cómo el buen oro ha perdido su brillo!”, estas palabras las pronunció el profeta Jeremías al referirse al pueblo de Judá cuando cayó en una crítica situación espiritual por haber desobedecido continuamente a Dios.

Esto tan lamentable también nos puede suceder a los creyentes cuando nuestra vida se oscurece y pierde el brillo de la presencia de Cristo por nuestra desobediencia y cuando estamos en pecado. El pecado es como el lodo que no deja reflejar la luz en un bombillo sucio. En el pasaje de Mateo el Señor nos pide que nuestra luz alumbre a los que nos rodean, para que vean nuestras buenas obras y glorifiquen a Dios. Esa luz personal debe irradiar primero nuestra casa, luego la ciudad donde vivimos y por último al mundo.

El enemigo con sus artimañas sutilmente va ganando terreno en nuestra vida, con conversaciones, amistades, lugares, costumbres, cosas aparentemente insignificantes, que opacan nuestro testimonio como hijos de Dios y perdemos el brillo de Cristo que nos debe distinguir del resto del mundo. También el mundo ofrece un falso resplandor con placeres, deseos, poder y vanagloria que nos pueden desviar del camino de Dios, pero recordemos que no todo lo que brilla es oro.

Satanás siempre andará sagazmente detrás de nosotros para alejarnos de Dios y no debemos permitirlo, porque el brillo de un creyente no proviene de sí mismo sino de la luz de Cristo dentro de nosotros, por eso es importante que el Espíritu Santo llene cada espacio de nuestro ser, siendo sensibles a su voz y dirección por medio de la Palabra de Dios y manteniendo una comunión íntima y sincera con nuestro Señor.

El pecado puede manchar los dones más excelentes que el Espíritu Santo nos ha dado, el Señor quiere que seamos como el oro que, aunque probado por el fuego de las pruebas, nunca cambia su esencia y valor real. Mantengamos la lámpara encendida, llenos del aceite del Espíritu, viviendo conforme a su verdad y en santidad, brillando con la luz de Cristo.  Oración.

«Señor Jesucristo, ayúdame a brillar para bendición de los que me rodean y para glorificar tu Nombre. Me llamaste a ser luz para influenciar mi entorno con el evangelio, no permitas que el pecado y la desobediencia me alejen de tu presencia, ni tampoco que me deje seducir por el resplandor de este mundo o el engaño del enemigo. Quiero ser esa vasija de barro donde alumbre continuamente tu presencia, permaneciendo en obediencia y santidad. En Cristo Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 14 de mayo de 2022

Enfocados en Jesús

 


Enfocados en Jesús

“De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce” Mateo 1:17.

Toda la Biblia tiene un tema unificador que es Jesucristo, desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento Él es el enfoque principal e igualmente debería ser el foco central de nuestra vida. La Biblia es un libro sobre familias; las genealogías son muy importantes, por eso el libro de Mateo comienza con un árbol genealógico, donde encontramos, entre los ancestros de Jesús, mujeres gentiles como Tamar, Rahab, Rut; también a Salomón, concebido por Betsabet y el rey David, y muchos otros más.

Lo importante aquí es que Dios usa seres humanos pecadores y comunes para manifestar su poder y cumplir con su plan de salvación; por eso, por su gracia también nos incluyó a nosotros sin importar cuál fuera nuestro pasado. La mayor necesidad para nosotros como para sus ancestros, era recibir el perdón de Dios, por eso necesitamos de un Salvador.

Jesús es el cumplimiento de todo lo profetizado en el Antiguo Testamento y es también la culminación de la historia de salvación. En esa genealogía se expone la historia del pueblo de Dios, dividida en tres periodos iguales: Catorce generaciones desde Abraham hasta David (Mateo 1:1-6), catorce generaciones desde David hasta el cautiverio Babilónico (Mateo 1:7-11) y catorce generaciones desde el cautiverio Babilónico hasta José padre adoptivo de Jesús. María también era de la línea de David (Mateo 1:12-17).

El Nuevo Testamento se fundamenta en la precisión de esta genealogía, exponiendo el hecho de que el Señor Jesucristo pertenece a la línea de descendencia de Abraham y a la del rey David; la de Abraham lo sitúa en la nación y la de David en el trono. Esto coloca a Jesús en una posición única; nació del linaje de David y de la descendencia de Abraham, por eso los enemigos de Cristo nunca pudieron refutar su descendencia.

 

Si el Espíritu de Dios ha dedicado tiempo y espacio para incluirlas en el texto Bíblico, preservándolas ante el paso de los siglos, es porque tienen para nosotros un valor que debemos conocer. En Jesús se han cumplido todas las profecías y promesas de Dios; por eso, toda nuestra vida es completada en Jesús, nada faltará de lo que ya Dios ha dicho en su palabra.

Antes éramos del libro de las generaciones de Adán por nuestro nacimiento físico, porque llegamos a ser parte de su familia y en Adán todos morimos (Romanos 5:12). Es el libro de la muerte. ¿Y cómo llegamos a ser parte del libro de las generaciones de Jesucristo?, entramos por el nuevo nacimiento al creer en Cristo; esto nos coloca en el libro de la vida del Cordero. Demos gloria a nuestro Dios y Rey Jesucristo.  Oración.

«Gracias Jesús por completar mi vida, porque estás conmigo y has cumplido tu promesa a través de tu Espíritu Santo. Ayúdame de hoy en adelante a enfocar mi vida en ti, a entender que ahora pertenezco al libro de la vida del Cordero y eso me garantiza que soy de tu familia y que tengo vida eterna; que siempre honre tu precioso nombre como Dios y como Rey, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 13 de mayo de 2022

En su presencia hay plenitud de gozo

 

En su presencia hay plenitud de gozo


“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones” Salmos 100:1-5.

“Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” Salmo 16:11.

El salmo cien es una gran doxología o lenguaje que indica una oración de alabanza a Dios y es el final glorioso de un grupo de salmos, con los que se quiere resaltar la manera correcta de entrar en la presencia de Dios; la experiencia gozosa y el deleite de estar con Él.

Nos dice claramente “cantad alegres”, “servid con alegría”, “venid ante su presencia con regocijo”, enfatizando que Dios no quiere que nos acerquemos con un semblante serio o totalmente agobiados por las cargas, sino que lo hagamos con gozo para alabarle y adorarle a Él.

Estar con Dios debe ser una experiencia feliz, reconociendo que Él es Dios y nosotros hechura suya. Es entrar con confianza y dependencia total sin importar como estemos, porque es el único que conoce nuestro corazón, el que escucha nuestro grito de alabanza en medio de una angustia o nuestro grito de júbilo en medio de una bendición.

En Hechos 4:24, los apóstoles regresaron e informaron a la Iglesia primitiva en Jerusalén lo que estaba sucediendo con la persecución de la iglesia y se presentaron ante Dios en oración, y comenzaron diciendo: «Soberano Señor, tú eres Dios». Ante una situación adversa como esta ¿lo creemos? o ¿seremos como muchos que se comportan como si Él no fuera Dios?

No dejemos que los problemas nos roben el gozo de disfrutar de su presencia. El apóstol Pablo y Silas nos dan un ejemplo: después de haber sido azotados, puestos en la cárcel y asegurados sus pies en el cepo, no tomaron una actitud negativa sino gozosa y dice Hechos 16:25 “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían”. El gozo es fruto del Espíritu Santo y ninguna dificultad debe quitárnoslo; además, el gozo del Señor es nuestra fortaleza, porque cuando en alabanza le entregamos nuestra situación, Él nos da las fuerzas para salir adelante.

Recordemos Éxodo 15:2 “Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré”. La única justificación para entrar a su presencia con un semblante triste es cuando hemos pecado y nos acercamos en arrepentimiento a pedir perdón, con un corazón contrito y humilde, pero esto no es adoración.

Este Salmo nos da también tres razones para alabarle y adorarle: “Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones”. El Señor nos ha dado toda clase de bendiciones, su compasión no se ha agotado, su misericordia es eterna y su verdad permanece para siempre; busquemos intencionalmente adorarle y alabarle como a Él le agrada.   Oración.

«Señor mi Dios, solo tú eres digno de alabanza. Quiero adorarte con todo mi corazón; lléname de alegría y gozo en el Espíritu, para alabarte y reconocerte como mi creador. Que mi boca se llene de acción de gracias por tu infinita bondad, fidelidad y misericordia. Haz que encuentre cada día en tu presencia mi deleite y plenitud. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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