martes, 24 de noviembre de 2020

Lo que hace la Palabra de Dios en nosotros - Parte 2

 


Lo que hace la Palabra de Dios en nosotros - Parte 2

“Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.” Santiago 1:18

 Cuando creemos y recibimos al Señor Jesucristo, como salvador (Juan 1:12), volvemos a nacer, pero no de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios (Juan 1:13). Este nuevo nacimiento ocurre cuando escuchamos y aceptamos el mensaje poderoso de la Palabra de Dios, ya que el evangelio es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree (Romanos 1: 16a). La misma Palabra poderosa con la que creó Dios el universo, ahora crea en nosotros un nuevo ser, con un nuevo corazón que le obedece y le adora.

Ahora, el Señor nos pide, que nos vistamos de esta nueva criatura, la cual, en la semejanza de Dios, ha sido creada en la justicia y santidad de la verdad (Efesios 4:24), para que andemos en santidad y justicia, hablando y practicando la verdad con nuestro prójimo. No es hacer para ser, sino ser para hacer, porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas. (Efesios 2:10).

Como podemos ver, todo surge con la Palabra de Dios; no solo un nuevo nacimiento espiritual con herencia de eternidad, sino también un plan maravilloso para vivir una vida haciendo lo que agrada a Dios, una vida abundante en buenas obras, preparadas de antemano por Dios para nosotros, con el fin de hacer su voluntad y ser usados en sus propósitos. Lo que hace la Palabra de Dios, luego de hacernos renacer es también instruirnos para cumplir ese propósito y andar conforme a una esperanza cierta, así que, no dudes hoy en tomar la instrucción diaria que ofrece la escritura para ir paso a paso cumpliendo las buenas obras que Dios tiene para nosotros.  Oración.

«Gracias Jesús, porque al morir en la cruz por mis pecados, me diste vida y me diste un propósito; no soy un accidente, sino que, en ti, tengo la confianza de ser un nuevo hombre creado para ejecutar las buenas obras que el Padre preparó de antemano para su gloria. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.