jueves, 3 de noviembre de 2022

¿Me amas? - Parte 2

 

¿Me amas? - Parte 2


“Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.” Juan 21:16

Qué difícil escuchar por segunda vez la pregunta de Jesús: “¿me amas?”, pues daría a entender que la primera respuesta que se dio no fue lo suficientemente valedera o convincente. Estando en la situación de Pedro ¿qué pensarías al haber oído a Jesús realizando una vez más la misma pregunta?, ¿te cuestionarías y buscarías la falla a tu respuesta?, ¿le consultarías por qué duda sobre tu declaración? En el caso de Pedro, vemos que no hay un cuestionamiento a la pregunta de Jesús, sino más bien una reconfirmación de su respuesta inicial; y notamos cómo en ella ha recurrido a la Omnisciencia de Jesús, pues Él, conociéndolo todo, puede verificar que lo que Pedro ha manifestado es cierto, ya que ¿quién mejor que el Señor para comprobar lo que hay en lo profundo de nuestro corazón? (Jeremías 17:9).

La pregunta que puede surgir entre nosotros es ¿acaso Pedro no le amaba y esa era la razón del Señor para insistir con la misma pregunta? Claro que Pedro le amaba y aquí el Señor no está dudando de su amor, Él sabe lo que su discípulo ha hecho, conoce sus aciertos, sus desaciertos y aun las intenciones de su corazón; sin embargo, lo que quiere enseñarle a su discípulo es que el amor que espera y anhela recibir de parte de él no es uno que esté presente cuando haya euforia o emoción, pues amar de esa manera sería igual a un címbalo cuando retiñe, es solo ruido. Lo que verdaderamente el Señor busca en cada creyente es que le amemos con todo corazón, alma y mente, pero no ofreciéndole nuestro amor humano, cambiante e imperfecto, sino un amor puro y perfecto, que ya ha sido depositado en nuestros corazones, el amor de Dios (Romanos 5:5).  Oración.

«Padre, quiero aprender a amarte con integridad, porque no quiero darte de mi amor cambiante y pasajero, sino de tu amor puro y perfecto, ese gran amor que en mí ya has depositado, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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