viernes, 14 de febrero de 2025

El encuentro del Señor con los amigos de Daniel

 


El encuentro del Señor con los amigos de Daniel

“Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.” Daniel 3:24-25

Sadrac, Mesac y Abed-nego llegaron a Babilonia después que Nabucodonosor sitiara Jerusalén y los llevara cautivos para servir en su corte, estos jóvenes a pesar de estar en medio de una cultura y una sociedad muy distinta a la suya, con costumbres y pensamientos diferentes a los suyos, pudieron permanecer firmes en sus convicciones gracias a su fe, ellos nos dan ejemplo de la importancia de tener claros los pensamientos pero sobre todo de tener las creencia correctas acerca de Dios.

Frente a una situación tan difícil como la que tuvieron que enfrentar, que era de vida o muerte, escogieron no adorar una estatua, ni un dios pagano, porque sabían quién era su Dios, el Dios verdadero, por lo cual fueron capaces de decir: “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado” Daniel 3:17-18

Ellos tenían esta fuerte convicción pues creían al mandato que el Dios verdadero les había dado a sus antepasados de no adorar a dioses ajenos, lo cual nos deja ver el temor reverencial que tenían a Dios. Y precisamente fue esta fe la que les permitió tener ese maravilloso encuentro con Cristo pre-encarnado en el horno de fuego, pudiendo experimentar ahí la protección y amor de Dios.

Esto nos debe llevar a reflexionar qué tan fuertes son nuestras convicciones, pues en ocasiones no actuamos como lo hicieron estos valientes jóvenes, sino que cedemos ante las tentaciones que se nos presentan. De ahí la importancia de reforzar nuestra fe, que como dice la Biblia viene por el oír la Palabra de Dios, para mantenernos firmes en nuestras creencias y así poder ver la manifestación del amor de Dios en nuestras vidas (Juan 14:21).    Oración.

«Señor Jesús permítenos regresar al primer amor, queremos ser restaurados por ti, llévanos a ser sensibles a tu voz, y que por tu Santo Espíritu creamos en tus Palabras, auméntanos la fe para obedecer sin vacilar cuando tú nos hables, queremos experimentar la manifestación de tu amor en nuestras vidas. Amén.