jueves, 31 de mayo de 2012

fe y esperanza


fe y esperanza.Poco conoce el mundo la dicha de los verdaderos seguidores de Cristo. Poco piensa el mundo que estos pobres, humildes y despreciados son los favoritos de Dios y que habitarán en el cielo. Los seguidores de Cristo deben contentarse con las dificultades de aquí, puesto que están en tierra de extranjeros, donde su Señor fue tan maltratado antes que ellos.
Los hijos de Dios deben andar por fe y vivir por esperanza. Bien pueden esperar con fe, esperanza y ferviente deseo la revelación del Señor Jesús. Los hijos de Dios serán conocidos, y manifestados por su semejanza con su Cabeza. Serán transformados a la misma imagen, por verle a Él.           esperanza,  No en el sentido de una visión optimista o de un simple deseo sin fundamento, sino en el sentido de expectación confiada, basada sobre una certeza sólida. La esperanza bíblica descansa sobre las promesas de Dios, particularmente aquellas que tienen que ver con el retorno de Cristo a la tierra. Es tan seguro el futuro de los redimidos por la sangre del Cordero, que el NT algunas veces habla de hechos por venir empleando el tiempo pasado de los verbos, como si los tales ya se hubiesen cumplido. La esperanza nunca es inferior a la fe, sino que es una extensión de la fe. La fe es la posesión presente de la gracia; la esperanza es la confianza en el cumplimiento futuro de la gracia.