jueves, 31 de marzo de 2011

NEGAR A JESÚS


Mateo. 26:69 Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo.
26:70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.
26:71 Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno.
26:72 Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.
26:73 Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.
26:74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.
26:75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente. SEÑOR CUANTAS BECES TE NEGAMOS CON NUESTROS DICHOS Y ECHOS Y PENSAMIENTOS, PERO QUE CUANDO NOS ACORDAMOS DE TU PALABRA NOS QUEBRANTAMOS Y YORAMOS AMARGA MENTE Y TU NOS PERDONAS COMO PERDONASTES A TU SIERBO PEDRO. EL TE NEGO TRES BECES PERO TU LE PREGUNTASTES TRES BECES SI TE AMABA. JUAN.21:15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.
21:16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.
21:17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. NOSOTROS TE DECIMOS SI SEÑOR JESUS TE AMAMOS. Juan 14:23: Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi PALABRA guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
SI SEÑOR JESUS ALLUDANOS A GUARDAR TU PALABRA PARA NO NEGARTE CON NUESTRO DICHOS ECHOS Y PENSAMIENTOS

miércoles, 30 de marzo de 2011

La verdadera descripción


La verdadera descripción

Me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.

1 Corintios 2:2

Jesucristo evoca muchas imágenes en la mente de las personas. Algunas lo ven como un niñito en un pesebre: el Cristo de la Navidad. Otras lo imaginan de niño, tal vez viviendo en el hogar de un carpintero o confundiendo a los guías religiosos de Jerusalén. Muchas personas lo perciben como un compasivo y poderoso sanador que sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos. Aun otras lo presentan como el valeroso y apasionado predicador que enseña la Palabra de Dios a grandes multitudes. Y hay quienes lo ven como el hombre perfect un modelo de virtud, bondad, simpatía, interés, cuidado, ternura, perdón, sabiduría y comprensión.

Pero la imagen de Cristo que supera a todas las demás es la de Jesucristo en la cruz. Conocer a Cristo crucificado es conocerlo como el autor y consumador de su fe, la verdadera descripción de su persona y de su obra.

El sufrimiento de Cristo en la cruz es el punto central de la fe cristiana. Allí es donde se ve con más claridad su deidad, su humanidad, su obra y su sufrimiento.

martes, 29 de marzo de 2011

Identificarse con el sufrimiento de Cristo


Identificarse con el sufrimiento de Cristo

Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.

Hebreos 2:10

Los cristianos pueden identificarse con su Maestro porque, como Él, sufren para entrar en su gloria.

Cristo les dijo a los discípulos en el camino a Emaús: "¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?" (Lc. 24:25-26). Nuestro Señor tuvo que explicar que la gloria futura exigía que Él sufriera. Nosotros debemos esperar lo mismo.

La senda hacia la gloria para Cristo fue la senda del sufrimiento injusto. Esa es también nuestra senda. Jesucristo soportó el sufrimiento con paciencia fue exaltado a la más excelsa gloria. Él es nuestro ejemplo de cómo reaccionar ante el sufrimiento.

lunes, 28 de marzo de 2011

Gloria a través del sufrimiento


Gloria a través del sufrimiento

Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.

2 Corintios 4:17

El sufrimiento no solo nos hace ahora más fuertes, hace posible que soportemos con paciencia, aumenta nuestra fe, nos enseña a confiar en Dios y nos lleva a depender de Cristo y de su Palabra, sino que también determina cómo actuaremos después. Por eso Pablo siguió diciendo que debemos concentrarnos no en el presente, sino en el futur "No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas" (v. 18).

Cuanto más sufrimiento soportemos, tanto mayor es nuestra recompensa eterna.

domingo, 27 de marzo de 2011

Aproveche la ola


Aproveche la ola

Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.

Juan 4:35

Todos los creyentes deben sentir pasión por los perdidos. John Harper tenía tal pasión. Era un joven pastor en la gran iglesia Moody Memorial de Chicago a principios del siglo XX, pero en 1912 iba de pasajero en el aciago viaje del Titanic.

Cuatro años después, un joven escocés se puso de pie en una reunión y dijo que era sobreviviente de Titanic. Mientras flotaba a la deriva agarrado de un pedazo de madera, se encontró con un hombre que flotaba sobre restos del naufragio. El hombre le pidió al escocés que recibiera a Cristo. El joven escocés se negó. La ola volvió cerca del hombre, y este le preguntó al escocés si aun no era salvo. Poco después, el hombre desapareció en el agua, y el escocés decidió confiar en Cristo como Salvador. Identificó al hombre como John Harper. El joven escocés fue el último convertido de John Harper.

¿Puede ser usted uno de los John Harper de esta generación?

sábado, 26 de marzo de 2011

Pescadores de hombres


Pescadores de hombres

Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.

Mateo 4:19

Los pescadores del primer siglo usaban instrumentos especiales para pescar. Uno era la vara y el anzuelo (Mt. 17:27). Otro era una lanza o posiblemente un tipo de arpón (Job 41:26). Un tercero era la red (Mt. 13:47). Esta a veces tenía más de trescientos pies de largo unos ocho pies de ancho. Los pescadores la mantenían a flote por un extremo con corchos y hundían el otro extremo. A veces extendían la red entre dos botes y remaban en círculo. Luego tiraban de las sogas atadas a la parte superior de la red, terminando el proceso de pesca (Jn. 21:6).

Sin embargo, en el versículo de hoy Jesús se refería a una red que tenía forma circular (de unos quince pies de diámetro) hecha de una malla fina y con plomadas por la orilla. Atando un largo cordel al centro de la red, el pescador podía lanzarla al agua. Luego halaba el centro de la red con la cuerda para asegurar la pesca.

Así como los discípulos pescaron almas dentro del círculo de su red de aquella época, el Señor quiere que sus discípulos de nuestro tiempo evangelicemos a los hombres y a las mujeres que nos rodean.

viernes, 25 de marzo de 2011

El modelo de testimonio


El modelo de testimonio

Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.

1 Corintios 11:1

Cristo es el ejemplo perfecto a imitar al dar testimonio a los demás. En primer lugar, estaba dispuesto a dar testimonio. Aunque hubo ocasiones en las que dejó a las multitudes, por lo regular Jesús estaba entre el pueblo, aun cuando estuviera ocupado.

En segundo lugar, era imparcial. Jesús estaba a menudo con personas comunes y corrientes, leprosos, prostitutas y recaudadores de impuestos, los que pertenecían a las clases social y moralmente más bajas. Pero también ayudó a un centurión romano, hombre de importante condición social (Mt. 8:5-13), y al rico Jairo, cuya hija necesitaba un milagro (Mr. 5:22-24, 35-43). Jesús reflejaba la mente de Dios, que no hace acepción de personas (Hch. 10:34).

En tercer lugar, era sensible al dolor de los demás. En Marcos 5, una mujer que había estado con una hemorragia durante doce años extendió la mano y tocó la ropa de Jesús. Preocupado por ella, Jesús preguntó: "¿Quién ha tocado mis vestidos?" (v. 30).

Por último, consiguió una confesión pública de quienes creían en Él, como en el caso del ciego (Jn. 9:1-41) y del leproso samaritano (Lc. 17:11-19).

Siga el ejemplo de Cristo cuando les dé testimonio a los demás.

jueves, 24 de marzo de 2011

La aflicción por las almas perdidas


La aflicción por las almas perdidas

¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!

Mateo 23:37

Jesús se interesaba profundamente por las personas. Nuestro Señor llevó a Felipe (Jn. 1:43), a Mateo (Mt. 9:9) y a Pedro y a Juan (Mt. 4:18-19) a la fe con el llamad "Sígueme". En Juan 4, junto a un pozo se encontró con una mujer y la llevó a la salvación. En Lucas 19, se encontró con Zaqueo, un recaudador de impuestos, a quien guió a la confesión de pecado, al arrepentimiento y a la fe. En Juan 3, enseñó a Nicodemo acerca del nuevo nacimiento. En Marcos 10, llevó al ciego Bartimeo a que creyera en Él. En Marcos 5, Jesús sanó a un endemoniado en la región de los gadarenos. Y Lucas 23 cuenta de su breve pero conmovedor encuentro con el ladrón en la cruz (vv. 40-43); antes de entregarse a Dios, Cristo lo rescató del infierno eterno.

El corazón de Jesús se afligió por las almas perdidas. En Juan 5:40, tenemos una vislumbre de la pasión de Cristo cuando dij "No queréis venir a mí para que tengáis vida". Tienen un tono melancólico esas palabras. ¿Resuena en su corazón el afecto de sus palabras?

miércoles, 23 de marzo de 2011

Ejemplos de pasión


Ejemplos de pasión

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.

Efesios 4:11

Se dice que Juan Wesley hizo más por Inglaterra que sus ejércitos y sus navíos. Vivió pobre, habiendo dado a otros miles de dólares a lo largo de su vida. Maltratado y calumniado, dejó su reputación y su alma en las manos de Dios. Se ha calculado que viajó más de trescientos mil kilómetros a pie y a caballo, y predicó dos mil cuatrocientos sermones. Gran parte de la iglesia establecida lo menospreció, pero él llevó fuego al frío corazón de esa iglesia. Tenía fama de quedarse sin aliento en busca de las almas.

Ordenado a los veintidós años, George Whitefield comenzó a predicar con gran elocuencia y buenos resultados. Su poder era resultado de su pasión por las almas, y usaba cada uno de sus talentos dados por Dios para guiar a las almas a Cristo. Cruzó el Atlántico trece veces y predicó millares de sermones. El epitafio de su tumba dice que fue un soldado de la cruz, humilde, devoto y ferviente, que prefirió la honra de Cristo antes que su propio interés, su reputación o su vida.

Aunque esos hombres son ejemplos admirables, el ejemplo perfecto de alguien con pasión por los perdidos es Cristo.

martes, 22 de marzo de 2011

SIERVO POR ELECCION PROPIA


SIERVO POR ELECCION PROPIA
“Pero si el siervo dice: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos; no quiero salir libre” (Éxodo 21:5). Para este siervo no hay dilema, no hay qué elegir. Su decisión nunca estuvo en duda. Su amo era su mundo. El siervo estaba atado a él con cadenas eternas de amor. A él no le sería posible dejar a su amo o su casa.

La vida del siervo giraba entorno al amor que sentía por su amo, y al igual que Pablo, él consideraba todo lo demás como “estiércol” con tal de ganar a su amo. Él era la clase de persona dispuesta a ser despreciada con tal de que otros pudieran llegar a conocer el amor de su Señor.

Este siervo valoraba la intimidad con su amo sobre cualquier otra bendición terrenal. ¿A quién le podría importar los rebaños, los sembradíos, o el vino y el aceite, cuando se puede tener una comunión e intimidad sin fin con el amo? Su corazón rebozaba de cariño por su amo y él lo dijo claramente: “Yo amo a mi señor, no quiero ser libre.”

Lo que este siervo nos está diciendo es simplemente esto: ¡Cristo es suficiente! Nada en este mundo tiene el valor suficiente como para perder el sentir de su presencia. Toda la riqueza y prosperidad de toda la tierra no se puede comparar a tener un día con él. Los placeres que están a su diestra exceden inmensamente cualquier éxtasis conocido por los hombres. Conocerlo a él, estar donde él está, sentarse juntos en los lugares celestiales, es más que la misma vida. Servirlo, ser guiado por él, ir y venir de acuerdo a su mandato, es vivir la vida en su plano más alto.

¿Me recordaría usted que es un hijo y no un siervo? Entonces yo asimismo le recordaría gentilmente que Jesús era un Hijo, el cual “siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres” (Filipenses 2:6-7). Él pudo haber venido como poderoso Príncipe del Altísimo, arrasando a todo enemigo, sin embargo, Cristo eligió venir como siervo, totalmente comprometido con los negocios de su Padre.

Este siervo dedicado del cual leemos en Éxodo, creía tener una sola misión en su vida, y ésta era la de servir a su amo. Él no estaba buscando la herencia, aunque está escrito, “El siervo prudente se impondrá al hijo indigno, y con los hermanos compartirá la herencia” (Proverbios 17:2). El amor que tenía le hacía obedecer con facilidad desde la mañana hasta la noche, cada momento que estaba despierto, él vivía en servidumbre voluntaria a su amo. Él era impulsado sólo por el amor – no por culpabilidad, ni por sentido de obligación. No es de asombrarse que Jesús podía decir, “Si me amas, me obedecerás.”

lunes, 21 de marzo de 2011

Renovar nuestra pasión


Renovar nuestra pasión

Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino.

Mateo 9:35

Todo lo que vale en la vida es resultado de la pasión de alguien. Los acontecimientos importantes de la historia humana son resultado de un profundo y entusiasta deseo de ver metas cumplidas. El deseo entusiasta de los creyentes debe ser la evangelización del mundo. Sin embargo, vivimos en una época que tiende a entorpecer nuestra perspicacia. Nuestra cultura opaca nuestras metas legítimas y le quitaría a nuestra fe su poder apasionado si tuviera la oportunidad.

En realidad, algunos cristianos son un jarro de agua fría para el corazón apasionado. Simplemente no comprenden a alguien con un interés apasionado por un proyecto espiritual, ya que la pasión espiritual no es la norma. La norma es no dejar que el cristianismo interrumpa su manera de vivir. Si usted sigue esa norma, bajará su temperatura espiritual y se volverá apático.

Todos debemos preguntarnos: ¿Dónde está nuestra carga por la evangelización? ¿Por qué no es el evangelismo la función principal de la iglesia? ¿Es la iglesia simplemente un centro de actividad complaciente consigo misma, satisfecha con la comodidad y la prosperidad?

domingo, 20 de marzo de 2011

El primer pasom


El primer paso

Bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Mateo 28:19

El bautismo es la señal exterior de la fe de uno en Cristo. Es un acto de obediencia mediante el cual una persona muestra la realidad de su salvación. La salvación no se ve con los ojos, sino que es algo sobrenatural y espiritual. Sin embargo, debe ser evidente el fruto o resultado de la salvación.

En la iglesia primitiva, el fruto inicial de la obediencia era el bautismo, y se puede esperar hoy día ese mismo fruto. Es el medio por el cual una persona da testimonio de su unión en la muerte, sepultura y resurrección de Cristo (Ro. 6:3-4). Gálatas 3:27 dice: "Todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos".

La Gran Comisión en Mateo 28 nos ordena que prediquemos el evangelio y bauticemos a otros. Eso quiere decir que debemos decir a las personas que la salvación es algo que no solo deben creer, sino también confesar públicamente, con el bautismo como el primer paso. Cuando alguien es reacio a confesar públicamente a Cristo de esa forma, tenemos razón para poner en tela de juicio la autenticidad de su fe. Jesús dij "A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos" (Mt. 10:32). Esa es la confesión pública que todos debemos hacer. La oveja perdida

Habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

Lucas 15:7

Al principio de la parábola de la oveja perdida, Jesús pregunta: "¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?" (Lc. 15:4). Lo que Jesús quiso decir es que cualquier pastor buscaría una oveja perdida, ya que no se trata solamente del deber, sino también de afecto.

Después de encontrar a la oveja, el pastor en esa parábola fue a su casa e invitó a sus amigos y vecinos para celebrar con ellos. El gozo del pastor era tan grande que tenía que expresarlo.

El versículo de hoy es la conclusión de esa parábola y una esperanza para los cristianos de hoy. Así como el pastor se regocija por la oveja perdida, nuestro buen pastor se regocija por el pecador arrepentido, por haber encontrado a su oveja perdida.

sábado, 19 de marzo de 2011

¿Necesita un Milagro?


¿Necesita un Milagro?

Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Juan 2:11

Una pareja se sienta en extremos opuestos del sofá, cada uno de ellos sólo. Lo que en un tiempo fue un matrimonio vivo se ha degenerado en algo que ninguno de ellos jamás se propuso. Se aman, pero ambos saben que restaurar el matrimonio que una vez tuvieron exigiría un milagro.

Felizmente para ellos, y millones como ellos, un milagro no es nada imposible para nuestro Dios. Es más, el primer milagro de Jesús anotado en las Escrituras fue realizado en una casa y durante una boda (Juan 2:1-11). Fue por invitación a la misma ceremonia en donde se establece el matrimonio; recordatorio para nosotros de que Dios se interesa muy profundamente por las familias.

Si no tenemos cuidado podemos pensar que Dios ha abandonado por completo la institución del matrimonio y la importancia del hogar. Apabullados por las estadísticas de fracasos matrimoniales, muchas parejas se olvidan de quién fue el autor de la relación matrimonial, para empezar.

¿Necesita su hogar un milagro? Invite a Cristo a cada habitación. Hágale el cimiento de cada relación personal que se cultiva dentro de sus paredes. Como el agua convertida en vino en las bodas de Caná, el poder de Cristo puede transformar las heridas en armonía.

viernes, 18 de marzo de 2011

Toda autoridad


Toda autoridad

Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.

Mateo 28:18

Antes de que Cristo presentara la Gran Comisión, de hacer "discípulos a todas las naciones", había establecido su autoridad divina para darla. De otro modo, habría parecido imposible de cumplir la orden.

Mientras los discípulos siguieron a Jesús durante tres años y medio, aprendieron mucho de su autoridad. Les mostró que tenía autoridad sobre la enfermedad (Mt. 4:23) y la muerte (Jn. 11:43-44). Él les dio a sus discípulos el mismo poder que Él tenía para vencer a la enfermedad y a los demonios (Mt. 10:1). Estableció que tenía la autoridad de perdonar pecados (Mt. 9:6) y de juzgar a todos los hombres (Jn. 5:25-29). Y probó que tenía la autoridad de dar su vida y volver a tomarla (Jn. 10:18).

La sumisión a esa absoluta autoridad de Cristo no es una opción; es su obligación suprema. Una alternativa

No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente.

Romanos 1:16

Antes de que Dios enviara a su Hijo a la tierra, el plan de Dios era salvar al mundo por medio de Israel; pero Israel fue incrédulo. Se describe su incredulidad en una parábola acerca de un rey que preparó una fiesta de bodas para su hijo y llamó a los convidados (Israel). Cuando los invitados no quisieron ir, algunos por indiferencia y otros por enemistad, el rey dijo a sus siervos: "Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis" (Mt. 22:9). Jesús empleó esa parábola para describir a los israelitas apóstatas, que rechazaron a su Mesías y se perdieron la fiesta planificada para ellos.

Entonces Dios hizo la invitación a otro grup los gentiles. Dios escogió a un pequeño grupo de personas reunidas en un monte de Galilea y a otro grupo de discípulos en Jerusalén para evangelizar al mundo perdido. Por medio de ellos haría la obra que la nación de Israel se había negado a hacer, y a nosotros se nos llama a continuar esa obra.

jueves, 17 de marzo de 2011

¿Está dispuesto usted?


¿Está dispuesto usted?

Heme aquí, envíame a mí.

Isaías 6:8

Dios quiere un corazón dispuesto en el momento y en el lugar señalados que oiga sus órdenes. También quiere un corazón lleno de la verdadera adoración. Todo el afecto y el pensamiento del creyente deben ponerse en Cristo. Todas sus metas se dirigen a Él. Él es suyo en definitiva.

¿Está dispuesto usted? ¿Es un adorador? ¿Es su propósito en la vida concentrarse en la persona de Cristo? El tener esa actitud significa estar controlado por el Espíritu Santo, que es el único que puede hacer que usted llame a Jesús Señor (1 Co. 12:3). Todos sus bienes, todo su tiempo, toda su energía, todo su talento y todos sus dones deben estar controlados por Él.

Eso también significa estar concentrado en la Palabra porque es en la Palabra donde se ve a Cristo. Se mira su gloria en la Palabra. Así como Cristo vino al mundo para dar su vida a fin de atraer a las personas hacia sí mismo, usted debe hacer lo mismo.

miércoles, 16 de marzo de 2011

El Último Avivamiento


¿Qué hay por delante de la iglesia de Jesucristo? Esta es una pregunta de gran preocupación para creyentes mundialmente. Mientras eventos catastróficos toman lugar por todo el globo, muchos están preguntándose; “¿El Espíritu Santo reanimara la iglesia antes del regreso de Jesús? ¿El cuerpo de Cristo dejara el mundo con un quejido o con un grito de victoria?”

¿Qué hay por delante de la iglesia de Jesucristo? Esta es una pregunta de gran preocupación para creyentes mundialmente. Mientras eventos catastróficos toman lugar por todo el globo, muchos están preguntándose; “¿El Espíritu Santo reanimara la iglesia antes del regreso de Jesús? ¿El cuerpo de Cristo dejara el mundo con un quejido o con un grito de victoria?”

Jesús profetizo estas mismas cosas. Y sus advertencias eran para desafiar nuestra fe. Mientras la iniquidad abruma e inunda la tierra, él pregunta: “Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:8).

Piénsalo: Cristo sabía todo lo que íbamos a enfrentar hoy, desde horrorizantes tiroteos escolares, al alza de homosexualidad militante, a actos terroristas tomando lugar por todo el mundo. En medio de estas cosas, el nos pregunta, ¿Seguirás creyendo, aunque las cosas empeoren? ¿Desmayaras en tu confianza cuando las cosas no sucedan como tú pensaste? O, ¿seguirás confiando en mi?”

Ves, a pesar del aumento en iniquidad y grandes calamidades, Jesús sabia que habría un gran avivamiento en los últimos días. El Espíritu Santo inspiro las profecías de Isaías, y él sabia muy bien acerca de la predicción de un avivamiento mientras el fin se acercaba.

martes, 15 de marzo de 2011

Nuestra misión

Nuestra misión

Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo.

2 Corintios 5:19

Dios amó a un mundo perdido y procuró ganar a los pecadores para sí para su propia gloria. Cristo vino al mundo por amor y procuró ganar a los pecadores para la gloria del Padre. Como creyentes, también nosotros debemos ir al mundo con amor y procurar ganar a los perdidos para la gloria de Dios. Así que nuestra misión es igual que la de Dios.

Somos una extensión del ministerio de Dios el Padre y del Hijo al recibir gloria por la salvación de los perdidos pecadores. Jesús dij "Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo" (Jn. 17:18). "Así como" expresa intención. Así como el Padre envió al Hijo al mundo irredento, así el Hijo ha enviado a los creyentes. ¡Lo maravilloso es que tenemos el privilegio de participar en la misión de Jesucristo para un mundo perdido! El previo requisito del éxito

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Lucas 19:10

S. D. Gordon escribió un libro intitulado Quiet Talks with World Winners (Conversaciones silenciosas con los ganadores del mundo). En ese libro cuenta la historia de un grupo de personas que se preparaban para escalar el Monte Blanco en los Alpes Suizos. Los guías explicaron que, debido a lo difícil del ascenso, cada persona debía llevar consigo únicamente el equipo necesario para escalar, dejando atrás todas las pertenencias personales.

Un joven inglés no hizo caso al consejo y llevó consigo varias cosas, pero en el camino hacia la cumbre, las fue dejando atrás, una a una. Por último, cuando alcanzó la cumbre, lo había tirado todo menos el equipo esencial.

S. D. Gordon aplicó eso a la vida cristiana: "Muchos de nosotros, cuando nos damos cuenta de que no podemos alcanzar la cumbre con nuestras cargas, dejamos de subir, y levantamos en la llanura nuestras tiendas, y nos quedamos con nuestros planes y nuestras pertenencias insignificantes. La llanura parece estar llena de muchas tiendas" (55). Lo que todos debemos preguntarnos es: ¿Están mis pertenencias personales impidiéndome cumplir la misión que Dios me ha dado?

lunes, 14 de marzo de 2011

Prioridades correctas


Prioridades correctas

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

Colosenses 3:2

¿Dónde están sus prioridades? ¿Se está concentrando en las cosas de este mundo o en las cosas espirituales? ¿Si Cristo viniera mañana se estropearían los planes de usted? Lamentablemente, muchos cristianos esperan que Él no se aparezca por algún tiempo.

¡Qué comentario tan triste! Si prefiere estar en la tierra que estar en el glorioso hogar de Cristo en el cielo, entonces usted no ama su venida. Dios se aflige cuando no vivimos esperando su gloriosa presencia y estamos más interesados en las cosas efímeras de este mundo.

¿Dónde está su corazón? Es tiempo de hacer un examen minucioso de sus prioridades. Cuando verdaderamente se está agradecido por la salvación que Dios ha dado, se vive con la esperanza de la plenitud de esa salvación aun por venir. Haga suyo el deseo de Juan: "Sí, ven, Señor Jesús" (Ap. 22:20). El motivo de la iglesia

A él sea gloria en la iglesia.

Efesios 3:21

Si se fuera a entrevistar a un grupo de personas y pedirles que mencionen el propósito fundamental de la iglesia, es probable que se obtengan muchas respuestas diferentes.

Algunas pudieran sugerir que la iglesia es un lugar para hacer amistades con personas espirituales. Es donde los creyentes se fortalecen los unos a los otros en la fe y donde se cultiva y se expresa el amor.

Otros pudieran sugerir que la misión de la iglesia es enseñar la Palabra, preparar a los creyentes para diversas responsabilidades e instruir a los niños y a los jóvenes con el propósito de ayudarlos a crecer en Cristo.

Aun otras pudieran decir que otro propósito de la iglesia es alabar a Dios. La iglesia es una comunidad de alabanza que exalta a Dios por lo que es y por lo que ha hecho. Algunas personas sugerirían que como la alabanza es la actividad principal del cielo, debe ser la responsabilidad primordial de los que están en la tierra.

Pero tan importante como son la comunión, la enseñanza y la alabanza, el motivo principal de la iglesia es glorificar a Dios. El apóstol Pablo describió la salvación como "para alabanza de la gloria de su gracia" (Ef. 1:6).

domingo, 13 de marzo de 2011

AGRADECEMOS A DIOS POR SUS MÚLTIPLES MISERICORDIAS Y SU BONDAD AMOROSA


AGRADECEMOS A DIOS POR SUS MÚLTIPLES MISERICORDIAS Y SU BONDAD AMOROSA
Estoy siendo guiado por el Espíritu Santo a escribirle a usted acerca de abrir puertas que están cerradas. Alguien leyendo este mensaje puede relacionarse inmediatamente con esto pues está enfrentando una o más puertas cerradas. Está ahí, frente a usted, una puerta que parece estar continuamente cerrada. Puede ser una situación financiera seria y ante la cual usted ha orado para que una puerta que le dé solución a su problema sea abierta. Pero todo lo que usted trata de hacer parece fallar; las puertas simplemente no se abren.

Yo no sé cuál es su puerta cerrada, pero para muchos parece ser que las puertas y las ventanas de los cielos están cerradas. Los cielos parecen ser de bronce y usted no parece poder penetrarlos. Esta puerta cerrada a la cual me refiero es algún problema, alguna situación, alguna necesidad por la que ha estado orando mucho. Puede ser una crisis que requiera nada menos que un milagro. Y usted no ha recibido todavía una respuesta a sus fervientes oraciones y peticiones que le ha hecho al Señor.

En Apocalipsis, Cristo se refiere a sí mismo como EL QUE ABRE Y CIERRA PUERTAS (3:7). Esto estaba en una carta enviada a los creyentes de la antigua Filadelfia, una iglesia a la que el Señor alabó por guardar su palabra y por nunca negar su nombre. Es decir, en los tiempos más duros, estas personas permanecieron fieles a la Palabra de Dios. Ellos no acusaron al Señor de descuidarlos ni de tener oídos sordos a sus clamores.

Evidentemente, Satanás tenía que venir a ellos con mentiras. Sus principados y poderes de las tinieblas, espíritus mentirosos salidos de las entrañas del infierno dicen que Dios ha cerrado todas las puertas, que él no es merecedor de adoración ni de fe. Pero estos creyentes, de los cuales Jesús dijo que tenían poca fuerza, siguieron confiando, esperando pacientemente a que Dios colocara la llave en la puerta para abrirla. Él tiene la llave para cada puerta cerrada – y sólo él pone delante de nosotros las puertas abiertas.
Aquí está lo que el Señor les prometió a ellos y es ésta también nuestra promesa:

“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia [no te rendiste durante tu prueba], yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra” (3:10).

Esta hora de la prueba está ya sobre nosotros. Trae pruebas increíbles de fe tan grandes y tan fuertes que muchos caerán en incredulidad mortal. Verdaderamente, ahora en todo el mundo hay una gran caída de esa fe resistente.

Pero usted, – porque usted todavía confía en sus promesas, y está dispuesto a morir en fe, aún si no ve las promesas cumplidas – usted será guardado de la tentación que vendrá sobre todo el mundo para caer en incredulidad. Dios ha escuchado su clamor y él sabe el tiempo, la misma hora en que abrirá todas las puertas. Así que nunca se rinda. Nunca dude. Permanezca firme en sus promesas. Él no le fallará.

sábado, 12 de marzo de 2011

Una esperanza viva

Una esperanza viva

Su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva.

1 Pedro 1:3

Cuando Dios lo salvó y lo transformó a usted, le dio "una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible" (1 P. 1:4). Como resultado, los cristianos pueden vivir con la esperanza de esa herencia eterna.

¿Por qué es importante esa esperanza? Los incrédulos no confían en Él, de modo que no pueden esperar en Él. Pero como creyente usted ha visto que Dios ha sido fiel en el pasado y en el presente, y que le da la esperanza de que será fiel en el futuro. Y eso le da gloria.

Digámoslo de una manera sencilla: Dios es glorificado cuando usted confía en Él. Dios es glorificado cuando usted cree en Él. Y Él es glorificado cuando usted espera en su promesa futura. El Dios que le ha dado tan gran salvación es digno de su esperanza. La emoción de la gracia

Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.

Juan 1:16

¿Es la experiencia de la gracia de Dios en su vida algo emocionante? ¡Lo es para mí! Es conmovedor el solo pensar en el hecho de que Dios, por su propio plan soberano, decidió tener misericordia conmigo.

Él derramó su gracia sobre mí. Él perdonó todos mis pecados. Me dio la presencia interior del Espíritu Santo. Me dio el entendimiento de su Palabra. Me llamó al ministerio espiritual. Todos los días me da abundante comunión con los santos, y me gozo en ser parte de su pueblo redimido. Él me permite ver el mundo como la obra de sus manos. Soy su hijo, y Él me ama de una forma personal.

No hay nada mejor que recibir gracia sobre gracia. Pido a Dios que esa sea la experiencia de usted.

viernes, 11 de marzo de 2011

Llamados a sufrir


Llamados a sufrir

Para [el sufrimiento] fuisteis llamados.

1 Pedro 2:21

Aunque el versículo de hoy parece indicar que se nos llama a sufrir, en realidad se refiere a la última parte del versículo 20, que dice: "Si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios". Cuando los cristianos soportan con paciencia el sufrimiento, eso agrada a Dios.

Eso no debiera sorprendernos. Al comienzo de este capítulo de Primera Pedro, el apóstol afirma que los cristianos "sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable" (v. 9). Nuestro mundo sombrío se resiente y a menudo es hostil con quienes representan al Señor Jesucristo. Ese resentimiento y esa hostilidad pueden sentirse en determinados momentos y lugares más que en otros, pero siempre está allí en cierto modo como parte del privilegio de ser suyos. ¿Qué ama usted en realidad?

Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Lucas 14:26-27

Aparte de Dios, nadie pudo haber sido más amado para Abraham que su hijo Isaac. Pero esa era la prueba: "Averiguar si amaba a Isaac más que a Dios". Si amamos a Dios sobre todas las cosas, le daremos gracias por lo que está logrando a través de nuestras pruebas y de nuestros sufrimientos. Pero si nos amamos a nosotros mismos más de lo que amamos a Dios, pondremos en tela de juicio la sabiduría de Dios y nos enojaremos y amargaremos. Si hay algo para nosotros más amado que Dios, entonces Él tiene que quitar eso para que crezcamos espiritualmente.

En el versículo de hoy, Jesús no dijo que debemos odiar a todo el mundo. Más bien quiso decir que si no se ama a Dios hasta el punto de que se esté dispuesto, si fuera necesario, a separarse del padre, de la madre, del cónyuge, de los hijos, del hermano, de la hermana, o incluso de la propia vida, entonces no se le ama sobre todas las cosas. Usted debe decidir hacer la voluntad de Dios ante todo, sin que importe cuánto pueda amar a los demás.

jueves, 10 de marzo de 2011

ALABADO SEA DIOS POR SUS BONDADOSAS MISERICORDIAS


ALABADO SEA DIOS POR SUS BONDADOSAS MISERICORDIAS
Tengo un mensaje corto para aquellos que están experimentando una situación dolorosa y abrumadora. No me estoy dirigiendo a aquellos que ahora disfrutan de un tiempo de descanso después de sufrir, a quienes no están bajo dolor ni pena. Gracias a Dios por esos tiempos de tranquilidad y descanso.

ay cristianos que están pasando por divorcio, hijos drogadictos o en prisión, la muerte de un cónyuge. Una mujer que está tan enamorada de Jesús acaba de perder a sus tres hijos que murieron sofocados en un fuego. Un pastor se lamenta por su esposa, la cual lo dejó a él y a sus hijos por una amante lesbiana. Son muchas las personas devotas que están abrumadas con penas y dolores.

Tengo un mensaje para usted que está sufriendo dolor y pena, usted que está viviendo con lamento o dolor. En el Salmo 40, David clamó, “Me han rodeado males sin número…Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová apresúrate a socorrerme” (Salmo 40: 12-13). “Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan…Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío no te tardes” (40: 16-17).

He sido tan bendecido y consolado por esta línea en el verso 17: “Jehová pensará en mí.” Imagine eso. El Señor Dios que creó todas las cosas, el Dios de este universo, está pensando en mí.

Aún ahora, en esta misma hora, sus pensamientos son acerca de usted, en su hora de necesidad.

Cuando Israel estaba cautivo en Babilonia, lamentándose de la pérdida de casas y familias, y soportando aflicciones y problemas, Dios les envió una palabra a través de Jeremías: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11). Dios le dijo a su pueblo, “Vuestra pesadilla va a terminar. Yo sólo tengo pensamientos buenos, amorosos para con vosotros, y si me buscáis con todo vuestro corazón, me encontraréis” (ver Jeremías 29:11-13).

Dios no está enojado con usted. Personas santas son afligidas, así que no vacile en su confianza en él. En tiempos de estrés y sentimientos de soledad y pena, ore. Derrame su corazón al Señor. Él está pensando en usted – y él está trabajando para usted.

martes, 8 de marzo de 2011

¡EXALTAMOS EL NOMBRE DE JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR!


¡EXALTAMOS EL NOMBRE DE JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR!
Alguien que está leyendo esto, necesita que Jesús lo toque. Cuando el Señor ministró aquí en la tierra, él sanaba y restauraba a los afligidos con simplemente tocarlos. Cuando Jesús tocó a la suegra de Pedro, “la fiebre la dejó”. Él tocó el féretro de un joven muerto y éste volvió a la vida. Jesús tocó los ojos de los ciegos y ellos pudieron ver. Él tocó el oído de un sordo, y éste pudo oír. Padres trajeron a sus hijos a Jesús “para que los tocara”. Su suave toque cambió todo. Multitudes trajeron a sus enfermos y Jesús se dio tiempo para extender su mano, tocarlos, sanarlos.

Si usted en verdad conoce al Señor íntimamente, usted ha conocido y ha sentido el toque de la mano de Jesús. En momentos de soledad, en tiempos de desánimo, en tiempos de confusión, en tiempos tan dolorosos e inciertos, usted clamó desde lo profundo de su alma: “Señor Jesús, necesito tu toque. Necesito sentir tu presencia. Ven Jesús y toca mi alma sedienta.”

Algunos necesitan el toque de Jesús sobre sus mentes. Satanás ha venido junto con sus malvados principados para molestar y sobrecargar la mente con pensamientos que son infernales – pensamientos de incredulidad, pensamientos que no nos hacen como Cristo, pensamientos de temor, pensamientos de baja estima, pensamientos de que estamos desagradando a Dios. Los creyentes honestos les dirán que ellos han experimentado estos ataques a sus mentes. Satanás está determinado a destruir nuestra fe y dependencia del Señor.

En las Escrituras, el toque de Jesús vino en respuesta a un clamor. No hay evidencia de que él alguna vez rechazó un lamento. Y él no le dará la espalda al suyo sino que responderá misericordiosamente a su necesidad. En Mateo 8 nosotros leemos sobre un leproso el cual vino a él diciendo, Señor, si quieres, puedes limpiarme.” Jesús extendió su mano y lo tocó diciendo, “Quiero; sé limpio.” “Y al instante su lepra desapareció”.

Encuentre un lugar a solas con Jesús hoy día y dígale lo que el leproso le dijo: “Señor, tú puedes. Límpiame.” Luego esté a la expectativa que aquél que no hace acepción de personas lo tocará y lo sanará en mente, cuerpo, alma y espíritu. El brazo del Señor está extendido hacia usted pero él espera por aquél clamor de necesidad, ese clamor por ayuda que también es un clamor de expectativa.

“Y los Egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y Jehová oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión; y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y milagros; y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel” (Deuteronomio 26:6-9).

lunes, 7 de marzo de 2011

Madurez en el sufrimiento




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Friday, March 4, 2011 Email Facebook Twitter


4 de marzo

Madurez en el sufrimiento

El Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

1 Pedro 5:10

Un llamado del cristiano a la gloria tiene que ir por la senda del sufrimiento. El versículo de hoy explica por qué. El sufrimiento es el método de Dios para que su pueblo madure espiritualmente. Lo complace cuando soportamos con paciencia la prueba que afrontamos en el camino. El sufrimiento es parte del plan de Dios a fin de preparar a su pueblo para la gloria.

El apóstol Pedro dijo esto respecto al valor del sufrimient "En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo" (1 P. 1:6-7). Dios permite el sufrimiento como una confirmación de nuestra fe. También produce paciencia, aunque la paciencia es una virtud que no necesitaremos en la eternidad; no habrá razón alguna para la impaciencia allí. Pero además de esos beneficios, el sufrimiento aumenta nuestra capacidad de alabar, honrar y glorificar a Dios, y eso es algo que usaremos por toda la eternidad. Dispuestos a sufrir

Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento.

1 Pedro 4:1

Una de las bendiciones de ser cristiano es nuestra identificación con Cristo y sus privilegios resultantes. Sin embargo, para que no demos por sentado esas bendiciones, suponiendo que resultarán en que seamos amados y respetados por el mundo, Dios también permite que suframos. En realidad, el apóstol Pedro en su primera epístola muestra con toda claridad que quienes son más bendecidos en la fe sufren más.

La vida cristiana es un llamado a la gloria a través del sufrimiento. Eso es porque quienes están en Cristo están inevitablemente en pugna con su cultura y su sociedad. Todos los sistemas estimulados por Satanás están en pugna con las cosas de Cristo. El apóstol Juan dijo que una persona no puede amar a Dios y al mundo al mismo tiempo (1 Jn. 2:15). Y Santiago dij "Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios" (Stg. 4:4).

domingo, 6 de marzo de 2011

FORTALEZA PARA EL VIAJE


FORTALEZA PARA EL VIAJE
Nadie en esta tierra puede colocarlo en el ministerio. Le pueden dar un diploma de un seminario, puede ser ordenado por un obispo, o recibir una comisión de parte de una denominación. Pero el apóstol Pablo revela la única fuente de un verdadero llamado al ministerio: “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús, nuestro Señor, porque, teniéndome por fiel, me puso en el ministerio” (1 Timoteo 1:12).

¿Qué quiere decir Pablo aquí cuando dice que Jesús lo fortaleció y lo tuvo por fiel? Piense en el tiempo de la conversión del apóstol. Tres días después de ese evento, Cristo colocó a Pablo en el ministerio – específicamente en el ministerio de sufrimiento: “Porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre” (Hechos 9:16). Este es el ministerio al cual Pablo se refiere cuando dice, “Por lo tanto, teniendo nosotros este ministerio…” (2 Corintios 4:1). Él continúa añadiendo, “…según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.” Él está hablando del ministerio de sufrimiento. Y él lo pone en claro que es un ministerio que todos tenemos.

Pablo nos está diciendo que Jesús le dio una promesa para este ministerio. Cristo se comprometió a serle fiel y a fortalecerlo a través de todas sus pruebas. La palabra Griega equivalente a habilitar significa, “un suministro contínuo de fortaleza”. Pablo declara, “Jesús prometió darme más fortaleza de la que necesito para el camino. Él me habilita para mantenerme fiel al ministerio. Gracias a él, yo no desmayaré ni me rendiré. Yo emergeré con un testimonio.”

Una transfiguración está sucediendo en nuestras vidas. La verdad es que somos cambiados por lo que nos obsesiona. Llegamos a ser como las cosas que ocupan nuestra mente. Nuestro carácter está siendo influenciado e impactado por lo que tiene cautivo a nuestro corazón.

Yo le agradezco a Dios por cada persona que alimenta su mente y su alma con las cosas espirituales. Tales siervos han fijado sus ojos en lo que es puro y santo. Ellos mantienen su mirada en Cristo, pasando tiempo de calidad adorándolo a él y edificándose en la fe. El Espíritu Santo está trabajando en estos creyentes al cambiar continuamente su carácter a la semejanza de Cristo. Dichos creyentes estarán listos para los sufrimientos duros e intensos que vienen. Los creyentes flojos, descuidados y sin oración sufrirán ataques de corazón o abatimientos. Sus temores los abrumará porque no tienen al Espíritu Santo trabajando en ellos, transfigurándolos. Cuando vengan los tiempos difíciles, ellos simplemente no tendrán fuerza.

Aquí está la palabra final de Pablo sobre este tema: “No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea desacreditado. Antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias, en azotes, en cárceles…como entristecidos, pero siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos” (2 Corintios 6:3-5, 10). ¿Cómo “enriquecemos a muchos”? Haciendo brillar hacia afuera la esperanza de Cristo en medio de nuestro sufrimiento. Ofrecemos verdaderas riquezas cuando causamos que otros pregunten, ¿Cuál es su secreto? ¿Dónde encuentra él tanta paz?

sábado, 5 de marzo de 2011

COMPLETAMENTE DEPENDIENTE DE ÉL

COMPLETAMENTE DEPENDIENTE DE ÉL
Dios siempre ha querido un pueblo que caminase completamente dependiente de él ante los ojos del mundo. Por eso, él tomó la insignificante y pequeña nación de Israel y la aisló en un desierto. Él la colocó en una serie de pruebas con el objetivo de producir un pueblo que confiaría en él bajo cualquier circunstancia. Dios quería que Israel pudiese testificar, “Puedo pasar por cualquier prueba, cualquier dificultad, aún aquellas que rebasan mis habilidades. ¿Cómo? Yo sé que mi Dios está conmigo en cada prueba. Él me llevará al otro lado.”

Considere la declaración de Moisés a Israel: “[Dios] te afligió, te hizo pasar hambre”(Deuteronomio 8:3). Dios le estaba diciendo, “Yo orquestré tu prueba. No fue el diablo. Yo poseía todo el pan y carne que necesitarías. Yo estaba listo para enviártelos del cielo en cualquier minuto. Estaba todo almacenado, esperando a que lo recibieras. Pero lo guardé por un tiempo. Hice esto por un periodo. Estaba esperando a que llegases al límite de tu dependencia en ti mismo. Quería traerte a un punto de crisis donde sólo yo podría librarte. Yo permití que experimentaras el límite de tu ingenio, un lugar de imposibilidad humana. Esto conllevaría a un milagro de liberación de parte mía.”

Hoy día el Señor todavía sigue buscando personas que dependan completamente de él. Él quiere una iglesia que testifique tanto en palabras como en acciones que Dios es todopoderoso para ellos. Él quiere que un mundo perdido vea que él trabaja poderosamente para aquellos que le aman.

Job declaró, “Él conoce mi camino: si me prueba, saldré como el oro” (Job 23:10). Aquí está una declaración increíble, especialmente cuando consideramos el contexto en el cual Job lo dijo.
Job sufrió una de las peores pruebas que un ser humano pudiera pasar. Perdió a todos sus hijos en un accidente, y luego su riqueza y posesiones se desvanecieron. Finalmente, Job perdió su salud física. Todas estas cosas sucedieron en un corto periodo de tiempo y por consiguiente, le fueron grandemente abrumadoras.

Sin embargo, Dios había puesto a Job en ese camino. Y sólo el Señor sabía hacia dónde lo llevaría eventualmente. Era un plan tan divinamente orquestrado que Dios aún permitió a Satanás que afligiese a Job. Es por eso que Job no podía ver a Dios en nada de lo que sucedía: “Si me dirijo al oriente, no lo encuentro; si al occidente, no lo descubro. Si él muestra su poder en el norte, yo no lo veo; ni tampoco lo veo si se oculta en el sur. Más él conoce mi camino” (Job 23:8-10).

Job estaba diciendo, “Yo sé que Dios conoce todo lo que estoy soportando. Y él conoce el camino por recorrer. Mi Señor me está probando ahora mismo. Y yo estoy confiado en que él me sacará al otro lado y tendré una fe más fuerte. Saldré limpio y purificado, con una fe más preciosa que el oro.

viernes, 4 de marzo de 2011

Una muestra de obediencia


Una muestra de obediencia

Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.

Mateo 28:20

No se puede ser discípulo sin una vida de obediencia y un deseo de seguir a Cristo como Señor. Una de las maneras más importantes de obedecer es enseñando a otros a obedecer sus mandamientos.

Respecto al Espíritu Santo, Jesús dij "Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Jn. 14:26). Mediante la Palabra de Dios, el Espíritu ha puesto esa enseñanza a disposición de todos los creyentes. Y todo creyente debe someterse a ella en obediencia.

Solo un verdadero convertido obedecerá a Cristo. Solo cuando usted se presenta "a Dios como [vivo] de entre los muertos, y [sus] miembros como instrumentos de justicia" (Ro. 6:13) muestra usted fe obediente. El propósito del crecimiento

Todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo.

1 Juan 3:3

Segunda Pedro 3:18 ordena a los creyentes que crezcan "en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". Su respuesta a este versículo es la acción o la inercia. Si desea crecer en Cristo, usted experimentará bendición, provecho y victoria siguiendo la senda bíblica de glorificar a Dios. Y como descubrió David, también usted sentirá alegría: "A Jehová he puesto siempre delante de mí... Se alegró por tanto mi corazón" (Sal. 16:8, 9).

El apóstol Juan resumió el objetivo del desarrollo espiritual cuando dij "Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es" (1 Jn. 3:2). El proceso del crecimiento terminará el día que veamos a Jesucristo y seamos como Él.

jueves, 3 de marzo de 2011

Nada más pruébelo


Nada más pruébelo

Pruébenme en esto.
Malaquías 3:10

Antes de su muerte, el pastor Harvey Hill de Winter Haven, Florida, escribió su biografía. Dijo que cuando él y su esposa Sylvia se casaron, no tenían un centavo. Era la época de la Depresión y había pocas personas que tuvieran un auto. Iban caminando a la iglesia, al trabajo, a visitar a los amigos, y vivían con lo justo. Un día el pastor de su iglesia les preguntó si daban el diezmo, es decir, si daban al menos el diez por ciento de sus ingresos al Señor.

"No" dijo Henry. "No podemos darnos ese lujo".

"Nada más pruébenlo" —contestó el pastor— "y vean si Dios no los bendice."

Impactados por este desafío Harvey y Sylvia acordaron hacer la prueba. Desde ese día hasta que murieron, con pocas semanas de diferencia el uno del otro, jamás dejaron de darle a Dios sus diezmos y ofrendas. Y él nunca dejó de proveer para sus necesidades.

Malaquías 3:10 dice: «Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto dice el Señor Todopoderoso, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde».

¿Está dando usted su diezmo? Haga la prueba y vea si Dios no le bendice.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Hebreos 10:24


La responsabilidad ante los demás

Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras.

Hebreos 10:24

He descubierto que cuanto más cerca estoy de las personas espirituales que me rodean, tanto más fácil me resulta llevar una vida recta porque ellas me exigen responsabilidad. Si algo no anda bien en mi vida, ellas me lo señalan. y saliendo de la línea.

Es fácil comenzar a pensar que, si se hace un esfuerzo, se puede llevar una vida espiritual sin estar en una iglesia ni tener amigos cristianos. Eso pudiera ser posible, pero usted tendrá un tiempo difícil creciendo en su fe. La responsabilidad ante los demás ejerce una presión útil hacia la santidad. Que el versículo de hoy lo guíe hacia normas espirituales más firmes. ¿Quién es un discípulo?

El que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

Mateo 10:38

Un discípulo es alguien que confiesa a Cristo como Señor y Salvador, cree que Dios lo ha resucitado de los muertos, y declara esa fe públicamente mediante el bautismo. No es un tipo de cristiano de "nivel superior".

Usted no tiene que esperar para ser discípulo en algún momento del futuro en su vida cristiana cuando haya alcanzado determinado nivel de madurez. Según Mateo 28:19-20, uno se convierte en discípulo en el momento de la salvación.

Algunos afirman que hay muchos cristianos que no son discípulos. Recuerdan el versículo de hoy y dicen que, para ser discípulo, hay que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguir a Cristo. Si no se llega a ese nivel de entrega, piensan ellos, entonces no se es digno de ser discípulo de Cristo. Pero no se puede separar el discipulado de la conversión.

Cuando alguien es salvo, recibe un espíritu dócil que se manifiesta por una disposición a hacer una confesión pública y a obedecer cualquier cosa que ordene Cristo. ¿Es entonces usted un discípulo?

martes, 1 de marzo de 2011

Aplicación de los principios


Aplicación de los principios

Crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.

Efesios 4:15

El crecimiento espiritual es sencillamente cuestión de aplicar los principios bíblicos, pero hay muchos que creen que solamente los gigantes espirituales experimentan un gran aumento de fe.

He leído acerca de místicos que se arrodillaban y oraban de ocho a diez horas, haciendo huecos en los pisos de madera. He leído acerca de Robert Murray McCheyne, que empapaba las páginas de su Biblia y la madera de su púlpito con sus lágrimas. Y he leído Power Through Prayer [Poder mediante la oración] de E. M. Bounds, quien dedicaba muchas horas a la oración. Cuando supe de esas personas, lo único que pude pensar fue que nunca alcanzaría ese nivel. Pero Dios nos usa a cada uno de nosotros de maneras distintas.

El crecimiento espiritual no es una proeza mística por un grupo selecto que está en un plano espiritual superior. Más bien, es sencillamente cuestión de glorificar a Dios confesando el pecado, confiando en Él, llevando fruto, alabándolo, obedeciendo y proclamando su Palabra, orando y guiando a otros a Cristo. Esas son las características que todo cristiano necesita a fin de crecer en la fe. Cuando se concentre en ellas, el Espíritu de Dios lo transformará a usted a la imagen de Cristo, de un nivel de gloria al siguiente.