Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no
tardará. Hebreos 10:37
No tardará, Él lo prometió, Él vendrá. No como muchos dicen,
que no hay juicio, que no hay Dios, como en los tiempos de Noé hoy se dedican a
sus deseos egoístas y ambiciones temporales; como un rayo, de repente, serán
sorprendidos los que no recibieron el mensaje y no confiaron en estas promesas
de su venida.
El Señor no quiere que nadie se pierda, Él busca que todos
lleguemos a creer en Él para tener vida eterna y obedecer
para participar de
todas sus bendiciones, por eso espera con paciencia que todos vengan al
arrepentimiento. (2 Pedro 3:9).
Por eso es anunciada y enseñada la Palabra de Dios en todo el
mundo, para que las personas, conociendo y aceptando la verdad, dejen de adorar
ídolos (el dinero, ídolos humanos, estatuas), para servir al Dios vivo y
verdadero, y puedan esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los
muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera. (1 Tesalonicenses 1:8-10)
Por tanto, aguardemos con paciencia su venida pero con toda
certeza, buscando la santidad cada día, sin dejar de dar testimonio del amor
que Dios mostró por medio de Jesús y de estudiar las escrituras con oración y
perseverancia. Oración.
Señor, te espero con ansias y toda esperanza, quiero
obedecerte y hacer tu voluntad, que me encuentres administrando con diligencia
lo que me has entregado, y guardando todo lo que está escrito en tu Palabra.
Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
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