domingo, 20 de febrero de 2011

Crecimiento en la oración


Crecimiento en la oración (Efe. 6:18). Si la Palabra de Dios es el pan que nutre nuestra alma, la oración es el aliento que la mantiene viva. La oración de Jesús en el Getsemaní le dio fuerzas para andar por el camino a la cruz y lo preparó para la victoria del domingo de resurrección. Sin la oración, "no puedes mantener un caminar cristiano. Ella eleva, fortalece y ennoblece; es el alma que habla con Dios" • Crecimiento en la adoración, el testimonio y el servicio (Hech. 2:42¬47; 5:41, 42; 6:7). El crecimiento cristiano y la madurez no son posibles sin una participación activa en la adoración y el compañerismo, el testimonio y el servicio. La vida cristiana no se vive en el vacío ni en una cámara fría, sino en una relación dinámica por la cual un creyente es movido de la adoración al compañerismo y al servicio hasta que la comunidad entera vea a Jesús reflejado en su vida (Heb. 10:24,25; Fil. 3:12-14)