lunes, 15 de noviembre de 2021

Gracias por amarnos primero

 


Gracias por amarnos primero

“Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra, todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice” Isaías 43:4-7.

En este versículo Dios dice “yo te amé” y en 1 Juan 4:19 nos lo asevera su palabra, la cual dice “Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero”.

Hoy debemos estar agradecidos porque no podemos imaginar cuánto amó Dios a Israel, no porque fuera un pueblo sabio y fuerte o más hermoso que otros pueblos, sino porque lo escogió, hizo un pacto con él y lo hizo suyo; Dios no se ha olvidado de Israel a pesar de su infidelidad. Ahora, pensemos cuánto nos ama a nosotros que envió a su Hijo a morir por nuestros pecados y a través de su sacrificio estableció un nuevo pacto para darnos una vida nueva y eternidad.

Los creyentes somos preciosos a sus ojos; su complacencia está en nosotros sobre cualquier cosa, porque fuimos lavados con la sangre de su Hijo. Aunque pasemos por dificultades en este mundo nos afirma que está con nosotros. Nos creó haciéndonos especiales, nos redimió y llamó por nuestro nombre para que fuéramos de Él. Somos como la niña de sus ojos, porque nos amó sin medida y se entregó por nosotros.

Pensemos que por amor hacemos sacrificios por nuestros hijos que no haríamos por otras personas; esta es la manera en que Dios nos ama. Y quizás nos preguntemos: ¿por qué, aun amándonos así, permite sufrimientos en nuestra vida?, porque como padres también tenemos que dejar que nuestros hijos se enfrenten a dificultades para que crezcan y sepan desenvolverse, pues no podemos solucionarles todo siempre. Dios sabe que vivimos en un mundo en conflicto y tenemos que aprender a creer y confiar en Él a pesar de las circunstancias, con la seguridad de que siempre está a nuestro lado.

Dice también “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice”, por lo que debemos entender que, al ser redimidos, llevamos su Nombre como hijos de Dios y se nos da un propósito en la vida, ya que nos creó para su gloria, para vivir según su voluntad y obedecer sus mandamientos reflejando su gloria en esta tierra.   Oración.

«Gracias Padre por amarme primero, darme a conocer tu amor a través del sacrificio de tu Hijo por mí en la cruz y derramar ese amor sin medida en mi corazón por medio de tu Santo Espíritu. Al rescatarme de las tinieblas me has dado un nuevo comienzo y propósito de vida, manifestar tu gloria donde quiera que esté. Ayúdame a obedecer siempre tu voluntad, porque tus caminos son perfectos. En el nombre de Jesús, Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.