miércoles, 17 de febrero de 2016

Quédate cerca de Dios

Quédate cerca de Dios
“APRESARÁN AL MALVADO SUS PROPIAS INIQUIDADES… ÉL MORIRÁ POR FALTA DE DISCIPLINA…” (Proverbios 5:22-23)
Nada más nacer, Sansón fue apartado para servir al Señor. Tenía todo a su favor (lee Jueces 13:2-5). Pero se entregó a la lujuria y esto terminó con su vida. Todo comenzó cuando vio a “… una mujer…” y dijo después a sus padres: “…os ruego que me la toméis por mujer” (Jueces 14:3). Dios dice: “Apresarán al malvado sus propias iniquidades… Él morirá por falta de disciplina y errará por lo inmenso de su locura” (Proverbios 5:22-23). Fíjate en la palabra “…por…”. Después de liderar a Israel durante veinte años, Sansón volvió a sus viejos hábitos con una prostituta en Gaza (lee Jueces 16:1) y al final con Dalila. Por consiguiente, fue capturado por el enemigo, le sacaron los ojos y terminó trabajando en el molino de la cárcel (lee Jueces 16).  ¿Piensas que no puedes caer en una trampa semejante? La lujuria siempre presenta un ángulo distinto: empleados de oficina, obreros, amas de casa y clero; nadie es inmune. Cuando la esposa de Potifar trató de seducir a José, él “…salió huyendo” (Génesis 39:15b). José reconoció que siempre perderás si tratas de vencer la lujuria en tu propia fuerza. Sansón estaba tan ocupado con sus deseos pecaminosos que ni se había dado cuenta que el Señor le había abandonado (lee Jueces 16:20b). Trató de echar “leña” al “fuego” de la carnalidad sin quemarse, y le salió al revés. Así que, ¿cuál es la solución? Pablo dijo: “No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla” (1 Corintios 10:13). Por tanto, quédate cerca del Señor.