lunes, 31 de enero de 2022

Dios está en todo lugar

 


Dios está en todo lugar

“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol; y éste, como esposo que sale de su tálamo, se alegra cual gigante para correr el camino. De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el término de ellos; y nada hay que se esconda de su calor.” Salmos 19:1-6

La omnipresencia de Dios es algo tan difícil de pensar y comprender para la mente humana, que mejor optamos por dejar pasar, hasta el punto de olvidar o dejar de tener presente que Dios puede estar a nuestro lado cuidándonos y que al mismo tiempo también puede obrar en la vida de algún familiar que está pasando por una dificultad, y en general, que puede estar donde lo invocan de verdad (Salmos 145:18). Conocer la naturaleza de Dios permite que en nosotros aumente nuestra fe, puesto que a medida que conocemos lo sobrenatural que es Él, dejamos de pensar simplemente en lo que nuestra mente limitada puede imaginar y de confiar en lo restringido de nuestra capacidad.

La Biblia nos describe a un Dios que podemos ver y reconocer en cada obra de su creación; los cielos, el firmamento, el amanecer, el anochecer, el sol, la luna, las estrellas y todas esas maravillas sorprendentes y perfectas de la naturaleza hablan del poder y la presencia de Dios en la humanidad. Hay cientos de personas que ayer no conocían el mundo y hoy nacieron, hay muchos que ayer gozaban de vida pero ya hoy no están y otros que esta mañana abrimos nuestros ojos y nos pudimos levantar, pues todo esto, al mismo tiempo, lo ha hecho Dios, como dice su palabra en el Salmo 3:5 “Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba” y en Proverbios 15:3 declara “Los ojos de Jehová están en todo lugar, Mirando a los malos y a los buenos.”

También tenemos una promesa muy hermosa que podemos tomar para experimentar de manera especial la presencia y la manifestación de Dios en cualquier lugar, dice Mateo 18:19-20 “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” El Señor promete estar y actuar donde, en oración y si es posible en congregación con más hermanos, lo busquemos y le pidamos su intervención en alguna situación.   Oración.

«Padre Dios, qué bendición es contar con tu compañía y protección. Sé que puedes estar en todo lugar al mismo tiempo, pues nada te puede contener y no hay lugar recóndito donde no puedas llegar. Te pido que cada día me hagas más consciente de tu presencia en mi entrada y salida, gracias por estar ahí y cuidar de mí; que no se me olvide que en todo tiempo me ves y que no hay nada que se escape de tu poder, en Cristo Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 30 de enero de 2022

Ser llenos del Espíritu Santo

 


Ser llenos del Espíritu Santo

“Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” Hechos 2:4

El Espíritu Santo fue enviado desde el cielo para morar en cada creyente con un propósito verdadero: que seamos testigos de Jesucristo predicando el evangelio; vemos desde el inicio de esta gran comisión cómo a los apóstoles se les dijo que esperaran en Jerusalén mientras llegaba sobre ellos la promesa del Padre, que era el Espíritu Santo, a través del cual recibirían el poder para predicar (Hechos 1:4-5, 8).

Promesa que se cumplió según Hechos 2 el día de Pentecostés cuando estaban todos reunidos, manifestándose un viento recio y la aparición de lenguas repartidas como de fuego, siendo así llenos del Espíritu Santo, a través del cual recibieron el poder para hablar de las maravillas de Dios según Él se los concedía. Lo curioso del caso es que algunas personas se sorprendían y se maravillaban de ver y escuchar esto, mientras que otros se burlaban diciendo que estaban llenos de vino (Hechos 2:12). Pero es justamente esto lo contrario a ser llenos del Espíritu Santo y de lo que la Escritura en Efesios 5:18 nos advierte no hacer cuando dice “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,”

La llenura del Espíritu Santo como veíamos en el caso de los Apóstoles se nos da para concedernos el poder y denuedo de predicar o contar las maravillas, prodigios y señales de Dios en Jesucristo nuestro Señor, pero es un estado que no logramos cuando nos embriagamos con cosas que no honran a Dios, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, sino que es algo que obtenemos cuando nos disponemos a buscar a Dios, escucharlo y obedecerlo; actividad que podemos hacer de manera individual y colectiva a través de la lectura de su Palabra, la aceptación y sumisión a los mandatos que ahí encontramos, la adoración y el canto de acuerdo con lo que en ella se nos habla y dando siempre gracias a Dios en el nombre de nuestro Señor Jesucristo (Efesios 5:18-20).    Oración.

«Padre, gracias por esa promesa cumplida del Espíritu Santo en nosotros; te pedimos que nos ayudes a entender que no nos ha sido dado para nuestro propio beneficio o vanagloria, tampoco por nuestras buenas obras, sino que lo hemos recibido como un don al creer en Jesucristo nuestro Señor y nos ha llenado para concedernos el poder y la dirección de cumplir con la gran comisión, en el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 29 de enero de 2022

Dios sana todas nuestras enfermedades

 

Dios sana todas nuestras enfermedades


“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.” Salmos 103:1-5

Nuestro Dios es un ser grande y maravilloso, para quien nada le es difícil o imposible; en Él encontramos el sustento para toda nuestra vida, no hay nada que Él no pueda hacer o que se salga de su control, antes bien, Él es quien da la sabiduría a los sabios y la ciencia a los entendidos (Daniel 2:21) y su entendimiento no hay quien lo alcance (Isaías 40:28). La palabra de Dios dice que por la llaga que nuestro Señor Jesucristo sufrió, ahora nosotros somos sanos, porque, así como llevó nuestros pecados en la cruz, también cargó con nuestras enfermedades, para que, en su nombre, nosotros, seamos curados (Isaías 53:4-5).

Ahora bien, al igual que para nuestra salvación y perdón de pecados, el único requisito para nuestra sanidad es que tengamos fe, que creamos en la perfecta obra de nuestro Señor Jesucristo y que por ella pidamos a Dios, creyendo que envía la sanidad a nuestro cuerpo, pues como nos dice el Salmo de hoy, el Señor es quien perdona todas nuestras iniquidades y el que sana todas nuestras dolencias. Debemos clamar a Dios en oración, porque si Él nos ha prometido traer sanidad, medicina y curarnos, es porque así Él lo puede y lo quiere hacer, pero debemos hacer como dice David en el Salmo 30:2 “Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.”

Asimismo, debemos pedir oración a nuestros hermanos en la fe. La palabra de Dios nos dice que debemos orar unos por otros para que seamos sanados, pues la oración, hecha a tiempo por un creyente, puede mucho (Santiago 5:16); clamar a Dios es nuestra mejor opción, disponer todo en sus manos y esperar en su misericordia. También es importante que conozcamos lo que Dios nos dice en su palabra, pues nos la ha dejado para que creamos y por fe seamos sanados; dice el Salmo 107:20 “Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina” y recordemos las palabras de nuestro Señor Jesús en Marcos 9:23 “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.”   Oración.

«Padre, qué bendición es saber que tú estás pendiente de todo, estás presente en el más mínimo dolor y también en la más grave enfermedad; gracias por tu fidelidad. Te pido que seas tú tomando el control de todo el personal médico, enviándoles sabiduría y conocimiento; permíteme confiar y esperar pacientemente en ti, sé que tú nos has prometido sanidad y medicina y sé que por la llaga de Cristo Jesús la enviarás a mi vida, en el nombre de Jesús, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 28 de enero de 2022

La bendición de dar

 


La bendición de dar

“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” Filipenses 4:19

“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;” 2 Corintios 9:8

Cuando nosotros, con buena voluntad y alegría, haciendo las cosas como para el Señor, nos disponemos a dar con generosidad, Dios es tan bueno y maravilloso que termina recompensando nuestros buenos frutos mucho más de lo que nosotros pudiéramos imaginar. Cuando hablamos de dar, no es solamente a nuestro prójimo, sino que también incluye a Dios; Él nos ha enseñado el principio del diezmo y las ofrendas, que también envuelven de todo un poco, tiempo, enseñanza, dinero, comida, ropa, atención, perdón, amor y todo aquello que tengamos a nuestro alcance y que podamos dar o compartir con los demás.

El Señor Jesús nos dijo en Lucas 6:38 “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.” Así que, dar es una bendición, dar con generosidad y alegría se transforma en una bendición mucho mayor para nosotros; cuando nosotros damos de nuestros recursos a personas que sabemos que probablemente no nos podrán devolver, es cuando más confiamos en la provisión y las promesas de Dios, ya que con esta actitud estamos demostrando que creemos en las recompensas y en las riquezas de Dios que, en Cristo Jesús, tiene para nuestra bendición.

Nosotros, de Dios recibimos todo cuanto tenemos y lo que nos pide el Señor es que, de la misma manera que nosotros, por su bondad recibimos, así mismo compartamos. Sus hijos no debemos ser codiciosos ni mezquinos, sino misericordiosos, haciendo el bien a quien lo necesite, si tenemos la posibilidad de hacerlo. Dice la Palabra de Dios en 2 Corintios 8:12 “Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.” Así que, no es válido compararnos con los demás, el Señor conoce todo de nosotros y lo más importante es que cuando demos lo hagamos con alegría y conforme a lo que del Señor hemos recibido, porque dice su Palabra que Él es poderoso y fiel para suplir todas y cada una de nuestras necesidades emocionales, físicas y espirituales; por lo que, la invitación es para que experimentemos la bendición de dar a Dios y a los demás.   Oración.

«Dios todopoderoso, quiero tener un corazón como el tuyo, lleno de amor y generosidad; tú no te reservas nada para conmigo, me bendices cada día con todo lo necesario, por lo que te pido, que también pongas en mi corazón un agradecimiento sincero que me lleve a devolverte lo que te corresponde, a dar a quienes necesitan y a dejarme usar como instrumento de bendición para aquellas personas que confían en tu fidelidad y provisión, en el nombre de Jesús, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 27 de enero de 2022

Pensar como Jesús

 


Pensar como Jesús

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4:8

Tenemos la mala costumbre de pensar erróneamente cuando vemos a alguien pasar por una dificultad; lo primero que hacemos es criticar o juzgar, pensar con malicia o condenando. Quizás pensamos qué pecado pudo cometer esa persona para que esté en esas condiciones, lo cual es una actitud muy común y humana, que incluso la podemos ver en los discípulos del Señor; en cierta ocasión ellos vieron a un ciego de nacimiento y lo primero que le preguntaron a Jesús fue quién había pecado para que estuviera en esas circunstancias, si quizá había sido él o sus padres, a lo que el Señor Jesús les responde según Juan 9:3 “Respondió Jesús: No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.” Y dicho esto, sanó al ciego de nacimiento, por lo cual todas las personas que conocían que siempre se sentaba a mendigar, se sorprendieron de semejante maravilla.

Esto es lo que hoy Dios nos está diciendo, puede que así mismo pase con otras personas y aun con nosotros; es posible que el Señor permita diversas situaciones en nuestra vida, no por castigo o porque hayamos cometido un grave pecado, sino porque hace parte de su plan para manifestar su gloria a través de nuestra vida. Dice la Palabra de Dios que nadie conoce su propio corazón, solo Dios, así que ninguno de nosotros puede juzgar a los demás o auto juzgarse, por lo que nos es necesario esperar hasta que venga el Señor Jesucristo, quien aclarará lo oculto de las tinieblas, manifestará las intenciones de los corazones y dará a cada uno su recompensa (1 Corintios 4:5).

Por lo pronto el Señor nos está exhortando para que pensemos en todo lo bueno, todo lo justo, todo lo amable, todo lo puro, aquello en lo que haya alguna virtud y todo lo que sea digno de alabar. Dispongámonos para pensar como Jesús piensa y pidamos a Dios, en oración, que nos permita honrarlo y adorarlo, aún con nuestra manera de pensar como dice el Salmo 19:14 “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.”   Oración.

«Señor, sé que muchas veces te fallo y que es un grave error pensar mal y apresuradamente; te pido que limpies mi mente y me permitas pensar como lo hace Jesús, en todo lo bueno, lo puro, lo justo, lo verdadero y en lo que haya alguna virtud. Perdona mi mala manera de pensar y transfórmala, para que sea de acuerdo con tu verdad, en el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 26 de enero de 2022

Nuestro Dios incomparable

 

Nuestro Dios incomparable


“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.” Isaías 40:28

¿Habrá algo que podamos esconderle a Dios? ¿Será que existe algo imposible para Dios? ¿Puede haber alguna cosa que se escape del control o conocimiento de Dios? Ciertamente no, la Biblia nos describe a un Dios que todo lo sabe, que todo lo puede y que está en todas partes, pero lo mejor de todo, es que nos revela que, por nuestra fe en Jesucristo, nosotros podemos llamarle Padre, pues por el hecho de creer en la obra salvadora de su Unigénito Hijo hemos pasado a ser sus hijos adoptivos; hecho que nos confirma Efesios 1:5 que dice “en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” y que, como leemos, esto ha sido por su inagotable amor y porque Él así lo decidió.

Pero, a pesar de todo lo que vemos, leemos, escuchamos y hemos experimentado, muchas veces nos quejamos, nos olvidamos y renegamos de Dios; le reclamamos por el hecho de estar pasando por situaciones difíciles o incómodas, pensando que el Señor se ha olvidado de nosotros, que no ha podido resolver nuestra dificultad o que simplemente no le importamos; a lo cual nuestro Dios hoy nos responde conforme dice su Palabra en Isaías 40:28 ¿no sabes que soy el Dios eterno, el creador del mundo, que no me canso y que mi inteligencia no hay quien la alcance?

El Señor hoy nos exhorta a que simplemente confiemos en Él. Muchas veces dudamos y reprochamos, pero ese es justamente el camino contrario para encontrar la bendición y misericordia de Dios; Él hoy nos promete que a los que lo esperamos y en Él confiamos nos dará nuevas fuerzas, levantaremos alas como las águilas, correremos y no nos cansaremos, caminaremos y no nos fatigaremos. No importa qué tan difícil o grande sea nuestro problema, Dios nos levantará y nos hará volar por encima de la más grande dificultad (Isaías 40:31).   Oración.

«Padre Celestial, gracias por revelarme tu poder y majestad sobre todo lo creado; pero así mismo me pides confiar y esperar en tu voluntad, pues eres soberano. Te pido me fortalezcas en el conocimiento de tu Palabra para entender cada vez más, lo alto, lo ancho y lo profundo de tu gran amor, y así pueda vivir en la paz de confiar en tu voluntad, en el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 25 de enero de 2022

Perfeccionados en la fe

 


Perfeccionados en la fe

“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?” Santiago 2: 19-22

Si bien el requisito para nosotros alcanzar bendición es creer, tener fe; esta fe se debe perfeccionar por medio de nuestras obras, si nosotros verdaderamente hemos creído a Dios, nuestro actuar debe mostrar o perfeccionar dicha fe. Si nosotros no le creemos a una persona nunca haremos lo que ella nos aconseja, pero si en verdad le creemos, procederemos a actuar de acuerdo con lo que nos habla; por ejemplo: si alguien nos dice, invierte dinero en este negocio que es bueno, y nosotros no creemos en sus palabras, nunca invertiremos; pero si una persona en la cual confiamos nos dice, invierte dinero en este negocio que es bueno, ¿cómo se evidenciará que realmente le creemos? Sencillamente, invirtiendo el dinero; si así no lo hiciéramos es porque realmente no le creemos.

Así también pasa con Dios, el Señor conoce nuestro corazón y sabe realmente si hemos creído o no. Por nuestra fe viene toda bendición; pero si nosotros no obramos de acuerdo con lo creemos es porque realmente no creemos. Como nos enseña nuestra lectura bíblica de hoy, hasta los demonios creen en Dios, pero a los que realmente les es contada su fe como actuar correcto, es a los que se disponen a obrar de acuerdo con lo que han creído, pues en el caso de Abraham que se dispuso a obedecer a Dios, dice la Escritura que fue realmente su fe la que le fue contada por justicia (Santiago 2:23). Si no hay fe no hay obras, si hay fe pero no hay obras realmente no hay fe o no es perfeccionada la fe, y si hay fe y hay obras es porque la fe fue perfeccionada por las obras; así las cosas, la fe es el motor de las obras y el origen de la bendición o recompensa de Dios.

Ahora bien, veamos un ejemplo de lo que nos dice Dios y que hoy en día es muy controvertido por la sociedad. El Señor nos dice por medio de su Palabra “Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud” (Salmos 127:4). Si le creemos a Dios, ¿cuál debería ser nuestra obra?, ¿planificar durante toda la juventud? No, eso solo evidencia que realmente no le creemos a Dios, pero si nuestro obrar es disponer en Dios nuestros hijos permitiendo que sea Él en su tiempo quien nos los dé, entonces sería un acto de fe y se perfeccionaría nuestra fe. Así que, no olvidemos perfeccionar nuestra fe, porque Dios recompensará nuestro creer.  Oración.

«Padre bueno, gracias por enseñarme cada día la verdadera fe, esa fe que tiene evidencias, que se perfecciona a través de las obras; Señor, yo quiero que perfecciones mi fe, que me permitas en toda área de mi vida obrar de acuerdo con tu verdad; yo creo en ti, pero necesito mostrar por mis obras que realmente te creo, dame esa gracia por Jesucristo nuestro Señor, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 24 de enero de 2022

Predestinados para ser conforme a Cristo

 


Predestinados para ser conforme a Cristo

“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos”. Romanos 8:29

“hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”. Efesios 4:13

Existe un plan innegable que Dios tiene con cada uno de sus hijos y es el que lleguemos a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, es decir, a ser personas con su carácter, que lleguemos a la plenitud de ser como Él es; es un hecho que no se puede dudar, pero sobre todo que se puede lograr, y podemos preguntarnos ¿cómo puede ser esto posible, si a diferencia de Cristo, yo tengo pecado?

Pues bien, dice la Palabra de Dios en Gálatas 4:6 “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!”

El mismo Espíritu que por nuestra fe en Jesucristo nos ha librado de la ley del pecado y de la muerte, porque lo que era imposible para nosotros por nuestra debilidad, Dios enviando a Jesús en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en el cuerpo de Cristo (Romanos 8:3). Así que, si Cristo está en nosotros por medio de su Espíritu, nuestro cuerpo es declarado muerto para cometer pecado, pero nuestro espíritu vive para que obremos como Cristo, de manera justa y santa (Romanos 8:10).

Es decir que, nuestra realidad debe ser conforme a la verdad, si Dios dice que por su Espíritu podemos hacer morir las obras pecaminosas que nos piden nuestros malos deseos, es porque así debe ser, esa es la manera en que debemos vivir, “porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”.

Así que hermanos, la invitación es a que, por medio de la fe, del conocimiento de Dios y de su Hijo Jesucristo, todos lleguemos a manifestar en nosotros el carácter y la madurez espiritual de Cristo; para esto, claramente, debemos pasar más tiempo con Él, conociendo cada uno de sus hechos y sus palabras, y pidiendo al Espíritu Santo que nos ayude a practicarlas.   Oración.

«Poderoso Dios, tienes planes maravillosos de bendición con el propósito de manifestar tu gloria en nosotros; te alabamos y bendecimos porque en Cristo nos has predestinado para ser como tu Hijo, personas de fe y testimonio, justos y bondadosos; pedimos, como lo dice tu Palabra, que por medio de tu Espíritu nos ayudes a vivir para ti, declarándonos muertos al pecado, pero vivos para Dios, en Cristo Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 23 de enero de 2022

Sacrificio aceptable y verdadero

 

Sacrificio aceptable y verdadero


“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”. Salmos 51:17

A menudo fallamos, le fallamos a Dios por cometer pecado, y estamos tan alejados de Él que pensamos y queremos agradarle con sacrificios y obras que muestren externamente que tenemos un corazón que obedece a Dios. Buscamos aparentar o engañar a los demás y finalmente no conseguimos más que autoengañarnos. Creemos que las obras buenas que hagamos compensarán nuestro pecado, lo cual es completamente falso, porque como dice la Palabra de Dios hoy, Él no quiere y no acepta otro sacrificio por el perdón de pecados, que no sea un espíritu quebrantado y un corazón arrepentido y humillado delante de Él. Aún como creyentes en Cristo, que sabemos que el Señor pagó por todos nuestros pecados, debemos arrepentirnos y confesarlos conforme dice 1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

El Señor siempre estará dispuesto a escucharnos y en Cristo Jesús perdonarnos, pero nosotros también debemos ir siempre a su presencia, reconociendo nuestra necesidad de Él e incapacidad de poder hacer algo más que nuestra humillación en oración, para poder encontrar su perdón y la comunión con Dios, pues claramente dice la Palabra en Mateo 5:3 “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”.

Así que, si has fallado, si has pecado y de verdad estás arrepentido, no necesitas más que ir a tu cuarto, cerrar tu puerta y humillarte delante de Dios; tu Padre que te ve en secreto y conoce tu corazón te recompensará en público, te dará el perdón y la paz que tanto necesitas, y sin duda, tomará el control de tu situación para que se resuelva conforme a su buena, agradable y perfecta voluntad, la cual podrás encontrar y entender si tomas el hábito de escucharlo a Él, dice su Palabra “De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira”. (Salmos 119:104).   Oración.

«Señor, te doy gracias por tu Palabra, pero te pido me des la voluntad para decidir creer totalmente en ella y que así se borren de mis pensamientos y de mi corazón los dichos y las costumbres erróneas aprendidas de otros hombres; que tu Santo Espíritu, que, por gracia mora en mí, me guíe a toda verdad y me ayude a vivir de acuerdo con tu voluntad, en el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 22 de enero de 2022

¿Amamos a Dios?

 


¿Amamos a Dios?

“Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”. Juan 14:23

Aunque experimentar la presencia de Dios en nuestra vida debería ser parte de nuestro día a día, a menudo no es así, por lo general los afanes de la familia, el trabajo o el estudio, nos roban el tiempo con Dios y sin quererlo terminamos tomando decisiones y haciendo todo de manera individual, sin consultarle a Dios, y resulta que al poco tiempo por las consecuencias evidenciadas nos damos cuenta de que estamos caminando sin la dirección de Dios. Pero lo delicado de esto es que estamos dejando ver que en realidad no amamos a Dios.

El versículo de hoy nos dice que si nosotros amamos a Dios guardaremos su Palabra, entonces si en nuestro día a día no disponemos el tiempo para leer y meditar en lo que nos quiere decir Dios en cada momento y para cada situación, es porque en realidad estamos viendo a Dios como nuestra última opción, como el Dios que apaga nuestros incendios. No somos conscientes y no tenemos la voluntad para ceder el control de nuestra vida a Dios, sino hasta que se presente la más grave consecuencia o sintamos que todo se sale de nuestro control. Y esto es un error muy grande que estamos cometiendo, porque a pesar de que Dios tenga misericordia, escuche nuestro clamor e intervenga en la situación, sin duda vamos a tener que enfrentar las secuelas de nuestras propias y equivocadas decisiones.

Así que, hermanos, la invitación es para que amemos a Dios verdaderamente, que lo conozcamos por medio de su Palabra y aprendamos a tener una relación sincera con Él; si nosotros escudriñamos las escrituras nos vamos a encontrar con un Dios que por amor nos adoptó como sus hijos, nos cuida y bendice. Dios no es un ser lejano, Él ha decidido morar en cada creyente por medio de su Espíritu Santo para guiarnos al conocimiento de su verdad y así revelarnos su buena voluntad. El secreto para la bendición lo encontramos en su dirección (Salmos 25:12-13).  Oración.

«Amado Dios, cuántas veces me he alejado, he hecho lo malo por no escucharte. Te pido perdón porque conociendo tu voluntad he sido desobediente y me he apartado de tu verdad. Te ruego Señor en el nombre de Jesús que borres mi pecado y maldad y crees en mí un corazón limpio que te ame y se deleite en tus mandamientos, para gloria de tu Santo nombre, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 21 de enero de 2022

Ser y hacer discípulos

 


Ser y hacer discípulos

«Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;» Juan 8:31

«Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén». Mateo 28:19-20

Como discípulos de Cristo, conocedores y hacedores de su Palabra, se nos ha encargado una gran misión: hacer discípulos para el Señor en todas las naciones; esta tarea se trata de enseñarle a las personas la Palabra de Dios con el propósito de que conozcan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; este conocimiento debe ser espiritual más que intelectual, pues los debe llevar a ser imitadores de Dios, a ser santos como Dios es santo y a reflejar a Cristo en sus vidas por medio del Espíritu Santo que mora en cada creyente.

Ahora bien, este tipo de discípulos que nosotros estamos llamados a hacer, primero se debe evidenciar en nosotros, porque para ‘hacer’ primero se tiene que ‘ser’. Para nosotros poder enseñar la palabra de Dios, primero debemos estudiarla y para impartir una enseñanza real y con autoridad, lo ideal es que primero la hayamos vivido; en la carta a los Hechos de los Apóstoles podemos notar cómo el escritor dice que había escrito las cosas que Jesús había comenzado a ‘hacer’ y a ‘enseñar’ (Hechos 1:1), y en Marcos 1:22 podemos leer lo siguiente “Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”. Quiere decir, que las personas que escuchaban las enseñanzas de Jesús, notaban que lo que Él enseñaba lo practicaba y no era como los escribas que sus actos eran contrarios a sus dichos.

Así las cosas, la clave para nosotros poder ser verdaderos discípulos de Cristo y hacer discípulos como Él lo hacía, está en conocer, aceptar y declarar la siguiente verdad en nosotros: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí» (Gálatas 2:20). Es decir, conocer, aceptar y vivir, que nuestro viejo hombre con tendencia al pecado murió con Cristo y ahora hay uno nuevo que vive para la gloria de Dios como Cristo; esto solo es posible si le cedemos el control de nuestra vida al Espíritu Santo permitiendo que sea Jesús a través de su Espíritu el que viva y se refleje en nosotros.

¿Y tú, ya eres discípulo de Cristo, y mejor aún ya haces discípulos para Cristo?   Oración.

«Padre Celestial, que el Espíritu de tu Hijo que mora en mí y el cual me permite llamarte Padre, sea el que haga morir en mí las obras que no vienen de ti, para que pueda vivir bajo tu dirección y propósito; te pido la gracia para reflejar a Cristo en mi vida y para enseñar tu Palabra con toda diligencia y autoridad, en el nombre de Jesucristo tu Hijo, amén.     Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 20 de enero de 2022

Manifestar nuestra luz

 

Manifestar nuestra luz


“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo 5:14-16

Llena de mucho gozo escuchar que somos la luz del mundo, pues es una bendición que tengamos en nuestro corazón a aquel que es la verdadera luz del mundo y que ha llenado nuestra vida con su luz. Pero es a la vez una gran responsabilidad porque como lo dice nuestro Señor Jesús, una luz no se enciende para esconderla, sino que se pone en un lugar donde pueda alumbrar a todos los que la necesitan.

Sin duda, cada persona que está a nuestro alrededor necesita la luz de Cristo y es una gran responsabilidad porque nosotros somos, a través de Cristo, esa luz que los debe alumbrar; y la forma de hacerlo es con nuestras acciones y actitudes del día a día. La manera en la cual enfrentamos cada situación de la vida, es una oportunidad para que alumbremos la vida de los demás.

Cuando nosotros manifestamos un correcto y justo actuar en cada área y con cada persona que nos encontremos, estaremos mostrando que nosotros estamos irradiados por la luz de Cristo, y se cumplirá el propósito por el cual hemos sido hechos luz, que es, que todo aquel que nos observe, reconozca y glorifique a Dios por su gran poder y amor. Pues el amor es la esencia de nuestro Dios.

El Señor Jesús nos ha dicho que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos y que andemos en amor como Él nos amó, pues esa es la clave para ser luz, así estaremos mostrando que somos hijos de luz. Cuando nosotros actuamos con el mismo amor con el que nos ha amado Dios, nos será posible practicar esas buenas obras que no perjudiquen a los demás, sino que les sea ejemplo de bondad, justicia y verdad (Efesios 5:8-9). Finalmente, este correcto actuar, que viene como fruto de Cristo en nosotros, será la luz que alumbre a los demás y que los lleve a querer tener, así como nosotros, la luz de la vida en sus vidas para gloria de Dios Padre.   Oración.

«Señor, nos has dado tu hermosa palabra y a la vez la gran responsabilidad de ser la luz del mundo, has irradiado con tu luz nuestra vida y ahora quieres que la llevemos a los demás con una buena conducta que refleje que Tú estás en nosotros; danos la gracia para poderte manifestar a través de nuestro día a día para que todos te glorifiquen por nuestras buenas y justas acciones, en el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 19 de enero de 2022

Alcanzando las promesas

 

Alcanzando las promesas


“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Hebreos 12:1-2

Las promesas de Dios son tan hermosas y poderosas que muchas veces nos cuesta creer que las recibiremos, vemos tan lejos la posibilidad que se cumplan en nuestra vida que decidimos mejor ignorarlas y no tomarlas, pensamos que eso que leemos en la Biblia que Dios ha hecho, fue solo en el tiempo de antes y en personas que Dios seleccionaba porque eran buenas o perfectas. Lo cual no es cierto, pero damos lugar a este tipo de pensamientos, justamente por nuestra ignorancia de las Escrituras y por la falta de una relación real y sincera con Dios.

Cuando nosotros pensemos en Dios, debemos hacerlo de acuerdo a lo que está escrito, porque justamente esas personas, usadas por la gracia de Dios, fueron inspiradas por el Espíritu Santo para escribir. El evangelio de Juan 20:31 nos dice: “Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. Es decir que, el propósito por el cual se escribió la Biblia es para que hoy en día nosotros tuviéramos la certeza de que Dios existe, que envió a su Hijo por amor a nosotros y que tuviéramos fe en Él, porque creyendo es la única manera en la que podremos experimentar esa vida abundante y en victoria que Dios nos promete y que nosotros anhelamos.

Debemos entender que es por Cristo, por quien nosotros tenemos acceso y derecho a esas promesas, Él soportó el sufrimiento y pagó el precio de nuestra bendición; por esto el pasaje bíblico de hoy nos anima a que vivamos nuestra vida con los ojos puestos en Jesús, el cual le creyó a Dios, sufrió en la cruz y ahora está experimentando el gozo del cumplimiento de la promesa de Dios, estando a su derecha. Tenemos a nuestra vista gran cantidad de testigos de la fidelidad de Dios; así que, es nuestra decisión seguir manteniendo ideas falsas en nuestro corazón u optar por conocer, aprender y tener fe en la verdad de su Palabra.   Oración.

«Padre, que tu amor derramado en mí y el que me manifiestas cada mañana y en cada momento, nunca lo rechace o lo ignore, porque tengo claro que es tu amor en mí el que me permitirá perseverar en ti y en el servicio a ti hasta el fin, con la certeza de que cumplirás tu Palabra y tus promesas; y yo quiero ser parte de aquellos que por la fe y la paciencia heredan tus preciosas promesas; así que, te ruego que sea tu Santo Espíritu ayudándome y guiándome, en Cristo Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 18 de enero de 2022

Manifestar nuestra fe

 


Manifestar nuestra fe

“Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. Hebreos 11:7

Contrario a lo que quizás muchos piensan acerca de la fe, esta no es solo palabras, no es teoría, algo irreal o que no se pueda manifestar; si nosotros leemos atentamente la definición de fe, que nos da la Palabra de Dios en hebreos 11:1, la cual dice “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Podemos notar que se nos habla de una posición de seguridad y confianza en algo que, aunque todavía no vemos y estamos esperando, lo aguardamos con total certeza y convicción, creyendo que indefectiblemente llegará.

Es justamente esta posición y actitud la que encontramos cuando leemos acerca del obrar de Noé (antes del diluvio), pues nuestro antepasado creyó realmente cuando fue advertido por Dios de cosas que aún no se habían visto en la tierra, y acerca de lo cual el Señor le dio instrucciones muy precisas para que hiciera, entonces, Noé por fe y con temor (obediencia) se dispuso a hacer lo que se le había indicado, se preparó para cuando ocurriera lo que Dios le había anticipado.

Lo anterior, es precisamente de lo que hoy Dios nos está diciendo que tomemos ejemplo, porque nuestra fe se debe manifestar, si realmente creemos en lo que nos dice Dios, es decir, si creemos en su Palabra, eso se debe evidenciar en nuestro pensar, pero, sobre todo, en nuestro actuar.

El Señor quiere hijos seguros y confiados, que caminen por la vida con la certeza de que Él cumplirá cada palabra y cada promesa que nos ha dicho; que, a pesar de la espera, en eso que no vemos, siempre nos mantengamos pacientes y expectantes, confiando en que el Señor es fiel y misericordioso, por lo cual nos cumplirá y no tardará; y que entonces se pueda ver manifestada nuestra fe por medio de cada decisión que tomemos y cada obra que realicemos.   Oración.

«Padre, en este día estoy enormemente agradecido, porque sin merecerlo, te has manifestado en mi vida y familia, de una forma que solo Tú puedes hacer; gracias por permitirnos ver la fidelidad de tu Palabra y lo maravilloso de tu bondad; gracias por revelarte a nosotros y darnos fe, te pedimos que cada día nos la aumentes para que nuestro caminar manifieste en todo momento tu verdad, en Cristo Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 17 de enero de 2022

Caminar con Dios

 

Caminar con Dios


“Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé”. Génesis 6:9

Algo que podemos aprender de la vida de Noé es que, a pesar de que el pensamiento de sus semejantes era solamente al mal, Noé era diferente, pues con Dios caminó Noé. Nosotros como creyentes de la presente época también debemos marcar la diferencia, no siendo parte de la multitud que vive conforme a los deseos de su corazón y no con base a los principios de Dios.

Otro claro ejemplo de caminar con Dios lo podemos observar cuando hacemos un breve repaso de la vida de Jesús, pues la Escritura en 1 Juan 2:6 nos exhorta a andar como Jesús.

Podemos notar que Jesús se levantaba muy temprano a orar (Marcos 1:35).

Para Jesús hacer la voluntad de Dios era como su alimento físico, “Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.” (Juan 4:34)

A Jesús le agradaban los niños y los bendecía (Marcos 10:13-16).

Las palabras de Jesús y sus enseñanzas siempre eran con base a la verdad, a la palabra de Dios (Juan 8:46-47).

Jesús reconocía su dependencia del Padre para toda obra que realizaba y toda palabra que enseñaba (Juan 14:10, Juan 12:49).

A Jesús no le gustaba la hipocresía, denunciaba a aquellos que pretendían mostrar exteriormente algo contrario a lo que eran interiormente (Juan 22:27-28).

La esencia del carácter de Cristo es su amor y compasión, como ejemplos tenemos: la resurrección de Lázaro donde Jesús lloró (Juan 11:33-34, Juan 11:38-44), la resurrección de la Hija de Jairo el cual le rogó a Jesús para que fuera a su casa y la salvara, a lo que Él accedió (Marcos 5:21-23, Marcos 5:35-43) y el caso de la mujer adúltera donde Jesús impidió que la mataran apedreándola y en lugar de eso la perdonó y la liberó de su pecado (Juan 8:3-11).

Y tú, ¿caminas con Dios? ¿Andas como Jesús?    Oración.

«Dios, que hermoso es caminar contigo, caminar a la luz de la verdad, la justicia y la equidad; te doy gracias por permitirme conocerte y por enseñarme el camino que debo escoger. Te pido que me concedas la gracia y el conocimiento para siempre elegir hacer tu voluntad y no dejarme impregnar por las ideas e inclinaciones de la multitud; ayúdame a ser luz, en el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 16 de enero de 2022

Sabiduría de Dios

 


Sabiduría de Dios

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos”. Proverbios 3:5-8

Por la sabiduría del mundo han sucedido masacres, guerras y muertes injustas e inhumanas pensando que estaban bien o era lo más sabio que se debía hacer. Del mismo modo, las personas por confiar en su propia sabiduría han invertido su tiempo y sus ahorros en negocios o bienes materiales que al poco tiempo han fracasado o destruido. Por esto, el hombre por confiar en la sabiduría y el consejo de otro hombre ha terminado arruinando su vida o su familia, o eligiendo parejas que terminan amargándoles toda la vida, abandonando el hogar o hasta asesinándolas.

La Palabra de Dios dice que la manera de empezar a obtener sana sabiduría es teniendo temor de Dios, en el Salmo 111 versículo 10 se nos dice que, buen entendimiento tiene los que practican los mandamientos del Señor, pues el principio de la sabiduría es el temor de Dios. También nos dice Proverbios 2:1-6, que se trata de conocer y practicar su Palabra; buscar el conocimiento y la sabiduría de Dios como si fuera un tesoro o plata, porque es aún más valioso para nuestra vida que las mismas riquezas materiales. Dios nos promete que si así hacemos Él va a cuidar de nosotros, va a dirigir nuestro camino, entenderemos lo que es correcto y bueno, estaremos en la capacidad de decidir sabiamente cualquier asunto de nuestra vida puesto que la discreción nos guardará y la inteligencia nos preservará (Proverbios 2:7-12).

Así que, la invitación para hoy es a que dejemos de confiar en nuestra propia sabiduría o en la que viene del mundo y mejor escudriñemos la que viene de Dios, aquella que encontramos en su Palabra, que años de vida y paz nos aumentará y que como dice el pasaje Bíblico de hoy, la que será medicina para nuestro cuerpo y refrigerio para nuestros huesos.  Oración.

«Padre Celestial cuánto amo yo tu Palabra, gracias a ella me has hecho más sabio que mis enemigos, he contenido mis pies de todo mal camino y he aborrecido todo camino de mentira, gracias Señor por la inteligencia y la sabiduría que me has permitido adquirir por tus mandamientos; te alabo y te bendigo en este día porque maravillosas son tus obras y muy profundos tus pensamientos, en Cristo Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 15 de enero de 2022

La fe que obra por el amor, parte 2

 

La fe que obra por el amor, parte 2


“Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Gálatas 5:13-14

¿Son los mandatos de Dios, difíciles de cumplir? Si lo intentamos en nuestras fuerzas, sí. Pero eso no es lo que nos ha dicho Dios, por el contrario, nos ha suministrado su Santo Espíritu para que seamos guiados por Él.

Si somos guiados por el Espíritu es porque nuestra fe ha sido puesta en Cristo que nos justifica del pecado, y por esto ya no hay maldición por la cual preocuparnos; nuestra única responsabilidad es vivir como Dios desea que vivamos, no siendo esclavos del pecado, sino libres en el Espíritu, viviendo como Dios dice que somos, libres para poner en acción la fe por amor.

Nuestra fe nos dice que sirvamos por amor los unos a los otros, no estando en pleitos, celos, adulterios, enemistades, envidias y demás obras de la carne, pues cuando practicamos estas cosas volvemos a hacernos siervos del pecado que hace que nos consumamos, maltratemos y destruyamos (Gálatas 5:13, 15).

Vivir en libertad es vivir amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos, siendo amorosos, llenos de alegría y de paz, teniendo paciencia, benignidad, bondad, y aumentando nuestra fe, mansedumbre y templanza, pues dice la Escritura que contra estas cosas no hay ley; es simplemente el fruto de vivir en la libertad del Espíritu (Gálatas 5:22-23).

Por último, la Palabra de Dios en Gálatas 6:2 nos exhorta a que sobrellevemos los unos las cargas de los otros, y cumplamos así la ley de Cristo, la del amor. Entonces, si algún hermano es visto en alguna falta, debemos corregirlo con toda mansedumbre, teniendo en cuenta que nosotros también podemos fallar, no tenemos por qué vanagloriarnos, irritarnos o envidiar a otros. Recordemos que de Dios hemos recibido el Espíritu, para que por Él hagamos morir las obras de la carne y a la vez nos da el poder para llevar una vida íntegra donde es posible amar a Dios y al prójimo.   Oración.

«Dios, pides de mí una vida donde te ame con todo mi corazón, toda mi alma y toda mi mente, así como también que ame a mi prójimo como a mí; y esto, la verdad es que parece bien difícil, porque amarte significa hacer tu voluntad, y mi prójimo suele hacer cosas que me ofenden. Pero qué bueno es saber, Dios, que no me pides cosas que no puedo cumplir, sino que Tú me animas, me das el poder y sobre todo el ejemplo. Gracias por Jesucristo que me enseña cómo hacerlo y gracias por su Espíritu que mora en mí para que pueda vivir como Él vivió; en Cristo Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 14 de enero de 2022

La fe que obra por el amor, parte 1

 


La fe que obra por el amor, parte 1

“Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.” Gálatas 5:5-6

Conocemos que toda persona es justificada o, en otras palabras, declarada justa delante de Dios únicamente por la fe en Jesucristo, por ello, todo intento o intención de querer obtener la justicia de Dios por otro medio, que generalmente se piensa que es cumpliendo las obras de la ley, queda totalmente invalidado, porque como dice Gálatas 2:16 por las obras de la ley absolutamente nadie será justificado. ¿Podemos entonces concluir que ya no tenemos necesidad de cumplir los mandamientos?, ¿podemos mentir, robar, codiciar y hacer las demás obras que prohíbe la ley? No, sí es necesario que obedezcamos los mandamientos.

La ley como dice la Palabra en Romanos 7:12, es santa y el mandamiento santo, justo y bueno, por ende, se debe obedecer, pues es para nuestra bendición. Pero lo que cambia es nuestra motivación o intención por cumplir los mandatos de Dios; quiere decir, que ya no lo hacemos para buscar ser justos delante de Dios por medio de nuestras buenas obras, sino que lo hacemos por amor, amor a Dios y amor al prójimo.

Nuestro versículo de hoy nos dice que la fe, es decir, aquello que hemos creído, obra o se pone en acción a través del amor, que es la obra de Jesucristo cuando murió en la cruz y nos liberó de la maldición que nos traía la ley por no poderla cumplir (Gálatas 3:13), la que nos hace libres, pero no libres para cometer pecado y sufrir las consecuencias, sino libres de la esclavitud del pecado.

Entonces, sabiendo que no somos justificados ni condenados por cumplir la ley, pero que tampoco nos debemos hacer esclavos del pecado; el llamado es a que vivamos en la libertad que Cristo nos ha dado y siendo guiados por medio del Espíritu Santo que se nos ha enviado. Si así lo consideramos, el resultado será una maravillosa obra honrando a Dios y haciendo el bien a nuestro prójimo, es decir, cumpliendo la ley por amor o, lo que en otras palabras sería, la fe obrando por el amor.   Oración.

«Señor, que tu verdad, en la cual creo, sea la que me de entendimiento y libertad; te doy gracias porque me permites acceder a ella y así poner mi fe en lo que tú dices. Bendice mi vida y la de todos los que hoy estamos haciendo este devocional para que sea tu Palabra viva y poderosa la que traspase nuestro corazón y pensamientos, en el nombre de Jesús, a ti sea toda gloria y honra. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 13 de enero de 2022

Tiempos de prueba

 

Tiempos de prueba


“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” 1 Pedro 5:10

Los tiempos de prueba son, sin duda, de gran aprendizaje y expectativa, pues por lo general estamos pasando por momentos de espera ante alguna dificultad, iniciativa, enfermedad o cualquier otro asunto, y la verdad es que, en esos días, aunque sea lo que menos intensamente queramos hacer, lo único y más eficiente que debemos poner en práctica es la oración, humillarnos bajo la poderosa mano de Dios para que como dice su Palabra en 1 Pedro 5:6, Dios nos exalte cuando Él considere que es el tiempo.

También podemos notar que estos tiempos son una fiel comprobación de nuestra confianza en Dios, porque por lo general son episodios en nuestra vida que no podemos controlar ni solucionar y que nuestra única opción es esperar, y para nuestra certeza y tranquilidad, lo único que nos queda es esperar en Dios, en su respuesta y en su voluntad, y para esto el Señor nos manda a ser sobrios y velar, porque nuestro enemigo, el diablo, está como león rugiente buscando quién está débil y dudando para así devorarlo; por lo cual nos indica Dios que lo resistamos, permaneciendo firmes en nuestra fe, es decir, en Él, confiando en su poderosa Palabra y en sus promesas. Algo que el Señor nos da como consuelo, es saber que nuestros hermanos en la fe, que ya pasaron y otros que están pasando por los mismos padecimientos, lo han superado con el poder y la fe en Dios. (1 Pedro 5:8-9).

Finalmente, la promesa fiel y maravillosa que hemos visto en otras personas y que así mismo se cumplirá en nosotros, es la que el Señor nos ha dado en nuestro versículo de hoy, la cual nos asegura que el Dios que tenemos como Padre, el cual nos ha llamado a su misma gloria en nuestro salvador Jesucristo, después que hayamos sufrido tan solo un poco de tiempo, Él mismo nos perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá. Y esto es espectacular solo con pensarlo; así que hermano, resiste porque Dios no tarda y su obrar es sin igual.   Oración.

«Dios Santo, eres admirable y digno de toda gloria, te alabo y exalto tu hermoso nombre; eres Dios de toda gracia y bondad, tu amor es sin igual. Te pido Padre que Tú mismo sigas formando en mí ese carácter de tu Hijo y así poder glorificarte con todo lo que soy; bendice mi vida y la de todos mis seres queridos, para que cada vez más, encontremos en ti la paz y esperanza que tanto anhelamos, en el nombre de Jesucristo, tu Hijo. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 12 de enero de 2022

Creados para la gloria de Dios

 


Creados para la gloria de Dios

“todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.” Isaías 43:7

Hay algo muy especial hoy para ti que eres hijo de Dios, ¿sabías que tenemos el honroso privilegio de anunciar las maravillas de aquel que es nuestro Padre?

Realmente es un privilegio, hay muchas personas ciegas y sordas espirituales en el mundo que no conocen ni entienden acerca del Dios que salva, y que por ende tampoco lo pueden anunciar; es una incomparable bendición conocer y tener la certeza de que hay un único y verdadero Dios que ha sido el que todo lo ha creado, el omnipotente y omnisciente, pero que a su vez nos ha dado el derecho de ser sus hijos y contar y cantar todas sus maravillas.

La Biblia en el Salmo 139:13-14 dice “Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien”. Alabar al Señor por sus maravillosas obras, que incluyen la creación del hombre, es el acto más natural que debiera hacer toda persona, pero resulta que por filosofías actuales y mentiras del enemigo se ha dado cabida a un mundo de pensamientos muchas veces ilógicos, que intentan contradecir esta verdad, pero que solo terminan cegando la espiritualidad de las personas.

Lo que sí es cierto es que nosotros los que ya no andamos en tinieblas, puesto que hemos reconocido a Dios en nuestra vida, estamos tanto en el derecho, como en el deber, de anunciar sus magnas virtudes conforme dice 1 Pedro 2:9 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;”

Adicional a esto, el versículo de hoy nos declara que, todos aquellos que llevamos su nombre o, en otras palabras, que somos llamados “hijos de Dios” nos ha creado para su gloria.

Preguntémonos el día de hoy, ¿estoy proclamando, reflejando, anunciando, cantando, compartiendo, la gloria de Dios?   Oración.

«Poderoso Rey de gloria, me has creado con un propósito básico, alabarte y darte gloria. Quiero hacerlo, Señor; bendice mi vida y lléname de tu gracia para ver, entender y hacer lo que quieres en mí. Gracias Dios porque sé que me escuchas y que lo harás en tu tiempo y conforme a tu voluntad, en el nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 11 de enero de 2022

Mi justicia está en Jesús

 


Mi justicia está en Jesús

“Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Romanos 6:23

Usted ¿Qué haría si le dicen que, por sus mentiras, enojos, malos pensamientos, falsos juramentos y toda palabra, acto u omisión que ha cometido durante su vida merece la muerte, pero que Dios le regala vida eterna si decide creer en Jesucristo?

De la muerte son dignos merecedores todos aquellos que cometen pecado, porque para Dios el único pago por este delito es la muerte, pero, entonces, si todos hemos cometido pecado, ¿por qué solo con creer en Jesucristo es suficiente para no merecer la muerte y por el contrario tener vida eterna? Porque Dios, que tanto amó al mundo, envió a su Hijo a morir por el pecado de todos (Juan 1:29).

Cuando Jesús murió en la cruz lo hizo en sustitución de todos, pero la salvación es para cada persona que ahora cree, porque a Él que no cometió pecado, Dios lo hizo pecado, es decir, puso todos nuestros pecados en su cuerpo en la cruz, para que así cada creyente recibiera esa justicia que Jesús logró con su muerte (2 Corintios 5:21).

Muchas veces nos cuesta creer que solo por medio de la fe o del creer en Jesucristo, Dios nos de todo, pero esto es lo que nos dice la Biblia, «Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.» (Romanos 1:17). El justo, es decir, el que recibe la justicia de Dios, vivirá y tendrá vida eterna por medio de la fe, y claramente la fe en Jesucristo, porque Él es el único que nos puede salvar, pues dice la Escritura que, todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo (Romanos 10:13).

Así que, te invito a que confieses con tu boca que Jesús es el Señor, y creas en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, y serás salvo. «Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado». (Romanos 10:10-11.).

Y a ti que ya has creído, te invito para que con esta poderosa verdad no te quedes, compártela y permite que, así como a ti, también a muchas personas les llegue la luz, la verdad, la justicia y la vida, Jesucristo.   Oración.

«Padre, gracias porque siendo perfectamente merecedor de la sentencia por mi pecado, tú enviaste a tu Hijo a morir por mí y ahora la condena que merecía se ha transformado en salvación y vida eterna por medio de mi fe en Él. Te pido que esta verdad llegue a millones de personas para que sean libres de la esclavitud y paga del pecado, en el nombre de Jesús. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 10 de enero de 2022

Templanza

 


Templanza

“porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.” Santiago 1:20

Cuando pasemos por momentos donde nos acusen, nos juzguen, nos señalen y veamos por parte de nuestros semejantes actitudes y acciones que reflejen repudio hacia nosotros, nuestra respuesta no debe ser devolver mal por mal, no debe ser enojarnos y tampoco entristecernos. Es cierto que son situaciones bastante incómodas y muchas veces nos resulta difícil sobrellevarlas en las mejores condiciones, pero debemos considerar que son pruebas a nuestra fe y como en toda prueba hay algo qué superar, en este caso es nuestro carácter. Nos resulta imposible controlar o dominar el carácter de otras personas, pero sí nos es posible tener templanza o dominio propio.

La templanza, fruto del Espíritu Santo, es esa virtud que nos permite o nos da la capacidad para actuar conforme a lo que es correcto y no de acuerdo con nuestras emociones o sentimientos.

Entonces, cuando pasemos por estas situaciones tan difíciles e incómodas, nuestra reacción no debe ser el enojo, puesto que esto no refleja templanza. Cuando nosotros nos enojamos, no estamos en la capacidad de hacer lo correcto, porque dice la Palabra de Dios que en nuestra ira no puede obrar su justicia, mientras que si nosotros manejamos el dominio propio y permanecemos en una actitud mansa y humilde, estaremos haciendo lo que es correcto, lo que Dios quiere que hagamos y estaremos permitiendo así que sea Dios quien obre con justicia en aquella situación y con aquellas personas.

Así que, conociendo y entendiendo esto, pidamos a Dios que por su gracia y por su Espíritu, que mora en nosotros, nos permita en todo tiempo actuar como Él quiere que actuemos, reflejando el carácter de Cristo y el fruto de su Espíritu, pero que lo hagamos con total gozo; porque dice su Palabra “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.” (Santiago 1:2-3).  Oración.

«Padre Dios, que tu Santo Espíritu que mora en mí, me permita en todo tiempo tener respuestas que reflejen el carácter humilde, afable y apacible de tu amado Hijo; recuérdame que ya no vivo yo, sino que es Cristo en mí y que ya no vivo para mí sino para aquel que murió por mí, en Cristo Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 9 de enero de 2022

El Espíritu del Señor está sobre mí

 


El Espíritu del Señor está sobre mí

“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor”. Lucas 4:18-19

El evangelio del Señor Jesús es de salvación y no de condenación, de libertad y no de opresión, de buenas y no de malas noticias. Vemos a lo largo de los evangelios que Él realizó muchas sanidades, perdonó pecados y liberó a personas atadas por diversos espíritus. Cuando le preguntaron a los discípulos del Señor, por qué Él comía con publicanos y pecadores, dice Mateo 9:12-13 “Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.»

Resulta que, en la época de Jesús, los sacerdotes y maestros de la ley hacían muchos sacrificios, rituales, fiestas y cosas llamativas para ser vistos y que la sociedad pensara que eran temerosos de Dios, pero creían que personas como publicanos, leprosos, prostitutas y otros afectados por el pecado, debían estar aislados, para ellos, estás personas merecían castigo. Entonces por eso les sorprendía que Jesús diciendo que era el Hijo de Dios y predicando la Palabra no hiciera lo mismo que ellos hacían, de hecho, los confrontaba y en cierta ocasión los comparó con sepulcros blanqueados, porque por fuera se mostraban hermosos, es decir, justos a los hombres, pero por dentro estaban llenos de hipocresía e iniquidad (Mateo 23:27-28).

Recordemos que, a seguir la doctrina del Señor, es a lo que nosotros estamos llamados, a predicar su evangelio, a que amemos al prójimo como a nosotros mismos. Se nos ha dado el mismo Espíritu de Dios que estaba sobre Jesucristo, por eso, como nos dice el versículo de hoy, nuestra misión es llevar la buena noticia a los pobres, sanar a los quebrantados de corazón, anunciar libertad a los que por el pecado están presos y oprimidos, dar vista a los ciegos espirituales y a predicar que este nuevo año Dios quiere sanar, perdonar y liberar. Esto agrada más a Dios que ritos y sacrificios externos.   Oración.

«Padre, que tu gracia derramada en mí, tu amor y tu Espíritu sean los que obren cuando me crucé con una persona necesitada de ti; ayúdame a no acusar, juzgar ni condenar; recuérdame que yo me encontraba en la misma situación y que fue solo por tu misericordia que fui perdonado, sanado, restaurado y ahora llamado tu hijo. Gracias por amarnos tanto y enviar a Jesucristo para el perdón de nuestros pecados. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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