jueves, 31 de marzo de 2022

Orando unos por otros

 

Orando unos por otros


“orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;” Efesios 6:18

“Exhorto, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador” 1 Timoteo 2:1-3.

Vivimos tiempos difíciles y necesitamos orar constantemente unos por otros. También por la ciudad o lugar donde vivimos, por las autoridades, y por todas las personas que nos rodean.

No parece que una oración hará la diferencia frente a la maldad del mundo actual, pero es todo lo contrario, nuestra oración es la forma en que Dios demuestra su soberanía sobre toda situación actuando por medio del amor que ha puesto en sus hijos. Es por esto que la creación entera aguarda la manifestación de los hijos de Dios (Romanos 8:19) y esta manifestación es la del amor.

Cuando ponemos en práctica el amor, pedimos la intervención del Todopoderoso y nos colocamos delante de su presencia entre nosotros y las personas por las cuales oramos. Este hecho lo demuestra la Palabra de Dios, “y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé” (Ezequiel 22:30). Por esto, ahora como hijos de Dios, somos nosotros los llamados a hacer vallado y a colocarnos en la brecha delante de Dios.

Así mismo, orar por nuestras autoridades tanto espirituales como por los gobernantes es algo agradable a Dios que es conforme a su voluntad, así que roguemos a Él con acción de gracias, con insistencia y amor, esperando que Dios actúe por medio del Espíritu Santo que mora en nosotros, pues: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,” (Efesios 3:20) Oración inicial

«Padre, amado Dios, te pido por mis hermanos, por mi familia y por cada uno de los seres que has colocado a mi alrededor, te encomiendo sus vidas, sus planes, sus dificultades. Obra Señor poderosamente en ellos y bendícelos con tu presencia, con tu paz y llénalos de toda tu gracia. En el nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 30 de marzo de 2022

Preservando la comunión

 


Preservando la comunión

“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” Colosenses 3: 12-13.

Cuando la Palabra de Dios nos dice “vestíos” se refiere a la disposición de apropiarnos por fe de toda virtud que Cristo, al derramar su Espíritu en nosotros, nos dio ya. No se trata de fingir o esforzarnos por hacer algo que no tenemos en nuestro interior, sino que su amor está realmente presente en todo creyente y nos corresponde entregarlo sin vacilar a nuestros hermanos.

Por lo tanto, nuestra comunión debe ser evidenciada cuando nuestro hermano nos necesita, ya sea que esté pasando por un mal momento, por una enfermedad, por un problema económico o incluso si ha caído en un pecado, pues ¡es exactamente en este punto cuando nuestro amor y cuidado deben ser evidenciados aún más!

 

No es fácil soportar ni perdonar, pero la clave está en comprender que también nosotros podemos en algún momento caer en cualquier situación, y necesitaremos una mano llena de comprensión con un trato amable y amoroso. “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gálatas 6:1), espíritu de mansedumbre se refiere a una comprensión profunda con mucha ternura y humildad, colocándonos en en lugar del otro. Eso fue lo que hizo Cristo, colocarse en nuestro lugar y dar su vida por nosotros, para darnos libertad de nuestros pecados.

Entonces sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación, demostrando nuestra comunión unos con otros con la mejor actitud posible, llenos de la gracia de Cristo, para que el mundo sepa que Cristo está en nosotros (Romanos 14:19, Juan 17:23).  Oración.

«Padre, gracias por qué de tu amor he sido lleno para ahora manifestarlo teniendo comunión con mi familia de la fe, con la guía de tu Espíritu y su llenura, quiero dar evidencias de las virtudes de Cristo a través de mi vida, siendo sensible y comprensivo ante cualquier situación de mis hermanos. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 29 de marzo de 2022

Comunión en acción

 

Comunión en acción


“para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”. Juan 17:21

“Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. 1 Juan 1:6-7

Para que el mundo crea en Jesús, nosotros los creyentes debemos mostrar comunión unos con otros.

La comunión se define como la participación mutua y viva en la verdad del evangelio que nos fue anunciado; cuando creímos en el mensaje anunciado pasamos a tener una relación personal con Dios, es decir, cuando nos anunciaron el evangelio de salvación por medio de la fe en Cristo y creímos, fuimos colocados espiritualmente como miembros de su cuerpo y unidos por el Espíritu Santo que nos fue dado (1 Corintios 12:12-13). Este hecho lo reafirma la escritura cuando dice que: “lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo” (1 Juan 1:3).

Entonces, por la fe tenemos comunión con Dios y con los creyentes, una comunión espiritual, que se ve impactada directamente en nuestra relación con otros miembros del cuerpo de Cristo.

Estamos llamados, por lo tanto, a manifestar nuestra comunión con Dios amándonos unos a otros e imitar a las primeras comunidades cristianas que nos dieron buen ejemplo de comunión, como lo cuenta Hechos en el capítulo cuarto: “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común”. (Hechos 4:32)

No solo era una preocupación por temas espirituales que deben ser prioridad, sino en temas de la vida diaria pues la comunión también consiste en tener cuidado, preocuparse los unos por los otros e inicia con cosas sencillas como una llamada. Para colocar en práctica la comunión con nuestros hermanos en la fe, reflexionemos: ¿Cuándo fue la última vez que llamamos a un hermano para saber cómo estaba o cómo se sentía?  Oración.

«Padre, me colocaste en la iglesia como miembro del cuerpo de Cristo para tener comunión con mis hermanos en la fe, ayúdame por tu Espíritu a colocar en acción el amor hacia ellos y guíame a ser sensible a sus necesidades espirituales, emocionales y materiales. En el nombre de Jesús. Amén.  Am Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 28 de marzo de 2022

Seguridad por la victoria de Cristo

 Seguridad por la victoria de Cristo

“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio

de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:37-39
Cristo con su muerte y resurrección nos ha dado la seguridad de que todos los que creemos en Él, nada ni nadie nos puede acusar o condenar, pues Dios, que en su santidad y como Juez justo lo podía hacer, nos justificó por medio de la fe en Jesús, por eso dice unos versículos atrás: “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.” (Romanos 8:30)., además Cristo mismo intercede por nosotros a la diestra del Padre.
Por lo tanto, ¿Quién nos separará del amor de Cristo?, ninguna angustia, persecución, amenaza, ni la misma muerte física, tampoco alguna autoridad humana, ni los mismos ángeles, nos puede separar del gran amor que Dios nos dio en Cristo, porque lo derramó en nuestros corazones sellándonos con su Santo Espíritu como garantía de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. (Efesios 1:13-14).
Si tenemos esta seguridad, no es para presentar nuestros cuerpos para el pecado, al contrario, este piso firme espiritual dado por Dios en Cristo es para vivir vidas que honren a Dios y que publiquen sus maravillas.
Lo que determina tan contundentemente la dirección, bendición y el rumbo de nuestra vida, es que luego de creer vivamos con toda seguridad, no en lo que nosotros éramos sino en lo que somos ahora por la gracia de Cristo, para que vivamos vidas plenas, aun en medio de la adversidad. Apropiarnos por fe de su muerte y de su resurrección nos da una vida en constante victoria sobre el pecado, sobre el mundo y sobre el maligno.
Oración
«Señor tú venciste en la cruz sobre todo y me diste esa victoria por medio de la fe, quiero tomar por medio de la fe tu triunfo y reflejarlo en mi vida, para vencer al mundo, al maligno y toda tendencia al pecado. En el nombre de Jesús. Amen. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 27 de marzo de 2022

 


ADOPTADOS HIJOS SUYOS

“en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado”, Efesios 1:5-6

“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”, Romanos 8:15-16

La nueva relación que tenemos con Dios es que hemos sido adoptados como hijos en su familia, esto nos da derechos y obligaciones al mismo tiempo. Sabemos que los procesos de adopción son sumamente serios y complicados, por eso cuando se adopta a un niño hay que realizar muchos trámites legales hasta que se concede el certificado de que esa persona es hija de alguien y por ende su heredera. La vida anterior de una persona adoptada se borra completamente; si tenía deudas estas quedan canceladas, se le considera una nueva persona que empieza una nueva vida sin vinculación con su pasado. Su ceremonia de adopción se lleva a cabo en frente de testigos.

Cuando conocemos a Dios y nos hace hijos por su voluntad, adquirimos todos los derechos de un hijo legítimo, nos volvemos herederos y coherederos con Cristo. Nuestro pasado automáticamente es borrado y nos hace nuevas criaturas. 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Somos hijos de un nuevo Padre en todos los sentidos. Como es una adopción espiritual que se hizo en la cruz del calvario, el testigo de nuestra ceremonia de adopción es el Espíritu Santo, quien da testimonio a nuestro espíritu de que somos de verdad hijos de Dios.

Antes de ser adoptados estábamos bajo el control de nuestra naturaleza humana pecadora; pero Dios en su misericordia nos ha tomado como su exclusiva posesión, el pasado ya no tiene ningún derecho sobre nosotros, Dios tiene ahora el derecho absoluto, el pasado está cancelado y nuestras deudas borradas por la sangre preciosa de Jesús.

Ahora tenemos una nueva vida con Dios, por eso el apóstol Pablo nos dice que hemos recibido el Espíritu de adopción para ya no estar más en temor, ya no somos esclavos sino libres. No volvamos a esclavitud viviendo bajo los parámetros del mundo, vivamos en la libertad que Cristo nos dio por medio de su sacrificio, en una vida bajo los preceptos divinos, una vida abundante y de bendición.

Tengamos una relación íntima con nuestro Padre quien nos restaura y nos convierte en sus hijos. Hemos heredado su vida y su gloria, vivamos conforme a lo que su Palabra dice que somos: santos y amados. Acerquémonos con confianza y digámosle: Abba Padre.           Oración.

"Gracias Padre celestial, porque sin merecerlo, me tomaste cuando estaba perdido, cuando andaba en pecado y me adoptaste por el puro afecto de tu voluntad. Enséñame a andar en libertad y a caminar como un verdadero hijo de Dios, obedeciendo tu Palabra, teniendo siempre una íntima comunión contigo y disfrutando de todas las promesas y de la gloria que he heredado. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 26 de marzo de 2022

Andar en amor

 


Andar en amor

“Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” Efesios 5:2.

El que no ama no conoce a Dios, y el que no ha conocido a Dios no puede amar, lo afirma el Apóstol Juan inspirado por el Espíritu Santo “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” (1 Juan 4:8).

El amor es la medida ideal en la que se mide todo tipo de relaciones y también lo que determina qué tan bien hicimos algo, es decir, ¿hemos amado a tal persona? o ¿hicimos esto o aquello con amor?

Pero una aclaración importante, el amor bíblico es más que un sentimiento, tiene su origen en Dios y su significado verdadero lo encontramos en el madero, donde Cristo nos expresó la más grande obra de amor, dio su vida en propiciación por nuestros pecados y nos salvó. La propiciación significa un pago por la ofensa del pecado a Dios, para que su santidad y justicia sean satisfechas y pueda perdonar el pecado (1 Juan 2:2).

 

El amor es lo que nos identifica y nos hace diferente a todos, impulsa nuestras acciones, ordena nuestras emociones e inspira nuestras decisiones. El amor de Dios da sentido a nuestra vida, motivándonos cada día a dar todo por aquel que nos amó primero. Y este darlo todo por causa de Cristo se hace a diario, esto significa “andad en amor”, que todo lo que piense y haga, desde que me levante hasta que me acueste, sea motivado y direccionado por el amor de Dios, que es en Cristo Jesús. ¿Andamos en el amor de Cristo cada día?   Oración.

«Padre, tu amor ha sido derramado en mi corazón por el Espíritu Santo que me has dado por medio de la fe en Cristo, ayúdame a resplandecer tu amor hacia los demás cada día del resto de mi vida, porque en esto hallaré el sentido de mi existencia. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 25 de marzo de 2022

Enviados a predicar las buenas nuevas

 

Enviados a predicar las buenas nuevas


“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” Romanos 10:14-15.

Cuatro preguntas que no pueden pasar desapercibidas y que la Biblia responde, pero que nos invitan a reflexionar sobre nuestro propósito en la vida, el cual está fuertemente ligado con la gran comisión, que nos dice “y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén” (Lucas 24:47-48).

Muchos no conocen a Jesús, han escuchado tal vez de Él, pero desconocen su obra y lo más importante, lo que hace Cristo en la vida de cada persona que lo recibe como Señor y Salvador; si no han escuchado el verdadero evangelio no pueden tener fe y si no tienen fe no pueden ser salvados para tener vida eterna, como nos explica la palabra de Dios respecto a los que sí escuchan y creen: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,” (Efesios 1:13).

Si hemos creído, estamos llamados sin duda a hablar: “Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,” (2 Corintios 4:13).

De la misma manera, también roguemos que el Señor envíe obreros a predicar el evangelio y sirvamos a Dios en todo aquello que contribuya a que se extienda y se entienda el mensaje de arrepentimiento, perdón de pecados, fe, gracia y amor que Dios dispuso para la salvación del hombre, porque como dice la escritura “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9).    Oración.

«Padre, envíame a mí, aquí estoy dispuesto a llevar el mensaje de salvación, para que todo aquel que crea en Cristo no muera en sus pecados, sino que tenga vida eterna; lléname del poder de tu santo Espíritu para que con toda diligencia y pasión pueda ser un mensajero eficaz, mostrando primeramente que Cristo mora en mí. En el nombre de Jesús, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 24 de marzo de 2022

¿Jesús te conoce?

 

¿Jesús te conoce?

“Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Je


sús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.” Juan 1:48.

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” Mateo 7:21-23.

La palabra “conocer” en la Biblia significa o alude a una relación íntima, personal y sincera con el Señor. Cuando Cristo se refiere a los que conoce, está hablando de aquellos que tienen una relación íntima con Él; es decir, cuando Jesús habla de que nos conoce, se está refiriendo a los que lo hemos recibido como Señor y Salvador, a quienes hemos recibido su palabra y hemos creído para vida eterna. Dios lo sabe todo y conoce a todo ser, pero llama de forma especial a quien ha creído en Cristo.

Esto se evidencia en el hecho de que llama “Nunca os conocí” a quienes no hacen la voluntad del Padre, y ¿cuál es esta?: “Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.” (Juan 6:40).

Lastimosamente muchos no quieren ser conocidos por Dios, porque no quieren escuchar o atender su llamado o creen que lo conocen porque un intermediario humano le ha presentado su propia versión de Dios, pero no conocen ni son conocidos por el Dios de la Biblia (Gálatas 4:9).

Cristo nos vio desde antes que naciéramos, en el vientre mismo de nuestra madre; y a través del evangelio quiere que tengamos una relación especial con Él, la cual inicia cuando nos arrepentimos y creemos en su nombre, el nombre que es sobre todo nombre y ante el cual toda rodilla se doblará; esto se refiere a rendirse ante el Dios soberano, a dejar todo orgullo y altivez e ir juntamente con Cristo a la cruz, por medio de la fe, para morir al pecado, pero también resucitar juntamente con Él para vida eterna. Entonces, ¿Jesús te conoce? (Romanos 6:8-11).    Oración.

«Padre, hoy quiero hacer tu voluntad recibiendo a Cristo como mi Señor y Salvador, envía tu Espíritu a morar en mí; desde ahora quiero agradarte dejando de practicar el pecado y viviendo para agradarte a ti, conociendo tu palabra y colocándola en acción por medio del amor que me diste en la cruz. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 23 de marzo de 2022

En secreto con Dios

 

En secreto con Dios

“Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.” Jeremías 23:22.

La oración es el momento más íntimo y especial de nuestra relación con Dios, por lo t


anto, no debe ser algo rutinario y vacío. Íntimo, porque Él nos conoce, nos examina en lo más profundo y nos permea de su fragancia de paz, amor y plenitud.

Al Dios que todo lo sabe, pero que es nuestro Padre amoroso, podemos confiarle y contarle todas nuestras cosas, y aunque Él es omnisciente, espera que nosotros depositemos toda nuestra ansiedad en sus manos (1 Pedro 5:7).

Por esto, el Señor Jesús nos enseña a orar en un sitio donde no haya distracciones, pues es un encuentro personal y espiritual (Mateo 6:6); Él mismo tenía estos encuentros en secreto con su Padre, quien ahora, gracias a la fe en su obra, es nuestro Padre también. Entonces, estamos llamados a aprender de nuestro Señor, quien no tardaba diariamente en buscar estar a solas tanto en la noche, como dice Mateo 14:23 “Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.” y muy temprano en la mañana, como dice Marcos 1:35 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.”

Debemos seguir esta enseñanza del Señor, de esto depende nuestra recompensa diaria, pues en el secreto nos llenamos de disposición y sensibilidad para andar guiados por su Espíritu y no por la carne; la cual puede conducirnos a pensar, hablar y actuar en contradicción con la palabra de Dios, mientras que el Espíritu va a llevarnos a experimentar el amor de Dios y nos da poder para ejecutar su voluntad durante el día, para al fin tener la victoria y ser prosperados en todo lo que hagamos.

Si es algo diario que nos empodera espiritualmente, no debemos descuidar este encuentro, debe ser lo más anhelado y esperado. Este devocional es una herramienta para tener esos encuentros secretos con Dios, si lo haces con fe, prestando toda atención y con toda disposición del corazón. Así que, ¡animémonos a seguir día a día alimentando esta intimidad con nuestro Padre!    Oración.

«Padre, es en tu presencia que encuentro plenitud de gozo, me llenas de tu Espíritu y me preparo para enfrentar el día con la mejor disposición; ayúdame a ser sensible y estar atento durante el resto del día para seguir los principios que me das en tu palabra. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 22 de marzo de 2022

Gozo en las debilidades

 

Gozo en las debilidades


“Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” 2 Corintios 12:10

Tener gozo en nuestra debilidad se trata de reconocer que Cristo nos sostiene y que dependemos completamente de Él para todo. Cuando nuestra propia fuerza, capacidad o fortaleza quiere intervenir, nos hacemos independientes, creemos que podemos actuar sin tener en cuenta a Dios, incluso llegamos a repetir “Dios está conmigo”, pero muchas veces no hemos consultado con Él, ni pedido su dirección.

Entonces en la angustia, en la enfermedad, en la necesidad o cuando hemos tenido afrenta, nos damos cuenta que necesitamos que Jesús intervenga; entonces, el poder de su fuerza es fortalecido en nosotros cuando nos despojamos de nuestra autosuficiencia (2 Corintios 12:9).

Que seamos entonces conocidos por ser débiles para el mundo, pero fuertes en Dios, que la fuerza y motivación que necesitamos no venga de las ideas humanas, ni de nuestras emociones sino de su Palabra que nos dice “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.” y nos reitera que: “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.” (Efesios 6:10, 2 Timoteo 2:1).

Así que hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo nos fortalezca en medio de la debilidad, para que se manifieste en nosotros el poder de su fuerza.   Oración.

«Señor, me gozo en las debilidades porque sé que estás allí para animarme y fortalecerme, para formar en mí un hijo obediente y totalmente dependiente de tu gracias, en Cristo Jesús. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 21 de marzo de 2022

Reconfortados

 

Reconfortados

“Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otro


s, así como lo hacéis.” 1 Tesalonicenses 5:11

“esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.” Romanos 1:12

Necesitamos confortarnos de nuevo, una y otra vez, cuando caemos, cuando fallamos. No ser criticados y desanimados, sino, levantados cuando fallamos. Porque aún vivimos en nuestro cuerpo, y muchas veces nos olvidamos de todo el amor y las bendiciones de Dios. Incluso, por prevención, como nos enseña la escritura “antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado”, (Hebreos 3:13) porque podemos ser engañados por el enemigo, por el mundo, por nuestros propios deseos; y un hermano de la iglesia nos puede edificar, para prevenir que nuestro corazón se endurezca.

Entonces la iglesia es esencial en nuestra salud espiritual, pues allí somos mutuamente edificados, confortados y animados, para que nuestra fe no decaiga.

Esto lo podemos entender, si nos imaginamos un grupo de guerreros de la antigüedad en batalla, si son atacados por el enemigo y uno de ellos, lo alcanza una flecha y lo hiere, los demás lo protegen con sus escudos y lo cubren hasta ponerlo a salvo. Así nosotros, en un momento de debilidad, cuando no hemos usado nuestro escudo de la fe y el maligno nos ha herido con un dardo encendido de mentira, necesitamos ser animados y restaurados por otros hermanos, siguiendo este consejo de la Palabra de Dios: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gálatas 6:1).   Oración.

«Padre, te pido en el nombre de Jesús, que me llenes de paciencia y de sabiduría para que, si mi hermano ha caído en alguna falta, pueda yo ser instrumento para reconfortarlo y animarlo, para que sea restaurado por tu Espíritu obrando en mí. Gracias Señor. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 20 de marzo de 2022

Tomando su palabra. Parte 2

 

Tomando su palabra. Parte 2

“Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me f


ue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.” Jeremías 15:16.

“siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” 1 Pedro 1:23.

La palabra de Dios no es comparable ni siquiera de forma semejante con las palabras de los seres humanos. Con su palabra, Dios creó el universo entero; y también crea en nosotros un nuevo ser, pues somos renovados para pasar de muerte a vida eterna, por eso es gozo y alegría para nuestro corazón cuando la tomamos y creemos en ella.

Para permanecer en el gozo y la libertad que nos da la escritura, estamos llamados a que “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.” (Colosenses 3:16).

Entre más nos llenemos de su palabra, colocándola por obra en nuestra vida, estaremos dando testimonio de Cristo real y efectivo, pues si su palabra permanece en nosotros Dios mismo se manifestará en nuestra vida: “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.” (Juan 14:23); además, como explica este versículo, una evidencia del amor de Dios en nosotros es que guardamos su palabra, esto es, confiamos en lo que dice Dios y lo practicamos.

Entonces, “comer sus palabras” no se trata de llenarnos de un conocimiento intelectual, sino de un conocimiento integral; se trata de amar su palabra porque amamos a quien nos amó primero, a Cristo, y correspondemos a su amor obedeciendo la escritura.

Este amor escrito con su propia sangre nos dice que nuestra misión es anunciar a otros su palabra para que también tengan salvación, pues “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios” (1 Juan 5:13).     Oración.

«Padre, cuánto anhelo tu Palabra, pues en ella está mi sustento diario, mi fuerza; tú me hablas directamente y con la guía de tu Espíritu soy guiado a dar testimonio de Cristo. Quiero valorar cada palabra tuya, ponerla por obra y anunciarla a los demás con todo amor y mansedumbre. En el nombre de Cristo Jesús, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 19 de marzo de 2022

Tomando su palabra. Parte 1

 Tomando su palabra. Parte 1


“Ordena mis pasos con tu palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.” Salmos 119:133.

Lo que brinda la palabra de Dios es algo que ninguna otra cosa nos puede brindar, por lo que la invitación hoy es a que la guardemos en nuestra mente y corazón.

Lo primero que nos da la palabra de Dios es un camino único y verdadero de salvación, pues en ella podemos encontrar las palabras de Cristo que son espíritu y son vida (Juan 6:63); por esta razón, el mismo Señor Jesucristo declaró “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;” (Juan 5:39). Al escuchar y prestar atención al testimonio escrito que nos da la palabra, somos renacidos por medio de ella, porque conocemos y tenemos fe en nuestro Salvador.

Luego de nacer de nuevo, encontramos en la palabra de Dios un tesoro lleno de principios, que nos dan la sabiduría para tomar decisiones íntegras y correctas, como nos enseña el salmo “La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.” Salmos 119:130.

También encontramos en la escritura sagrada, paz y consolación en nuestras adversidades; cuando nos encontramos abatidos por las dificultades podemos decir creyendo “Abatida hasta el polvo está mi alma; vivifícame según tu palabra.” (Salmos 119:25); y aun si nos ataca la ansiedad del porvenir o por los problemas, su palabra nos da sustento, pues dice “Se deshace mi alma de ansiedad; susténtame según tu palabra” (Salmos 119:28)

La palabra de Dios se debe estudiar toda en su texto y en su contexto, entendiendo que “La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia.” (Salmos 119:160), pues la profundidad con que estudiamos la escritura dará orden a nuestra vida frente al caos que ofrece el mundo y las ideologías humanas. Debemos creer lo que dice, lo cual significa que debemos confiar, adherirnos y tomar como nuestra la palabra de Dios, guardarla en nuestro corazón y en nuestra mente, seguir sus principios y aplicarlos con la ayuda del Espíritu de Dios que nos fue dado, y entonces todo nos saldrá bien; aunque se presenten dificultades y persecuciones, nuestro camino en la vida será prosperado y victorioso. (Josué 1:8-9).    Oración.

«Padre, has enviado tu palabra y nos has sanado, por eso quiero meditar en ella todos los días, tomarla para mí y aplicarla en mi vida; confiar plenamente que, a través de ella, con la llenura de tu Espíritu, podré tener paz, consuelo, libertad y bendición. En el nombre de Jesús, amén.     Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 18 de marzo de 2022

Sanidad en la debilidad

 

Sanidad en la debilidad

“Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le d


ijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquel, y quedó limpio.” Marcos 1:40-42.

“Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús” Gálatas 4:13-14.

La enfermedad vino como consecuencia del pecado de Adán, que se transmitió a todo el género humano; es decir, si Adán no hubiera pecado no habría enfermedad en el mundo. (Génesis 3:17-18).

Pero aun los siervos y creyentes en Jesucristo enfermamos y sufrimos las consecuencias del pecado de Adán, y esto no quiere decir que estemos en pecado, pues Cristo nos ha perdonado y limpiado como dice la escritura “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte” (Romanos 8:2).

Vemos el caso de Pablo, quien, siendo un apóstol muy usado por Dios, con grandes revelaciones, sufre una enfermedad (no se sabe exactamente cuál) y ruega a Dios que se la quite; sin embargo, Dios le contesta que “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12: 9a). Es decir que, a pesar de la enfermedad física, Pablo no está enfermo espiritualmente, porque en medio de esta dificultad la gracia de Dios lo sostiene, así que puede continuar con su ministerio con sumo gozo y poder en el Espíritu Santo (Filipenses 3:14).

Entonces el problema no es que suframos alguna enfermedad física sino nuestra actitud frente a la enfermedad; claro que el Señor Jesús puede y quiere sanarnos, además tenemos una promesa de redención de nuestro cuerpo mortal (Romanos 8:23), pero Dios nos está enseñando a que perdamos toda esperanza en nosotros mismos y en el mundo, para que nuestra confianza sea solo en Dios y en el Cristo vivo que nos sustenta, aún en la enfermedad. Al tener una actitud equivocada y una mentalidad en contra de los pensamientos de Dios, nuestra condición de enfermedad se vuelve insoportable, pero si tenemos nuestra mirada puesta en el Dios que nos sana, aun en medio del dolor tendremos paz y es aún más probable nuestra recuperación física.

Necesitamos una sanidad integral que viene de un espíritu sano, pues ha sido vivificado por el Espíritu de Dios; el mismo Espíritu Santo que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también nuestros cuerpos mortales. Una sanidad espiritual que se proyecta hacia la sanidad física (Romanos 8:10-13).    Oración.

«Padre, tú has sanado mi espíritu y mi alma mediante la fe en Cristo; cuando pase por la enfermedad estaré gozoso en ti, en tu propósito, al enseñarme humildad y a confiar en ti plenamente, y me gloriaré en mi debilidad para que el poder de tu Espíritu me sostenga y me sane. En el nombre de Jesús, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 17 de marzo de 2022

Pensar diferente. Parte 2

 


Pensar diferente. Parte 2

“Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.” 1 Corintios 2:12-13.

Es clave la obra del Espíritu Santo en nosotros, por esto, es esencial que entendamos la verdad y nos apropiemos de este conocimiento por fe, pues las buenas noticias de Dios son por fe de principio a fin (Romanos 1:17), no es por esfuerzos humanos ni depende de nuestra inteligencia, habilidad o agilidad, como nos presenta el salmo esta verdad, “No se deleita en la fuerza del caballo, ni se complace en la agilidad del hombre. Se complace Jehová en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia” (Salmos 147:10-11).

Al seguir la guía de su Espíritu, Él nos enseña la escritura y nos ayuda a llevarla a nuestra experiencia diaria; y el vínculo para lograr este hecho es mediante la oración, pues sin oración no hay relación y sin relación no hay revelación. Es en este momento diario y continuo que pedimos que, mediante la escritura, nos sean revelados los planes y propósitos de Dios para nuestra vida; y a su vez, nos llenamos de su fuerza para ejecutarlos (Jeremías 23:22).

Pero hay un hecho que debemos destacar, el Espíritu Santo actúa también por medio de los creyentes, de nuestros hermanos de la iglesia que están llenos del Espíritu Santo; por esto dice su Palabra que “antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.” (hebreos 3:13). Para poder disfrutar de esta realidad espiritual, debemos congregarnos “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” (hebreos 10:24-25).

Hermano, la oración, el recordar estas verdades tan importantes, el ser animado y motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones, ocurre en la congregación; busca por lo tanto una iglesia de sana doctrina y, si has dejado de congregarte, busca nuevamente con urgencia a la iglesia por la cual murió y resucitó nuestro Señor Jesucristo.    Oración.

«Padre, has puesto tu Espíritu en mí como garantía de tu promesa de redención eterna y para entender tu Palabra y obedecer tus mandamientos; quiero disfrutar del mover de tu Espíritu en comunión con mis hermanos en la fe. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 16 de marzo de 2022

Pensar diferente. Parte 1

 

Pensar diferente. Parte 1

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Di


os, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:1-2.

Al tener una nueva vida en Cristo, tenemos su gracia actuando permanentemente en nosotros, que nos conduce o nos impulsa a NO dejar que nuestro cuerpo sea un instrumento del mal para servir al pecado, (Romanos 6:13). Y ya que hemos sido tratados con tanto amor, no debemos seguir las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien debemos permitir que Dios nos transforme en personas nuevas al cambiar, en nosotros, la manera de pensar.

La forma en que el Señor cambia nuestra manera de pensar es que, cuando recibimos a Cristo, somos sellados con el Espíritu de Dios y tenemos la mente de Cristo, produciéndose un cambio de dentro hacia afuera, iniciando por nuestro espíritu pero manifiesto o evidente en nuestra alma y cuerpo. La profundidad de este hecho está escrita en la palabra de Dios, la cual nos revela que: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo” (1 Corintios 2:16), y el contexto de este versículo nos está explicando que Dios nos reveló a nosotros, por el Espíritu, cosas grandes y extraordinarias “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre”. Estas cosas están escritas en la palabra de Dios y son reveladas a nosotros los hijos de Dios cuando, con oración y toda disposición, tomamos el tiempo para estudiarlas, memorizarlas y practicarlas (1 Corintios 2:9-11).

Si muchos de nosotros tenemos una profesión u oficio y hemos dedicado años a estudiar y mediante la práctica hemos ido adquiriendo destreza, también lo debemos hacer con este inmenso tesoro que nos ha sido dado a nosotros que somos simples vasijas de barro, llenas con la gracia de nuestro Salvador; por lo tanto, estamos llamados a estudiar profundamente las escrituras, para lo cual Dios nos ha dado a su Espíritu, a fin de entender todas estas revelaciones que impactan lo que creemos, transforman nuestro pensamiento y modifican nuestras acciones.

Es un creer correcto, es un pensar verdadero, es un sentir equilibrado y es un hacer en justicia, porque a nosotros, su iglesia, conforme dice la escritura “Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.” (Apocalipsis 19:8).

¿Ha cambiado tu manera de pensar?, ¿es radicalmente diferente a la del mundo?   Oración.

«Padre, que mis pensamientos sean purificados por tu palabra de verdad mediante la acción de tu Espíritu en mí, guiándome a no acomodar mi pensamiento a las ideas e ideologías del mundo, sino a pensar todo lo bueno y lleno de virtud que nos revela tu escritura sagrada, para poder experimentar tu voluntad buena, agradable y perfecta. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 15 de marzo de 2022

Malas noticias

 

Malas noticias


“No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.” Salmos 112:7

A diario escuchamos y vemos en la televisión o en los medios digitales malas noticias, guerra, rumores de guerras, enfermedades, violencia, entre otras.

El problema no es solo escuchar malas noticias, sino que estas nos pueden llenar de angustia y de incertidumbre ante el futuro. Muchos pierden la paz y caen en crisis al recibir estas noticias; otros simplemente se vuelven insensibles y se acostumbran a recibir esta información, optan por ser indiferentes. Sin embargo, ¿cuál debe ser la actitud de un creyente ante el panorama mundial actual o cuando recibe malas noticias?

El creyente debe tener dos actitudes que construyen; la primera, es que debe ser sensible ante el dolor de la humanidad sin dejarse afectar, disponiéndose a orar por los que sufren violencia, como nos indica el salmo “​​El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído, Para juzgar al huérfano y al oprimido, A fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra” (Salmos 10:17-18). En esto practicamos el amor, ya que este “no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad” (1 Corintios 13:6).

La segunda actitud del creyente es estar confiado en Dios, porque ya ha recibido la mejor noticia que puede recibir y esta noticia se trata de Jesús “Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy” (Hechos 13:32-33). ¡Dios resucitó a Jesús! y por medio de la fe en su muerte y resurrección Cristo nos salvó del pecado y nos dio vida eterna, tenemos un propósito, una esperanza cierta y una paz verdadera.

Pero también tenemos una misión y es compartir esta buena noticia con otros, pues Cristo resucitó de los muertos y esto lo cambia todo, porque esta noticia se trata del amor de Dios que hoy mismo podemos recibir, disfrutar en nuestro corazón y compartirlo con otros. Ante las malas noticias del mundo, anunciemos con más fervor la mejor noticia de todos los tiempos ¡Cristo en nosotros, la esperanza de gloria! (Colosenses 1:27).   Oración.

«Padre, no tengo temor en recibir malas noticias, pues estoy confiado y me mantengo a diario en la buena noticia de salvación, por medio de la fe en Cristo, que me has dado. La buena noticia de tu amor en mí, me sustenta y me da fuerza para seguir viviendo; y ahora, para anunciar a otros tu misericordia y tu favor en Cristo Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 14 de marzo de 2022

YO SOY

 


YO SOY

“Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros” Éxodo 3:14

“Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.” Juan 18:5-6

Cuando Dios se revela a Moisés para enviarlo a su pueblo, se revela como “YO SOY EL QUE SOY”, es decir, el Dios eterno, el que siempre ha existido y existirá, el que fue, es y será.

Cuando los soldados van a buscarlo acompañados de Judas, Jesús se les revela como el mismo Dios del antiguo testamento que se presentó a Moisés, por eso cuando dice “Yo soy” ellos retroceden y caen a tierra ante el poder del Dios todopoderoso; por esto declaró Jesús “Yo y el Padre uno somos” y demuestra con esto que nadie le quita la vida, sino que Él la ofreció por nosotros, “Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre” (Juan 10:30, Juan 10:18).

Y ahora, a todos los que creemos en su nombre, Jesús se revela, se manifiesta en nosotros por el Espíritu Santo morando en cada corazón, ¡Qué grande es nuestro Dios y qué revelación tan inmensa, inimaginable pero tan real! que el mismo Dios todopoderoso, el Dios todo suficiente, ahora habite en nosotros, ¡qué inmensidad de su gracia!

Sin embargo, muchos rechazan esta revelación y persiguen a Cristo, solo lo ven como un profeta o un hombre bueno y Él lo dijo de manera radical “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Mateo 12:30).

¿Eres de los que iría con los soldados y caería en tierra, pero no aceptaría al Dios que se hizo hombre? o ¿eres el que lo niega y lo entrega? o eres el que cae de rodillas y reconoce a Jesús como Dios, como tu Señor y como tu Salvador. Si te rindes a Jesús, entonces Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo habitarán dentro de ti.  Oración.

«¡Quién como tú oh Dios! mi Salvador Jesucristo; hoy te reconozco, me arrepiento de mis pecados y te entrego mi vida, coloca tu Espíritu en mí y llévame al Padre, quiero vivir en comunión y en plenitud de gozo, gracias por tu perdón, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 13 de marzo de 2022

Y entonces vendrá el fin

 


Y entonces vendrá el fin

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. Mateo 24:14

A muchos les aterra pensar que algún día finalizarán todas las cosas, que concluirá la historia de la humanidad y llegará tarde o temprano un juicio sobre los habitantes de la tierra (Apocalipsis 20:11-13). Será el fin para quienes rechacen el reino de Dios, para quienes no pusieron la confianza en Dios y en su Ungido, en Cristo el Salvador, inmolado por nuestros pecados, que vino a darnos vida eterna, no a condenarnos (Juan 3:16-18).

Para quienes no tienen puesta su esperanza en Cristo y en su Palabra, será el juicio y el fin, pero para quienes hemos creído y recibido a Jesús en nuestro corazón, será el inicio de la vida eterna que por gracia Dios nos concedió en él. El inicio de un cielo nuevo y una tierra nueva, donde habitaremos sin pecado, en paz y en total dependencia de Dios (Apocalipsis 22:2), y Él morará con nosotros; y seremos su pueblo, estará con nosotros como nuestro Dios en una comunión única e ininterrumpida, donde enjugará toda lágrima de los ojos de nosotros; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron (Apocalipsis 21:1-4).

No nos engañemos, “los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21:8). Si en tu corazón y en tu vida aún practicas tales cosas, ven a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida que es Cristo, cree de todo corazón en Él y serás llevado de muerte a vida eterna, Dios colocará su Santo Espíritu en ti como garantía de salvación. (Efesios 1:13-14)    Oración.

«Padre, hoy quiero entregar mi vida a ti, creo en tu Hijo Jesucristo, en que Él murió por mis pecados y resucitó para darme vida eterna, hoy me entrego a ti y te pido coloques tu Espíritu en mí para servirte y vivir una vida que te agrade, lejos del pecado y de las cosas del mundo. En el nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 12 de marzo de 2022

Cristianos llenos del Espíritu Santo. Parte 2

 


Cristianos llenos del Espíritu Santo. Parte 2

“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.” Hechos 7:55-60.

Esa llenura que tuvo Esteban, incluso para soportar la muerte, viendo la gloria de Dios, es la llenura que todos podemos tener; pero, ¿qué impide que seamos llenos?, una razón que contrasta con la historia de Esteban es el temor, “El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado” (Proverbios 29:25), Esteban no tuvo temor de dar testimonio sabiendo que podría morir, pues él mismo, al predicarle a quienes lo escuchaban, les cuenta el contexto de la historia de los profetas, que muchos fueron muertos por la rebeldía del pueblo. Sin embargo, siguió adelante, esta es la llenura, estar dispuestos a dar la vida por Jesús, no por un impulso emocional, sino por nuestra voluntad sometida y alineada a la voluntad de Dios.

Otra evidencia de la llenura de Esteban es la identificación con nuestro Salvador Jesucristo, pues en el momento en que estaba siendo apedreado, en vez de enojarse con sus verdugos o lanzar frases de odio, como su Señor, pidió al Padre que los perdonara, tal como el Señor Jesús dijo “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).

Ser lleno del Espíritu es algo que podemos pedir ahora mismo; es la voluntad de Dios que seamos llenos y lo primero que ocurrirá es que se nos quite todo temor del hombre para predicar el evangelio y que Cristo mismo sea revelado en nuestra vida, identificándonos plenamente con su vida, su carácter y su amor.

¿Estás dispuesto, hermano, a ser lleno del Espíritu de Dios?, entonces pide con fe y así será, la única condición es que lo creas, porque no es por méritos propios sino por lo que Cristo hizo en la cruz por ti. Él quiere que seamos llenos de gracia y poder para ser testigos fieles de su amor, colocando nuestra mirada en el cielo y no en las cosas de la tierra.  Oración.

«Padre, hoy quiero dar testimonio efectivo de tu amor, no ser apático a tu llamado de anunciar el evangelio a toda criatura; por eso te pido que me llenes de tu Espíritu Santo para anunciar con denuedo tu amor. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 11 de marzo de 2022

Cristianos llenos del Espíritu Santo. Parte1

 


Cristianos llenos del Espíritu Santo. Parte1

“Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. Entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban. Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba”. Hechos 6:8-10

Esteban era lleno de gracia y poder del Espíritu Santo para dar testimonio de Cristo y su Palabra, un testimonio que daba no por sus propios méritos o capacidades sino porque había aceptado a Cristo en su corazón pues como dice la escritura: “Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.” (Juan 1:17).

Es decir, lo mismo que Esteban recibió, recibimos nosotros en el momento que creímos y recibimos a Cristo, (Juan 1:12-13) el problema es si usamos o no todo el favor que ahora tenemos a disposición. Debemos cruzar el umbral de la inercia y saber que podemos dar ese mismo testimonio con poder, pues el Espíritu Santo que está con nosotros, actuará en el momento que demos el primer paso para confesar a Cristo, “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20), es de Él el poder y la gloria, de nosotros confiar y actuar conforme a su llamado.

No pensemos más que se requiere ser especial o algún don venido de lo alto para dar testimonio con poder de Cristo, ya tenemos el don de la salvación y a su Espíritu ¿qué más queremos? “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32), así que levantémonos de la silla de la comodidad y el temor, y vayamos a contar las maravillas que Cristo hace en nosotros todos los días, si encontramos oposición debemos saber que no podrán resistir la sabiduría y la mansedumbre que nos da el Espíritu, pues igual que estuvo con Esteban así está con nosotros el Cristo vivo.   Oración.

«Padre, ahora sé que, si Cristo está conmigo, el mal no me podrá vencer, por eso no debo sentir temor, ni quedarme sentado, sino, ir a dar testimonio del amor de Cristo. También, el Espíritu Santo actuará en mi vida con poder, me ayudará a hablar con denuedo de todas las maravillas de tu Palabra, de la libertad gloriosa que tenemos como hijos de Dios, de la paz que hay en mi corazón y del amor que tienes para dar a quienes creen en ti. En el nombre de Jesús. Amén.     Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 10 de marzo de 2022

Luz para las naciones

 


Luz para las naciones

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.” Hechos 13:47.

Esta es nuestra misión y esencia de vida, llevar la luz de Cristo a toda criatura, en todo rincón del mundo; muchos pueden decir que el mundo conoce a Cristo, pero lo que vemos son religiones inertes e imágenes de Jesús, pero no su luz radiante, transformadora y diáfana. Esa luz limpia, llena de amor, es reflejada por el verdadero creyente, aquel que ha rendido su vida al Cristo vivo y que con su propia vida transmite el mensaje de Jesús de Nazareth.

¿Estamos permitiendo que nuestros vecinos, amigos y familiares conozcan a Jesús a través de nosotros?, sino es así, Jesús nos da la clave “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en por de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23), un proceso diario de renunciar a mí mismo y a mis vanos deseos, e identificarme con Cristo en todo, ya no vivir para mí mismo sino para aquel que murió y resucitó por mí (2 Corintios 5:15).

Entonces, no se trata de mí se trata de Él viviendo en mí, y esto lo cambia todo; pidamos, por tanto, al Espíritu que nos fue dado el día que recibimos a Cristo, que nos revele profundamente esta verdad relacionada con lo que hoy nos pide Dios para que seamos luz, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).    Oración.

«Señor todo se trata de ti; por lo tanto, lléname de tu Espíritu para llevar la luz de Cristo a todas las personas que me rodean. Que el amor, el gozo, la paz, la paciencia y toda virtud sean evidentes en mí, para reflejar tu luz pura por medio del testimonio de una vida apartada para hacer lo que te agrada. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 9 de marzo de 2022

Principio de dolores

 


Principio de dolores

“Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.” Mateo 24:6-8

Es evidente que el mundo en los últimos dos siglos, ha estado en guerras y rumores de guerras que afectan a todas las naciones. Enfermedades, pestes y desastres naturales cada día aumentan sin que el hombre pueda tener el control. Y la fuente de todo esto es que el mundo está conectado económica y socialmente, en sus comunicaciones aéreas y tecnológicas, pero totalmente desconectado con Dios y su Palabra.

El Señor Jesucristo predijo con precisión todo lo que está ocurriendo, pero el mundo no está atento a sus palabras, y la clave de escuchar estas profecías es que reflexionemos ¿cómo está mi relación con Dios?

El mundo está convulsionado, pero ¿tengo la salvación de mi alma?, ¿cómo puede ser salvado? La escritura nos muestra que la prioridad de la vida es acerca de este tema. “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mateo 16:26).

La salvación de nuestra alma sólo es posible si colocamos nuestra confianza total en Jesús, y todo aquel que invoque su nombre será salvo (Hechos 2:21), pues Él es la puerta a través de la cual podemos entrar y ser salvos, (Juan 10:9).

Hoy invoquemos su nombre, el mundo puede haber entrado en el principio de los dolores anunciado, pero cada uno de nosotros puede iniciar a tener desde ya, una relación íntima con el Salvador del alma. Por eso, que el inicio de esta época cruel, no sea para llenarnos de temor, sino para que no aplacemos más el rendir nuestra alma a Jesucristo, para ser salvados y tener vida eterna en su nombre.    Oración.

«Señor Jesús quiero confesar tu nombre, el mundo puede estar desmoronándose porque no te escucha, pero yo hoy quiero rendirme a ti, y ser salvado, quiero estar atento a tu Palabra de vida eterna y tomarla para mí, tómame de la mano y súbeme en el seno de tu amor. Te entrego mi corazón Señor Jesús. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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