miércoles, 20 de septiembre de 2017

El amor de Dios a su pueblo.


El amor de Dios a su pueblo.



Para iniciar el devocional de hoy, acompáñense de la lectura de Deuteronomio 1:19-33





Los primeros capítulos de Deuteronomio son Moisés recordándole al pueblo de Israel las promesas de Jehová.



Sabemos que Dios le dio la libertad al pueblo por medio de Moisés y Aarón; estos les llevaron por el desierto hacia la tierra prometida: Canaán. Pero gracias a la desobediencia del pueblo demoraron 40 años en ese proceso.



Ahora leemos el versículo 21 de Deuteronomio 1: "Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes." 

Dios le prometió a Abraham que haría una nación grande de él (Génesis 12:2), y a Jacob (hijo de Isaac; hijo de Abraham) le prometió que su descendencia seria como el polvo de la tierra y en él serian benditas todas las familias de la tierra (Génesis 28:13-14). Ahora, los hijos de Jacob fueron las 12 tribus de Israel, a quienes muchos, muchos años después Moisés llevó por el desierto.



Retomando el pasaje, en el versículo 27 dice: "Y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque Jehová nos aborrece, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en manos del amorreo para destruirnos"



Dios no es hombre para mentir, Dios lo que promete lo cumple.





Esta no era la primera vez que el pueblo renegaba de Dios, muchas veces encontramos a lo largo de Éxodo, Levítico, Deuteronomio ... que el pueblo vivía diciendo: Si estuviéramos en Egipto.... y pecaban cuando se sentían solos y desorientados (Hicieron dioses para adorar cuando Moisés subió al monte a buscar las tablas en las que estaban escritos los mandamientos). Y aun así por la promesa que Dios le había hecho a Abraham se aguantó de no destruirlos.

Los cuidó, sus ropas y calzado se envejecieron mas no se gastaron, les daba alimento del cielo (maná), les mandaba una columna de fuego por las noches y una nube de día para guiar su camino, les dio agua en medio del desierto...Les demostró su amor y poder infinito... "Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios" Deuteronomio 1:32



Les puedo asegurar, que Jehová hizo pasar al pueblo por tantas pruebas en el desierto solo para escuchar que confiaban en Él, que le amaban de la misma forma que Él les amaba a ellos...Pero solo recibió quejas, pecados, blasfemias, desconfianza, desobediencia....



No seamos como el pueblo de Israel en el desierto...Dios quiere un Josué, un Caleb (Números 14.30), un Finees (Números 25:7) ... 

El amor de Dios es grande, lo puedes ver reflejado en tú vida ahora "Pues Jehová te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado" Deuteronomio 2:7





Yo tengo 19 años, que recibí a Cristo como mi Señor y mi Salvador en mi corazón y puedo decir que Jehová me ha bendecido, y estos 19 años Jehová mi Dios ha estado conmigo, y nada me ha faltado... Y estoy seguro que en tú vida es igual. Porque Dios te ama y me ama. Él hace salir su sol sobre buenos y malos... ¿Y si sostuvo la promesa con Abraham...porque no sostendría la promesa con nosotros? Dios no cambia.



En los días de prueba, busca a Dios...Si le buscas Él se dejará hallar por ti; porque te ama.

Aun cuando éramos pecadores e ignorábamos la voluntad de Dios, Él nos guardó y si te arrepientes de tus pecados Él te sostendrá en sus manos y te acogerá con un cariño inimaginable y te dará el amor que el mundo nunca te dará...Porque no hay amor más grande que el de Dios hacia su pueblo.



Minuto de Sabiduría:

Dios nos guía siempre y orienta nuestra vida. Pero necesitamos sensibilidad, para escuchar su voz, y aprender a interpretarla en las mil y una circunstancias de la vida, y remontarnos a las mejores alturas del espíritu que nos anima. Procura meditar en silencio y escucha la voz de Dios, tu guía, que nunca te abandona.     ¡Dios te bendiga!