jueves, 24 de septiembre de 2020

Señor: Examíname, pruébame y guíame

 


Señor: Examíname, pruébame y guíame

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” Salmos 139: 23-24

En el proceso de transformación de nuestras vidas que el Señor hace a través de su Santo Espíritu, a partir del momento en que recibimos a Cristo Jesús como nuestro Señor y Salvador personal, debemos estar dispuestos, libre y voluntariamente a ser examinados, probados y guiados por el Señor porque este proceso es el produce en nosotros el crecimiento espiritual y esa disposición se fortalece en la medida de nuestra fe por el conocimiento y entendimiento de la palabra de Dios.

Debemos disponernos para que Dios nos examine y conozca nuestro corazón “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” (San Mateo 15:19) y porque “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9) y porque “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.” (San Mateo 5:8)

Debemos disponernos para ser probados por Dios para que conozca nuestros pensamientos y vea si hay en nosotros camino de perversidad. “Porque el Dios Justo prueba la mente y el corazón.” (Salmos 7:9 b) “El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; pero Jehová prueba los corazones.” (Proverbios 17:3) “Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga.” (Gálatas 6:4)

Debemos disponernos para ser guiados por Dios en el camino eterno: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud.” (Salmos 143:10) “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre.” (Salmos 16:11)

Conociendo y entendiendo el propósito de este proceso en nuestras vidas, ¡Oh! Señor, dispuestos estamos en espíritu y en verdad a que nos examines, nos pruebes y nos guíes a todo lo largo de esta vida, y que en tu amor y misericordia nos permitas vivir.  Oración.

«Padre Santo, Padre de nuestro Señor Jesucristo y Padre nuestro, sabemos por tu palabra en la que hemos creído que tú eres Señor de Señores y como tal respetas el libre albedrío que nos diste y por ello pones delante de nosotros camino de vida y camino de muerte, por tu misericordia hemos escogido el camino de vida del cual Jesucristo es el Señor y queremos allegarnos más y más a ti para que tú te allegues a nosotros y para ello te pedimos Señor que nos examines, nos pruebes y nos guíes para corregir todo aquello de nosotros que no sea agradable a ti, todo aquello que sea obstáculo para nuestra comunión contigo. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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