martes, 20 de octubre de 2020

Dios es fuente de todas nuestras necesidades diarias

 

Dios es fuente de todas nuestras necesidades diarias


Salmos 37:25 “Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan”.

Santiago 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”.

Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo de Dios. Su Palabra dice que: “Él nunca cambia, ni varía como una sombra en movimiento”. Qué seguridad más grande nos da entender que es nuestro Dios inmutable, que nos ha traído hasta donde hemos llegado, que nos ha provisto de oportunidades, nos ha dado capacidades, un trabajo y la habilidad para resolver los problemas. Esta seguridad derrumba todo orgullo que nos lleve a pensar que todo lo hemos logrado por nosotros mismos.

El Salmo 145:16 nos dice: “Abres tu mano, y colmas de bendición a todo ser viviente”. Aunque muchos no lo reconozcan, Dios está detrás de toda bendición que tenemos. Dios tiene todo el poder, sólo debe abrir su mano para proveernos lo que necesitamos. La pregunta es entonces: ¿Por qué hay tantos que sufren hambre?

Primero por el pecado y egoísmo humano que se ha olvidado de sus semejantes y ha abierto brechas muy grandes de desigualdad generando cada día más pobreza. Otros porque ignoran a ese Dios proveedor que puede suplir sus necesidades, lo han olvidado y tratan de llevar su vida por sí solos. Necesitamos de la intervención de Dios en nuestras vidas porque fuimos diseñados para depender de Él.

Dios está preparado para oír las oraciones, está presente en todo lugar, está cerca de los que lo invocan para ayudarles en tiempo de necesidad. Como dice el Salmo 145:18 “Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras”. Está cerca para que tengamos lo que pedimos, para que hallemos lo que buscamos, si lo hacemos sinceramente. Nos muestra su gracia y misericordia al suplirnos y sostenernos.

No nos olvidemos entonces de buscarlo, recordemos que su grandeza es inescrutable, que Él lleva a cabo grandes obras a través de las generaciones, que Él es justo, clemente con los que se acercan de corazón. Que hace llover sobre justos e injustos porque es lento para la ira y grande en misericordia.

Su bendición, complacencia, amor sustentador y fidelidad divina se pueden experimentar cuando vivimos justamente como dice el Salmo 37:25 “Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan” Oración inicial

«Padre reconozco que eres mi proveedor, dame el pan de cada día, sé que todo lo que tengo te lo debo a ti, me brindas sin reservas tu provisión para cada día, gracias por sostenerme aún en tiempos de necesidad, por darme capacidades y habilidades para trabajar y generar recursos, tu promesa se ha cumplido y cuando miro atrás, he visto tu bondad en medio de las circunstancias difíciles. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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