martes, 26 de julio de 2022

No podemos callar

 


No podemos callar

«Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” Romanos 10:8-15.

Sabemos que el Señor hizo posible nuestra salvación al hacerse hombre, morir en una cruz y resucitar; la salvación está dispuesta para todo aquel que quiera aceptarla, crea con el corazón y confiese con su boca que Cristo es el Salvador. Su palabra dice que todo aquel que lo invoca será salvo. Dios siempre justifica a los que creen.

El haber recibido este regalo tan grande debe motivarnos a pensar en aquellos que están perdidos sin Dios. El anhelo de Dios es que todos los hombres sean salvos y le conozcan, pero cómo lo invocarán si no hay quien les hable. Pablo dice “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”

Hoy es tiempo de hablar, no callemos, pensemos en las personas que tenemos a nuestro alrededor y necesitan oír las buenas nuevas para ser libres y salvos. Tenemos la respuesta a su necesidad espiritual. Evangelizar es compartir el evangelio con la unción del Espíritu Santo, dejándole los resultados a Dios. Recordemos que hermosos son los pies de los que anuncian las buenas nuevas.  Oración.

«Señor, gracias por el regalo de la salvación, por hacerte hombre, morir en una cruz y levantarte de entre los muertos con tu resurrección. Hoy confesamos que creemos en lo que hiciste por nosotros y queremos llevar las buenas nuevas a otros; abre nuestros labios para no callar el mensaje de salvación. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.