martes, 13 de agosto de 2013

El discipulado es algo serio



El discipulado es algo serio

Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos...?

Lucas 14:28

No se puede pagar nada para ganar la salvación; pero vivir para Cristo es un asunto serio del discipulado. Ser cristiano significa confiar en el poder de Cristo y no en el suyo propio, y estar dispuesto a dejar su propio camino por el suyo. Ser cristiano puede resultar en sufrir persecución, burlas y tribulación. Jesús advirtió a los discípulos: "Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán" (Jn. 15:20).

Pero con su advertencia acerca del costo del discipulado, el Señor prometió que usted se regocijará "y nadie [le] quitará [su gozo]" (Jn. 16:22). Y también les dijo a sus discípulos: "pero confiad, yo he vencido al mundo" (16:33). Usted no escapará de las dificultades del discipulado, pero Cristo lo capacitará para que las resuelva.                   Sabiduría para la vida

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Mateo 7:7-8

Tener la sabiduría de Dios está entre las mayores necesidades que tenemos. La sabiduría de Dios nos ayuda a tomar decisiones prudentes a lo largo de nuestra vida cristiana; a optar por el camino de Dios y rechazar el camino del mundo en toda situación.

La Biblia presenta muchos mandamientos y principios para la vida cristiana, pero no es un manual exhaustivo de métodos y reglas para toda situación concebible. Eso no sería muy práctico, e impediría que confiáramos solamente en Dios. Él quiere que leamos su Palabra cada día de modo que podamos conocer sus principios para una vida recta y que podamos orar sabiamente pidiendo dirección cuando tenemos que tomar decisiones difíciles.

En las Escrituras el Señor presenta a los creyentes la verdad suficiente para vivir de manera responsable, y suficiente misterio para llevarlo a Él en la oración confiada: "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada" (Stg. 1:5).