jueves, 31 de octubre de 2024

El fiel y Verdadero

 


El fiel y Verdadero

“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”. Apocalipsis 19:11-16

Jesús volverá a la tierra, pero no ya como un indefenso niño, sino como el Rey supremo, para instaurar la paz verdadera, en un reino presidido por el amor, la justicia y la unidad entre todas las naciones. Dios tiene un propósito para esta tierra, que está siguiendo de manera muy clara y rigurosa.

Su segunda venida será el momento más trascendental de la historia universal, el clímax hacia el cual todos los eventos de hoy se están dirigiendo. El contraste que aquí observamos, con respecto a su primera venida, es muy revelador.

Él vino por primera vez, como un niño que necesitó el cuidado de una familia, así fue como entró al mundo. El Salvador que murió por los pecadores en una cruz fue manso y humilde. Ahora le veremos regresar en toda su gloria y poder. ¡Qué visión tan hermosa que nos da este pasaje! El Rey coronado, que es el Verbo de Dios, vendrá a juzgar a las naciones y a condenar la rebelión de Satanás, de los demonios y de la humanidad. Él aplastará toda injusticia antes de establecer su Reino justo.

En una visión en el Espíritu en Apocalipsis 4:1-4, el cielo se abrió para permitir que Juan pudiera contemplar a los ancianos, es decir, al conjunto de la Iglesia, que estará allí: “Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas”.

Y ahora, en el capítulo 19 el cielo vuelve a abrirse para que visualice la magnífica salida del Señor Jesucristo en su regreso. El caballo blanco sobre el cual está montado es un animal de guerra, porque viene con toda majestad a establecer su reino. Cuando Jesús estuvo en la tierra, Él entró a Jerusalén humildemente, montado en un pollino, un asno joven, que, aunque era un animal de reyes, significaba paz, y no guerra.

Jesucristo es llamado aquí «Fiel», porque Él vendrá por segunda vez para llevar a cabo el plan de Dios, y todo aquello que ya había sido profetizado. El Señor Jesucristo es el único en el cual podemos confiar, y en el cual podemos descansar, porque Él es, ha sido, y será siempre FIEL.

También se le llama aquí «Verdadero». Él es verdadero. Él dijo: «Yo soy la verdad». (Juan 14:6). Él es la vara que mide la verdad. Juan dice: «Y había en su cabeza muchas diademas», esto nos indica que Él será el único gobernante de esta Tierra. Su gobierno no hará concesiones, será justo y verdadero. Él será el Rey de reyes y el Señor de señores.

Por eso, cuánto más le conocemos, más cercanía e intimidad experimentamos en su presencia; nuestro amor por Él debe aumentar, como también nuestro deseo de «ser como Él es», y de hacer lo que Él nos pide hasta que vuelva.  Oración.

«Espíritu Santo ayúdame a conocer más la persona de Jesucristo y plasmar en mi corazón esa imagen que me da Apocalipsis, de que es un Dios Santo, Fiel y Verdadero, lleno de gloria y majestad. Señor Jesús eres mi Rey, quién gobierna mi vida y anhelo que vengas a establecer ese reino eterno también en esta tierra como Rey de reyes y Señor de señores. Señor Jesús, te amo, te anhelo y te espero, amén.