lunes, 15 de junio de 2020

Vistámonos con manto de alegría


Vistámonos con manto de alegría
“a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”. Isaías 61:3
“Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes”. Isaías 61:6
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia”. 1 Pedro 2:9-10
Isaías está refiriéndose a Sion, el punto más alto de Jerusalén. Y aunque es un mensaje directo a los judíos donde se les anuncia un tiempo de restauración donde se les dará esplendor, gozo y alegría, este pasaje también está apuntando que después del juicio de los finales tiempos, habrá alegría y canción; y en el milenio toda la iglesia de Cristo reinará con Él.
Dice: “ministros de nuestro Dios seréis llamados”, Israel va a ser un sacerdocio de creyentes durante el Reino terrenal y esa fue la intención original de Dios con su pueblo escogido cuando les dijo en Éxodo 19:6 “Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”, pero por causa de su pecado e idolatría nunca lo lograron hasta ahora que lo serán en el gobierno terrenal del Mesías. En aquellos días se acabarán los odios raciales y ellos serán testigos genuinos de Dios.
Lo que tenemos que entender es que nosotros los gentiles, su iglesia, seguiremos honrando y sirviendo al propósito de Dios porque también hemos sido llamados y escogidos como real sacerdocio y adquiridos como pueblo santo para anunciar las virtudes de Cristo en este tiempo de gracia, hasta su regreso y vestirnos también con manto de alegría. Dios quiere un pueblo que camine con Él en oración, marche con Él en alabanza, le dé gracias y le adore.
La raíz hebrea “atah” significa “manto” sugiere que la alabanza no es como una prenda de vestir que usamos un día y otro no. Es una invitación a cubrirnos o arroparnos de alabanza todos los días, de manera que no haya ningún hueco o hendidura por donde pueda entrar el mal, el espíritu angustiado o el desaliento a nuestras vidas en medio de las dificultades de la vida, por el contrario todo debe ser cambiado por una vida abundante; en otras palabras por un manto de alegría que debe caracterizar a los hijos de Dios y es el gozo que acompaña el establecimiento del Reino del Mesías en esta tierra hasta que el vuelva.
¿Cómo está tu espíritu en este día? ¿Angustiado o desalentado por los problemas?
Hoy es el tiempo de vestirnos con el glorioso manto de alabanza que repele y sustituye todo espíritu de pesadumbre, trayendo aliento y esperanza y alejando el temor y la duda para servir al Señor como sus sacerdotes y ministros anunciando el evangelio de salvación a todas las naciones.  Oración.
«Amado Dios, gracias por haberme sacado de las tinieblas y trasladado al Reino de tu Hijo Jesucristo, por haber tenido misericordia de mí y aunque soy gentil, ser ahora parte de ese pueblo escogido, de ese real sacerdocio que has levantado con el propósito de servirte, anunciar el evangelio y rendirte alabanza y adoración para que todos los pueblos te conozcan. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.