El fiel y Verdadero
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y
el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.
Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y
tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de
una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos
celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos
blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones,
y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de
la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito
este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”. Apocalipsis 19:11-16
Jesús volverá a la tierra, pero no ya como un indefenso niño,
sino como el Rey supremo, para instaurar la paz verdadera, en un reino
presidido por el amor, la justicia y la unidad entre todas las naciones. Dios
tiene un propósito para esta tierra, que está siguiendo de manera muy clara y
rigurosa.
Su segunda venida será el momento más trascendental de la
historia universal, el clímax hacia el cual todos los eventos de hoy se están
dirigiendo. El contraste que aquí observamos, con respecto a su primera venida,
es muy revelador.
Él vino por primera vez, como un niño que necesitó el cuidado
de una familia, así fue como entró al mundo. El Salvador que murió por los
pecadores en una cruz fue manso y humilde. Ahora le veremos regresar en toda su
gloria y poder. ¡Qué visión tan hermosa que nos da este pasaje! El Rey
coronado, que es el Verbo de Dios, vendrá a juzgar a las naciones y a condenar
la rebelión de Satanás, de los demonios y de la humanidad. Él aplastará toda
injusticia antes de establecer su Reino justo.
En una visión en el Espíritu en Apocalipsis 4:1-4, el cielo
se abrió para permitir que Juan pudiera contemplar a los ancianos, es decir, al
conjunto de la Iglesia, que estará allí: “Y alrededor del trono había
veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos,
vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas”.
Y ahora, en el capítulo 19 el cielo vuelve a abrirse para que
visualice la magnífica salida del Señor Jesucristo en su regreso. El caballo
blanco sobre el cual está montado es un animal de guerra, porque viene con toda
majestad a establecer su reino. Cuando Jesús estuvo en la tierra, Él entró a
Jerusalén humildemente, montado en un pollino, un asno joven, que, aunque era
un animal de reyes, significaba paz, y no guerra.
Jesucristo es llamado aquí «Fiel», porque Él vendrá por
segunda vez para llevar a cabo el plan de Dios, y todo aquello que ya había
sido profetizado. El Señor Jesucristo es el único en el cual podemos confiar, y
en el cual podemos descansar, porque Él es, ha sido, y será siempre FIEL.
También se le llama aquí «Verdadero». Él es verdadero. Él
dijo: «Yo soy la verdad». (Juan 14:6). Él es la vara que mide la verdad. Juan
dice: «Y había en su cabeza muchas diademas», esto nos indica que Él será el
único gobernante de esta Tierra. Su gobierno no hará concesiones, será justo y
verdadero. Él será el Rey de reyes y el Señor de señores.
Por eso, cuánto más le conocemos, más cercanía e intimidad
experimentamos en su presencia; nuestro amor por Él debe aumentar, como también
nuestro deseo de «ser como Él es», y de hacer lo que Él nos pide hasta que
vuelva. Oración.
«Espíritu Santo ayúdame a conocer más la persona de
Jesucristo y plasmar en mi corazón esa imagen que me da Apocalipsis, de que es
un Dios Santo, Fiel y Verdadero, lleno de gloria y majestad. Señor Jesús eres
mi Rey, quién gobierna mi vida y anhelo que vengas a establecer ese reino
eterno también en esta tierra como Rey de reyes y Señor de señores. Señor
Jesús, te amo, te anhelo y te espero, amén.