viernes, 17 de enero de 2020

El gozo, resultado de la comunión con Dios


El gozo, resultado de la comunión con Dios
“Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido”, 1 Juan 1:1-4
El apóstol Juan afirma con toda seguridad, como testigo presencial de los hechos tocantes a Jesucristo y nos habla acerca del propósito del mensaje del evangelio, el cual es traer comunión con Dios y gozo a la vida del creyente. Este mensaje tiene la intención de producir un verdadero arrepentimiento de los pecados, que crean en Cristo y así el Espíritu Santo haga su obra al convertirnos en nuevas criaturas y nos dé un gozo indescriptible como resultado del perdón, de la vida eterna y de la nueva condición como herederos del reino de Dios.
La fuente del gozo, está en la llenura del Espíritu Santo en nosotros, ese gozo que es más que un sentimiento de alegría, es un estado de regocijo y completa satisfacción que experimenta el creyente como efecto de su comunión con Cristo, de manera que aun en medio de las pruebas podamos encontrar descanso para nuestras almas.
Ahora, muchos afirman que podemos llenar nuestras necesidades con el amor de la familia, los logros académicos o laborales, la comodidad económica, la diversión y los placeres de este mundo, etc., pero esto nunca logrará satisfacerlas completamente, siempre faltará algo. La alegría del mundo es una emoción efímera del alma, desaparece fácilmente con las circunstancias de la vida. Sin embargo, el gozo del Señor es una experiencia que tiene su base en una realidad espiritual que es la reconciliación que el ser humano tiene con Dios por medio de Jesucristo.
hermano, el gozo del corazón depende de nuestra comunión con Dios y vivir en verdadera santidad e integridad. Oración.
Señor Jesucristo, muchas veces he perdido el gozo de mi corazón, porque he buscado la felicidad pasajera en logros terrenales y reconocimientos en este mundo, pues ahora enfocaré mi vida a buscar tu presencia y vivir en comunión contigo, lejos del pecado, y así poder disfrutar de todas tus promesas. Gracias Señor. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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