TRES
ASPECTOS DE LA LLENURA
La llenura del Espíritu Santo
actúa en la vida del creyente en tres áreas. Estos aspectos son la llenura
inicial, la llenura normal y la llenura especial. Abajo estaremos explicando lo
que significa cada una.
La llenura inicial es aquella por
la cual se experimenta el Poder del Espíritu Santo por primera vez. Esta
llenura puede ocurrir al momento de la salvación (junto con el Bautismo
con el Espíritu Santo) o no mucho tiempo después. (Hechos 8:15, 16; 9:17; Hechos
10:44) Es cuando el Espíritu
Santo viene sobre la persona y la llena de su poder para funcionar como
creyente. Algo ocurre en la persona que la hace sentir distinta, pero la
evidencia más común es la de querer compartir el mensaje de Cristo con otras
personas. Esto es consistente con las palabras de Jesús que dijo a sus
discípulos, "y recibiréis
poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra"
(Hechos 1:8). Es lo que muchos han llamado "el fuego del primer
amor". Cuando el Espíritu Santo viene con poder "llenador"
sobre una persona el resultado es que " se convierte en un
testigo". Un testigo es uno que da testimonio de algo. En este
caso se dará testimonio de Jesucristo, se querrá hablar de Jesús a todo el
mundo.
La palabra traducida al español
"poder", es la palabra griega "dunamis", de donde proviene
la palabra "dinamita". Eso es lo que se recibe con la llenura del
Espíritu Santo. Dinamita para poder funcionar con poder en la obra del Señor.
Existen algunas experiencias que
en ocasión se hacen manifiestas en aquellos que son llenos del Espíritu Santo.
Todas las experiencias inmediatas no son iguales, así que no debemos esperar
que todo el mundo reaccione de la misma manera. Algunos creen que todos
deben hablar " lenguas extrañas" pero esa teoría no puede ser
respaldada bíblicamente. Para un estudio sobre las lenguas
recomendamos leer nuestro estudio titulado "El
Bautismo con el Espíritu Santo y las Lenguas Extrañas". Lo
que sí debe ocurrir en todos es que aquel que ha sido/ es
lleno del Espíritu Santo es que deseará hablar de Cristo (dar testimonio) a
todo el que se encuentra. Esto es más que una simple emoción pasajera. No es
producto de los sentimientos sino del poder del Espíritu Santo obrando en la
vida de la persona. Esto es algo genuino. El que ha tenido la experiencia
de la llenura del Espíritu Santo crece y permanece. El Espíritu Santo quita el
miedo y da poder y confianza "porque no nos ha dado Dios Espíritu de
temor...". Jesucristo dijo: "…pero
recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra." (Hechos 1:8) La
llenura del poder del Espíritu Santo También da palabras a quien no es salvo y
aunque sea un "Cristo te ama" deseará decir a alguien. Creo que esta
llenura inicial viene como regalo de Dios a los que de corazón ser arrepienten
y vienen a Él. Por esa razón dice la
Biblia que Pablo preguntó a los samaritanos que se encontró
en Efeso,"¿recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis?"(Hechos
19:2). Esta llenura inicial es parte del "paquete de salvación".
Es lo que produce ese fuego del "primer amor". Los Samaritanos
de Efeso conocían el bautismo de Juan pero no conocían la obra completa del
Espíritu Santo bautizando y llenando, por lo tanto debían ser expuestos a la
clara doctrina bíblica de ser llenos (controlados/ guiados con poder) del
Espíritu Santo. Si ellos habían "creído" en el mensaje de la
cruz de Cristo como parece haber sido la situación, entonces ellos habían
sido "bautizados" por el Espíritu Santo y 'unidos' de esa manera al
cuerpo místico de Cristo y formaban parte de la iglesia. También debían
tener el Espíritu Santo morando dentro de ellos pues sin esa operación
permanente del Espíritu no se puede considerar una persona salvada (Romanos
8:9).
Aunque esta llenura inicial de
poder es muy importante y muy necesaria, puede pasar y dejar de tener su efecto
inicial, si la persona se descuida en su vida Espiritual. Por eso es
necesario seguir siendo lleno del Espíritu continuamente. El Cristiano no
necesita volver a ser habitado por el Espíritu Santo otra vez. Eso ocurre
una vez y para siempre. Pongamos un ejemplo como ilustración.
Es como cuando usted se compra un automóvil nuevo y la compañía que le vende el
automóvil le llena el tanque de gasolina gratis por haber comprado el carro.
Luego le dice "por haber comprado este auto con nosotros usted tiene como
'garantía' acceso a toda la gasolina y todo servicio de mantenimiento y
reparación necesarios para que su carro siga funcionando
correctamente". Usted sale a pasear y está muy contento con su
carro. Lo lleva a que todos sus amigos y familiares lo vean. Se va de paseo y
quiere que el mundo se entere de que usted tiene un carro nuevo, se siente como
un rey, como la persona más importante y más feliz del mundo. Pero a ese carro
nuevo hay que darle mantenimiento. Hay que seguir echándole gasolina. Hay que
chequear el aceite, y las llantas. Si usted no se mantiene velando su carro y
beneficiándose de la garantía ofrecida gratuitamente por la agencia que le
vendió su carro, llegará el día que se quedará sin gasolina o sin gomas o sin
aceite y no podrá seguir funcionando. Su automóvil ya no necesita una llenura
de gasolina inicial, ya usted "la agencia" se la dio. Tampoco necesita
la llenura inicial de aceite. Lo que ahora necesita es el mantenimiento normal
que requiere un automóvil. La llenura del Espíritu Santo es igual. Dios te
regala la primera llenura o derramamiento del Espíritu como parte de la
salvación. Las demás llenuras dependen de su búsqueda y dependencia de esa
fuente inagotable que le ha sido dada y garantizada por Dios. Depende de su
disposición Espiritual a querer seguir siendo lleno. La palabra traducida
"sed llenos" lleva consigo la idea de que sea algo continuo. La llenura
no es algo que recibimos una vez y nos olvidamos. Es algo que requiere
constancia, búsqueda persistente.
Una persona que ha sido llena del
Espíritu Santo, puede volver a ser llena una y otra vez. Esta llenura inicial
se hizo evidente en los apóstoles y los que estaban en el aposento alto el día
de Pentecostés. La Biblia
nos dice: "y todos fueron
llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les daba que hablasen" (Hechos 2:4). Uno de aquellos que fue
lleno del Espíritu Santo en el día de Pentecostés fue el apóstol Pedro quién se
puso en pie y comenzó a predicar a la multitud que estaba reunida en aquel
lugar para celebrar la fiesta. Pedro el que había negado enfáticamente a Jesús
unos cincuenta días atrás, ahora se enfrenta ante la gran multitud, "lleno
del Espíritu Santo" y les habla de las maravillas de Dios sin temor
alguno. Eso es verdadero "poder Pentecostal".