sábado, 18 de septiembre de 2021

Tu propósito

 


Tu propósito

“el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. Colosenses 1:26-27

“Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.” Colosenses 3:3

s hemos preguntado muchas veces cuál es el propósito para el cual vinimos o existimos en esta tierra, pues consideramos que debe haber algo más que simplemente nacer, crecer, reproducirnos y morir. Nuestra conciencia nos alerta de que hay algo más que un propósito biológico, pero descubrirlo se vuelve un camino sin salida.

La Palabra de Dios tiene la respuesta, pues nos enseña que hemos sido creados para la gloria de Dios, en Isaías 43:7 dice: “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice”. Así que todo fue creado para su gloria; sin embargo, si nos preguntamos acerca del propósito específico, este propósito está escondido en Cristo.

Cuando encontramos a Cristo, o mejor, cuando Él nos busca y nos salva, como dice Lucas 19:10: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Entonces iniciamos el camino que nos llevará a descubrir y experimentar el propósito específico que Dios tiene para cada uno de nosotros.

Entre más conozcamos a Jesucristo y experimentemos su amor, que excede todo conocimiento, más estaremos llenos de su plenitud (Efesios 3:19) y esto llenará todos los espacios de nuestra vida, pues en Él estamos completos (Colosenses 2:10). Cada uno de nosotros logrará experimentar esta verdad cuando más nos parezcamos a Él y nos consideremos muertos al pecado pero vivos en Cristo (Romanos 6:11), es decir, colocando en práctica nuestra identidad con el Hijo de Dios.

Conocer a Cristo es, al final, conocerte a ti mismo, porque tu vida está escondida en Él, así que te animo a encontrar tu propósito particular, permitiendo que el mensaje de Cristo, su Palabra, con toda su riqueza, more abundantemente en ti y llene tu vida.   Oración.

«Padre, en tu voluntad, te has revelado a mi vida de manera particular a través de tu hijo amado; por esta razón, quiero seguir conociendo y experimentando la plenitud de este amor sin igual. En el nombre de Jesús y con la dirección de tu Espíritu. Amén.