jueves, 16 de septiembre de 2021

Edificación mutua. parte 2

 


Edificación mutua. parte 2

“Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.” Romanos 15:1

“Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.” Romanos 14:19

No podemos menospreciar a los hermanos más débiles, ni tampoco a los que han caído en algún pecado, al contrario, debemos levantarlos con toda humildad, como nos enseña la Palabra de Dios: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gálatas 6:1).

Esto debe ser así, porque nosotros mismos podemos caer en una situación donde necesitamos que Dios, por medio de un hermano en la fe, nos levante, pero debemos estar dispuestos a aceptar tal corrección, pues es para nuestra bendición, como dice el Salmo “Que el justo me castigue, será un favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo que no me herirá la cabeza” (Salmo 141: 5a).

Y si nosotros somos a quienes corresponde ayudar a levantar al caído, tenemos instrucciones prácticas, como la que nos enseña el Señor Jesús: “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.” (Mateo 18:15).

Hermanos, no busquemos agradarnos a nosotros mismos, sino contribuir a la mutua edificación, pues todos los creyentes necesitamos ser reconfortados, animados, edificados en amor, y ninguno está exento de pasar por dificultades, así que podemos colocar en práctica lo que dice la escritura: “También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.” (1 Tesalonicenses 5:14)    Oración.

«Padre, me has colocado como piedra viva en Cristo, miembro de un cuerpo espiritual, guíame con tu Espíritu y en amor, a ayudar en la mutua edificación y a contribuir en el crecimiento de la iglesia, a poner en práctica el amarnos unos a otros como Cristo nos amó. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.