martes, 2 de diciembre de 2014

Proverbios 18:13

Proverbios 18:13
Es necio y vergonzoso responder antes de escuchar.



Parece refrán de nuestros abuelos pero está escrito en la biblia. Santiago posteriormente daría mucha mayor dirección con respecto a nuestra lengua pero resulta muy interesante que sin importar la época, nuestras respuestas siempre pueden causar conflicto.
Es fácil escribir sobre cómo debemos ser pacientes y controlar nuestros impulsos antes de responder a cualquier pregunta o incluso a una agresión. Pero cuando te encuentras en el momento preciso todo es distinto. Se te olvida que estabas buscando ser una mejor persona. Por algún lado queda un pequeño recuerdo de que queremos ser distintos y buscamos controlar nuestras respuestas. ¿Sabes algo? Es normal. No te sientas mal si después de leer esto respondes antes de escuchar. No se da en un instante. El cambio que Dios busca en nosotros va más allá de un instante. Es un cambio en mentalidad. En actitud. Busca crear hábitos que surjan de manera natural. Hoy vas a responder antes de escuchar. Mañana responderás un poco después y conforme pase el tiempo, si entregas a Dios tu boca y transformas tu actitud, te darás cuenta que ahora eres una persona que escucha. Recuerda: cuesta trabajo, tiempo y esfuerzo.
Por otro lado, me parece que este tipo de actitudes no solo las tenemos hacia los hombres sino también hacia Dios. Cuando comenzamos a leer algún mandamiento que no nos gusta, cuando escuchamos una predicación que sabemos nos está mostrando nuestro pecado, en lugar de recibir la información y “escuchar”, nos ponemos a la defensiva y comenzamos a justificarnos “responder” sin dejar que Dios nos hable.
Lo que Dios nos enseña tiene un propósito. Es fácil aceptarlo cuando estamos de acuerdo con lo que pasa, pero ¡qué difícil se vuelve cuando las cosas no nos gustan! Ya no queremos escuchar a Dios y sí queremos responder con nuestras quejas y actitudes que demuestran nuestro rechazo.
Imagina a un niño haciendo un berrinche. Sus papás lo están corrigiendo. Le están enseñando. Le están “hablando” y él necesita “escuchar”. La actitud del niño con su berrinche es la forma en que “responde” sin “escuchar”. Esto, dice la biblia es vergonzoso.
Ahora, medita sobre tus reacciones con la gente y ante Dios. ¿No estás haciendo “berrinches” cuando las cosas no son como tú quieres? Es vergonzoso responder sin escuchar primero. Ten calma. Paciencia. No des “patadas de ahogado”. Primero escucha a la gente. Escucha a Dios. Medita. Reflexiona. Después contesta.

Oración
Señor: me es difícil frenar mi lengua y mis impulsos. Te pido que me transformes para que pueda aprender a escuchar y posteriormente responder. Te pido que perdones mis pecados y me guíes en tu camino. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén