jueves, 20 de enero de 2022

Manifestar nuestra luz

 

Manifestar nuestra luz


“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo 5:14-16

Llena de mucho gozo escuchar que somos la luz del mundo, pues es una bendición que tengamos en nuestro corazón a aquel que es la verdadera luz del mundo y que ha llenado nuestra vida con su luz. Pero es a la vez una gran responsabilidad porque como lo dice nuestro Señor Jesús, una luz no se enciende para esconderla, sino que se pone en un lugar donde pueda alumbrar a todos los que la necesitan.

Sin duda, cada persona que está a nuestro alrededor necesita la luz de Cristo y es una gran responsabilidad porque nosotros somos, a través de Cristo, esa luz que los debe alumbrar; y la forma de hacerlo es con nuestras acciones y actitudes del día a día. La manera en la cual enfrentamos cada situación de la vida, es una oportunidad para que alumbremos la vida de los demás.

Cuando nosotros manifestamos un correcto y justo actuar en cada área y con cada persona que nos encontremos, estaremos mostrando que nosotros estamos irradiados por la luz de Cristo, y se cumplirá el propósito por el cual hemos sido hechos luz, que es, que todo aquel que nos observe, reconozca y glorifique a Dios por su gran poder y amor. Pues el amor es la esencia de nuestro Dios.

El Señor Jesús nos ha dicho que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos y que andemos en amor como Él nos amó, pues esa es la clave para ser luz, así estaremos mostrando que somos hijos de luz. Cuando nosotros actuamos con el mismo amor con el que nos ha amado Dios, nos será posible practicar esas buenas obras que no perjudiquen a los demás, sino que les sea ejemplo de bondad, justicia y verdad (Efesios 5:8-9). Finalmente, este correcto actuar, que viene como fruto de Cristo en nosotros, será la luz que alumbre a los demás y que los lleve a querer tener, así como nosotros, la luz de la vida en sus vidas para gloria de Dios Padre.   Oración.

«Señor, nos has dado tu hermosa palabra y a la vez la gran responsabilidad de ser la luz del mundo, has irradiado con tu luz nuestra vida y ahora quieres que la llevemos a los demás con una buena conducta que refleje que Tú estás en nosotros; danos la gracia para poderte manifestar a través de nuestro día a día para que todos te glorifiquen por nuestras buenas y justas acciones, en el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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